Por Osvaldo Rojas Garay
El 25 de abril de 2012, después de una brillante carrera de 21 temporadas, Eduardo Paret Pérez colgó el guante y los spikes, dejando un espacio en el campo corto que nadie ha podido llenar. Transcurridos cinco años, su nombre vuelve a andar de boca en boca en la afición del país, desde que se hizo pública la decisión de colocar en sus manos las riendas del equipo de Villa Clara en la LVIII Serie Nacional.
Su designación, el pasado lunes 18 de diciembre, se produjo en una fecha histórica que pasaron por alto y merecía recordarse: el aniversario 40 de la inserción de Villa Clara en nuestros clásicos beisboleros.
Así, Paret se convertirá en el onceno piloto anaranjado, el octavo que, después de vestir el traje como jugador del equipo, lo dirige y el tercer torpedero, pues antes lo hicieron dos defensores de esa posición: Pedro Jova y Roberto Carpito Rodríguez.
—¿Pensaste que alguna vez te ofrecerían esta responsabilidad?
—Siempre pensé en eso. Hace dos años me habían planteado que dirigiera al equipo, pero por problemas personales no pudo ser, porque aún mis jimagüitas eran muy pequeñas; había transcurrido poco tiempo de mi retiro y quería interiorizar un poco más esa función que es totalmente diferente.
«Ahora las autoridades deportivas de la provincia me volvieron a hacer la proposición. Dije que sí, que aceptaba, porque en estos momentos me siento mejor preparado y listo para cumplir con esa responsabilidad. Para mí es un orgullo dirigir al equipo con el cual me desempeñé durante toda mi carrera y trataré de llevarlo nuevamente a las posiciones de vanguardia que siempre ocupó en el béisbol cubano».
—¿Pusiste algunas condiciones?
—Que el Partido, el Gobierno y las organizaciones me apoyen, pero, a la vez, que me dejen trabajar, tomar decisiones, para poder dirigir como me gusta a mí.
¿Y cómo te gustaría dirigir a ti?
—No he estado ajeno a los problemas que ha presentado el «Villa Clara» en las últimas series, porque he participado en ocasiones en la preparación del equipo. Mi idea es que seamos como una familia.
«El estilo que quiero implantar es el mismo que me caracterizó en mi época de pelotero, partiendo de la disciplina en el terreno, en el propio juego; qué hacer en determinada situación, que los peloteros estén metidos en el juego. Sin disciplina no se puede lograr un gran resultado.
«Me gusta el juego rápido, el robo de bases. En la época en que teníamos aquel poderoso equipo que ganó tres series con Pedro Jova, él trató de que todos aprendieran a robar bases. No solo Víctor o yo, cualquier corredor podía sorprender a la defensa contraria. Hoy nuestros jugadores presentan dificultades en el desplazamiento sobre las bases. También, se ha convertido en un cliché el toque de bola con dos en bases, a veces hay que apartarse del llamado librito y ser más creativo».
—Para poner en práctica tu estilo, ¿tienes en mente algunos entrenadores que pueden integrar el colectivo técnico?
—Conversé con José Ramón Riscart para que sea uno de los que se ocupe del pitcheo, sé que me va a apoyar. También he hablado con Luis Jova, Juan Mesa, Eddy Rojas, Ariel Borrero, Humberto Guevara… Todo el que quiera colaborar, bienvenido sea.
—Fuiste capitán del «Villa Clara» y luego del equipo Cuba, a partir del 2005. ¿Crees que esta experiencia te servirá para la tarea que emprenderás?
—Pienso que sí, porque cuando fui capitán de equipo siempre procuraba estar al lado de Jova, de Fuentes, de Víctor. Escuchaba lo que ellos decían. De todo el mundo aprendí un poquito.
—¿Te veremos nuevamente luciendo el número 2?
—Fue el número que llevé durante casi toda mi carrera. Empecé en el «Villa Clara» con el 4 por Pedro Jova. Después, cuando él comenzó a dirigir, me quedé con el 2, porque era el que usaba el pinareño Giraldo González y a mí desde pequeño me encantaba ver jugar a la “aspiradora” —como le decían— y a Jova.
—¿Cómo imaginas tu futuro en una misión que nunca has enfrentado?
—Es un reto difícil. No soy mago, un mánager no se hace en un día, a veces se necesitan años para recoger los frutos, mira cuánto tiempo demoró Carlos Martí para ganar con «Granma»; sin embargo, Jova, Pedro Medina, Fuentes, Urquiola, triunfaron en sus primeros intentos.
«El anhelo de todo director es llevar a su equipo a convertirse en campeón. Muchas de las cosas que me he propuesto en la vida las he logrado, por eso daré todo de mí para que el equipo clasifique, y espero que el estadio Sandino vuelva a llenarse».
Oriundo del barrio El Condado, en Santa Clara, donde vino al mundo el 23 de octubre de 1972, Eduardo Paret goza de la admiración y el respeto de la afición y los peloteros. Desde que se dio a conocer la noticia, el teléfono de su casa no ha parado de sonar.
«Me han llamado de todas partes, incluso de varios lugares del mundo», comenta. Justo en ese momento entra otra llamada.
«Es Frederich Cepeda para felicitarme», me dice. No quise ser inoportuno y puse punto final a nuestra plática para que pudieran hablar las estrellas.
Los Mentores de Villa Clara | ||||||||||||
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Director | SN | Clasificatoria | Play off | Total | Medallas | |||||||
Pedro Jova Pérez | 5 | 214-107=.667 | 34-22=.607 | 248-129=.658 | 3-2-0 | |||||||
Eduardo Martín Saura | 14 | 545-313=.635 | 26-28=.481 | 571-341=.626 | 1-5-2 | |||||||
Víctor Mesa Martínez | 8 | 442-276=.616 | 36-42=.461 | 478-318=.601 | 0-2-2 | |||||||
Ramón Moré Flaqué | 4 | 179-136=.568 | 12-11=.522 | 191-147=.565 | 1-0-0 | |||||||
Roberto Rodríguez Gavilanes | 2 | 104-76=.578 | 1-6=.143 | 105-82=.561 | 0-0-0 | |||||||
Luis Enrique González Álamo | 2 | 52-44=.542 | – | 52-44=.542 | 0-0-0 | |||||||
Vladimir Hernández Solás | 3 | 97-83=.539 | 2-6=.250 | 99-89=.527 | 0-0-0 | |||||||
Luis Jova Quey | 1 | 47-43=.522 | – | 47-43=.522 | 0-0-0 | |||||||
Emilio Madrazo Morales | 1 | 25-23=.521 | – | 25-23=.521 | 0-0-0 | |||||||
Lázaro Pérez Agramonte | 1 | 24-27=.471 |