A quince años de ver el desfile de los Yankees como campeón de la Serie Mundial, Anthony Volpe revivió la esperanza del Bronx y salvó a su equipo de un inminente final de temporada. En el Juego 4 de la Serie Mundial, Nueva York se enfrentaba a una barrida por parte de los Dodgers, pero Volpe, el nativo de Nueva York cuyo amor por los Yankees viene de generaciones, encendió a su equipo con un grand slam en la tercera entrada, lo que resultó en una contundente victoria 11-4 sobre Los Ángeles y forzó el decisivo Juego 5.
El Yankee Stadium vibraba con la energía de los 49,354 fanáticos que coreaban el nombre de Volpe durante la novena entrada, y el manager Aaron Boone resumió el ambiente: “Es como si finalmente hubiéramos visto a Yankee Stadium estallar en un juego de Serie Mundial”. Fue una victoria que no solo brindó alivio, sino también entusiasmo. Según describió el receptor Austin Wells, el equipo entró al partido con una actitud relajada después de la derrota del lunes: “¿Por qué no salir mañana y divertirnos?”.
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La noche comenzó complicada cuando Freddie Freeman, en una racha histórica, conectó su sexto jonrón consecutivo en la Serie. Freeman, que superó el récord de George Springer (2017 y 2019), confesó que, de ganar el título, recordará esta serie como algo especial: “Obviamente, espero seguir así mañana”. Pero el turno fue de los Yankees, que se adelantaron 5-2 tras una rola impulsada de Alex Verdugo y el gran batazo de Volpe.
El joven Volpe, de 23 años y shortstop con Guante de Oro, conectó el primer lanzamiento de Daniel Hudson en el tercer inning y mandó la bola a los asientos del jardín izquierdo, generando una explosión en el estadio. “Prácticamente me desconecté cuando vi que cruzaba la cerca,” confesó Volpe. No solo fue un momento crucial para Nueva York; Volpe también aportó en velocidad al registrar dos bases robadas, logrando un récord como el primer jugador en la historia de la Serie Mundial con un grand slam y dos robos en un solo juego.
Nueva York amplió la ventaja con un jonrón de Wells en el sexto inning y otra impulsada de Verdugo en el octavo, justo antes de que Gleyber Torres conectara un cuadrangular de tres carreras, desatando la ovación. Aunque Los Ángeles se acercaron con dos carreras en la quinta entrada gracias a un cuadrangular de Will Smith y una rodado de Freeman, el bullpen de los Yankees se mostró dominante en la recta final, limitando a los Dodgers a un solo hit en las últimas cinco entradas.
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Para el equipo de Los Ángeles, la situación se tornó compleja, pero el manager Dave Roberts mantuvo la perspectiva: “Como resultados, tener a seis lanzadores en tu bullpen descansados y sintiéndose bien, me hace sentir tranquilo”. Roberts rememoró la hazaña de los Medias Rojas de 2004, cuando superaron un déficit de 3-0 contra los Yankees, aunque destacó que este es un equipo resiliente que luchará hasta el final, como señaló también Mookie Betts: “Si llegaste hasta aquí, tienes un equipo resiliente que va a pelear hasta el final”.
Anthony Volpe y Derek Jeter
Con la serie extendida, Volpe fue entrevistado por la leyenda Derek Jeter. “Es mi sueño, pero era el sueño de todos mis amigos, de mis primos, probablemente hasta de mi hermana,” compartió Volpe, añadiendo que ganar la Serie Mundial es “lo primero, lo más importante. Aún queda trabajo por hacer.”
Los Yankees ahora buscarán evitar un final anticipado en el Juego 5, en el que Gerrit Cole enfrentará al abridor de los Dodgers, Jack Flaherty, en una batalla que definirá el futuro de Nueva York en esta Serie Mundial.
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