Por CUBAHORA.
El espirituano es uno de los atletas que juegan de refuerzo con Industriales en la segunda etapa del campeonato y con el traje azul ya tuvo una experiencia inédita: custodiar los jardines…
Acebey encontró en Sancti Spíritus un espacio entre los regulares.
Como su padre, todavía no ha pasado otro antesalista por la pelota cubana. Discúlpenme por ser tan absoluto, pero yo, que evito los juicios categóricos, me atrevo a romper mi misma regla: Rafael Orlando Acebey, era un auténtico Pulpo —como lo bautizara uno de los grandes cronistas deportivos de nuestro país, José Antonio Fulgueiras— en la esquina caliente.
Pero, Orlando Acebey, hijo del Pulpo, sin ser tan felino en los engarces, ha sido un jugador constante, seguro, que encontró en Sancti Spíritus un espacio entre los regulares, pues en su Villa Clara natal le era más difícil cuando debutó. Y este año, ha cumplido un sueño: vestir el traje de Industriales.
Risueño, dispuesto siempre a jugar, donde sea que lo ubiquen, Orlando Acebey se mueve entre Leones como si hubiese nacido en la selva.
—¿Te sorprendió la convocatoria de Industriales para suplir la vacante dejada por Leonardo Urgellés?
—Fue tremenda sorpresa. Estaba en la casa con mi familia y mi mamá, quien se encontraba de visita, cuando Víctor (Mesa) me llamó, y me puse contentísimo.
—¿Y qué te dijo?
—Prepárate, que te voy a subir.
—Desde que llegaste, empezaste a jugar y por lo visto te adaptaste bien…
—Sí, tuve muy buena acogida; yo conocía a varios jugadores, y eso ayudó a que me insertara bien.
Desde el punto de vista competitivo, Acebey ha participado en 24 desafíos con el elenco capitalino y tiene línea ofensiva (AVE./OBP/SLUG) de .349/.391/.453, con diez careras anotadas y 20 impulsadas.
—Industriales no ha tenido una buena segunda temporada, ¿sientes que hay presión?
—No, nada de eso, mucha armonía es lo que hay en este colectivo.
—¿Y cómo lo ves de cara a la postemporada?
—Industriales está acostumbrado a jugar play off, no solo es de los históricos, sino que sabe ganar los partidos buenos. Ahora es borrón y cuenta nueva, con los Leones hay que contar para el campeonato.
—Muchos peloteros dicen que su sueño era o es jugar con los Azules, ¿también era el tuyo?
—Para qué lo voy a negar, yo también quise siempre jugar alguna vez con este equipo, por su historia, porque es el que más siguen los aficionados dentro y fuera de Cuba, para amarlo o para odiarlo, pero es el que más fanáticos arrastra.
—Sin embargo, siempre has jugado en el cuadro y sorprendió cuando apareciste de jardinero…
—Hasta yo me quedé perplejo cuando me dijeron que iba a jugar en esa posición…
—¿Lo habías hecho antes?
—Nunca, ni en entrenamientos; pero yo vine a jugar en la posición que sea, así que no lo pensé dos veces. Solo me propuse hacerlo lo mejor posible, creo que hasta ahora he cumplido con las expectativas.
—Pero sigues prefiriendo el cuadro, ¿verdad?
—Sí, me gusta más jugar en el infield, pero te repito, lo mío es jugar pelota.
—Este año has tenido una gran temporada desde los inicios, sobre todo a la ofensiva, ¿a qué se debe?
—Tuvimos una gran preparación en Sancti Spíritus. Le debo mucho a la ayuda del director José Raúl Delgado, los técnicos Miguel Rojas, Rafael Muñoz y Lázaro Martínez. Ellos me ayudaron mucho y ahí está el resultado.
Acebey tuvo línea ofensiva en la primera fase del torneo de .333/.391/.453., con 19 carreras anotadas y 32 remolcadas.
—Por cierto, los Gallos estuvieron cerquita de entrar en la serie de comodines…
—Nos quedamos a un solo juego de discutir los play off por los dos últimos cupos a la segunda ronda del campeonato. Se notaron los cambios este año en el equipo, y en la Serie Nacional que viene estoy seguro de que los Gallos van picar más todavía, hay muchachos jóvenes talentosos y atletas experimentados de mucha calidad.
—Eres de Villa Clara, ¿no te gustaría terminar tu carrera deportiva con ellos?
—De gustarme, sí; pero me siento bien en Sancti Spíritus, con ese equipo he estado en las buenas y en las malas, y ahí seguiré jugando.