El béisbol y la cultura cubana están entrelazados de una manera que va más allá del juego. Es historia, tradición y un vínculo indestructible entre generaciones. Los Miami Marlins lo entienden y, por eso, esta temporada han preparado un calendario de eventos promocionales que, más allá de lo deportivo, rinde tributo a figuras icónicas.
Uno de los momentos más esperados llegará el 18 de mayo, cuando el equipo entregue un bobblehead de Celia Cruz en el juego contra los Tampa Bay Rays. No es una fecha cualquiera. Un día antes, el 17 de mayo, los Marlins celebrarán el Día de la Herencia Cubana, un reconocimiento a la comunidad que ha sido parte del corazón de Miami y que, por generaciones, ha llevado el béisbol en la sangre.
Celia Cruz es mucho más que una cantante. Para los cubanos en el exilio, su voz fue un faro en la distancia, una conexión con la tierra que dejaron atrás y un símbolo de resistencia cultural. Su música sigue siendo parte del ADN de Miami, igual que el béisbol. No hay otro deporte que haya marcado tanto a los cubanos como el béisbol, y no hay mejor manera de rendir homenaje a esa conexión que reconociendo a una de sus máximas representantes.
Calendario de bobbleheads de los Marlins
Pero este no es el único homenaje que los Marlins tienen preparado. El calendario promocional de la temporada 2024 también incluirá bobbleheads de figuras clave en la historia del equipo. El 30 de marzo, en el juego contra los Pittsburgh Pirates, los aficionados podrán llevarse el bobblehead de Jeff Conine, el icónico «Mr. Marlin», pieza fundamental de los títulos de 1997 y 2003.
La lista de homenajes continúa con el exmánager Jim Leyland el 6 de julio y Jack McKeon el 3 de agosto, los dos dirigentes que llevaron a los Marlins a sus únicas coronas de Serie Mundial. También se reconocerá a Luis Castillo el 24 de agosto y al campocorto Xavier Edwards el 14 de septiembre.
La temporada de los Marlins no proyecta grandes expectativas en el terreno de juego, pero el equipo ha hecho un esfuerzo por ofrecer razones para llenar el loanDepot park. Más allá de las victorias y derrotas, el béisbol sigue siendo un punto de encuentro, un espacio donde la comunidad puede celebrar su identidad y su historia.
Y este 18 de mayo, cuando los altavoces del estadio hagan sonar «Quimbara» o «La vida es un carnaval», quedará claro que el béisbol y la cultura cubana seguirán siendo inseparables.