POR JORGE EBRO
Si Julio Pablo Martínez vive una primavera como disfrutó de su otoño, estaría dando un tremendo paso de avanza en su meta de alcanzar las Grandes Ligas con los Rangers de Texas.
El cubano, de 22 años, comenzó con cierta lentitud su travesía por las Menores, pero la Fall League de Arizona se calentó en extremo al punto de finalizar con una excelente línea ofensiva de .327/.397/.519, ratificando su proyección positiva.
Número 56 en la lista de MLB.com, este chico nacido en Baracoa y ex jugador de Guantánamo, ha dejado atrás los peores capítulos de su historia y se ha llenado de confianza para verse a sí mismo con un pelotero de las Mayores. Tiempo al tiempo.
¿Cómo valoras ese primer año con Texas?
“Primero decirte que estoy muy feliz de haber firmado con esta organización. Creo que en general el 2018 fue un buen año. Al principio no me fue muy bien, tuve que adaptarme mucho, pero luego fui demostrando mi nivel y acostumbrándome a todo aquí’’.
Entonces, ¿fue dura la adaptación?
“Todo es muy diferente, primero en Cuba, luego en la Liga Can Am, luego siete meses en la República Dominicana preparándome para los try outs y eso me sacó un poco de juego. Así que fue un proceso algo complicado’’.
Pero ya vas saliendo.
“Sí, poco a poco, se trata de conocer nuevos jugadores, nuevas reglas en muchos aspectos dentro y fuera del terreno, el tema del idioma, pero ya creo haberle tomado el pulso a muchas cosas que antes eran nuevas’’.
Los números están ahí, son la mejor prueba del avance.
“Me fui calentando a medida que pasaba el tiempo. Y ahora tengo muchas ilusiones para este 2019. Lo importante es llegar a la primavera, y luego seguir avanzando en cada nivel donde me coloquen y terminar con un mejor año’’.
¿Qué te dicen en el equipo?
“Que tienen un gran interés conmigo, y yo por supuesto quiero hacerles ver que no se equivocaron conmigo. Quiero llegar lo más pronto posible a las Grandes Ligas y para eso estoy luchando cada día, echando el resto en los terrenos’’.
¿Sientes cómo crece tu confianza como pelotero?
“Especialmente, después de haber sumado este primer año en las Menores. Uno va agarrando confianza, comienza a darse cuenta de que pertenece a esto, que puede ser parte de las Grandes Ligas. Solo es cuestión de tiempo’’.
¿En algún momento te arrepentiste de dar este paso?
“No, los momentos malos quedaron atrás, los viví en mi niñez. Siempre he echado para adelante, fajado en cualquier situación, así que siempre daré lo mejor de mí en cualquier béisbol, pero con la vista puesta en las Grandes Ligas’’.