A fuerza de batazos y esfuerzos, Yandy Díaz ha pasado de ser un perfecto desconocido a uno de los mejores prospectos que habitan el universo de los Indios de Cleveland, al punto de ganarse el puesto para la nueva temporada de Grandes Ligas.
Con una primavera tórrida en la cual bateó para .429, convenció al manager Terry Francona y la oficina central del club para que le dieran una oportunidad por encima de otros jugadores establecidos.
Hijo del popular Jorge Díaz, a quien todos conocen como “La Araña’’’ de sus días de segunda base con el Villa Clara, Yandy viene tocando la puerta de la fortuna y muy pronto dará de qué hablar en todo el béisbol, pero por ahora nos quedamos con sus palabras en Voces del Deporte, de la 990 ESPN Deportes.
¿Cómo fue el momento en que te dijeron que te quedabas con el club?
«Estaba en el dugout el jueves y me dijeron que Francona me mandaba a llamar a su oficina. Pensé que me iba a decir que tuve una buena primavera, pero que me enviaban a las Menores a que siguiera trabajando, pero me dio tremenda alegría cuando escuché lo contrario».
¿Básicamente, que te comentó Francona?
«Qué ellos estaban contentos con mi bateo y que esperaba que siguiera bateando con ellos en las Grandes Ligas, pero que debía esforzarme mucho en la defensa. Estoy consciente de que me abrí el camino a palo limpio».
¿Cómo llegaste a ser el bateador que eres ahora?
«Al principio de mi carrera me interesaba demasiado en la defensa, pero luego cambié el enfoque y al llegar a este país me dediqué por completo al bateo. Entrenaba en las cajas, no perdía tiempo, eran swines tras swines, aprendiendo a dirigir la bola, a encontrar hasta la última gota de energía para que la pelota caminara. Ahora recojo el fruto de todos esos días de esfuerzo».
¿Te preocupaba comenzar de nuevo la contienda en las Menores?
«Un poco. Pero me había preparado mentalmente para todo. Si no me dejaban con el club, pues bueno, qué le iba a hacer. Retornaría a la granja a seguir luchando. No iba a bajar las manos por un obstáculo más».
¿Qué metas tienes para la temporada?
«Sin descuidar el bateo, ir elevando mi fildeo. Ahora mismo no sé cuál es el plan del equipo conmigo, no sé si jugaré tercera base o los jardines, pero donde quiera que esté quiero ser mejor fildeador, convertirme en un pelotero completo. Sé que lo puedo hacer».
Cleveland estuvo a nada de ser campeón mundial, ¿será en el 2017?
«El equipo está redondo, completo y siento que existe un sentimiento de dolor por lo que no se pudo alcanzar en el 2016. Siento que esa hambre ha crecido y que vamos a jugar con esa penita como si fuera un estímulo. Y en lo que yo pueda ayudar, pueden contar conmigo».
Sabes que vas a ser el pelotero cubano número 200 que viste un uniforme de las Mayores.
«Tremendo orgullo. Espero no decepcionar a nadie. En un momento como esto me acuerdo de buenos amigos y entrenadores que estuvieron dándome la mano desde que era un niño. Quisiera abrazarlos a todos y decirles que les agradezco desde el fondo de mi corazón».
¿Cómo crees que se sienten en estos momentos tu gente de Sagua La Grande?
«Imagino que felices. Yo era un muchacho sin pretensiones, que salió desde bien abajo y lo único que ha hecho es trabajar por un sueño, que ya se me está dando. Mi triunfo también es de ellos».