Foto (Lynne Sladky)
Por Jorge Ebro
Bajo “extraordinarias y convincentes’‘ razones, Bart Hernández fue liberado de su prisión. Quien fuera uno de los más conocidos agentes de peloteros cubanos, se encuentra en libertad para cuidar de su madre enferma en Nueva York, la región más afectada por el coronavirus en los Estados Unidos.
Condenado por el contrabando ilegal de jugadores de béisbol desde Cuba a Estados Unidos, Hernández recibió un veredicto de casi cuatro años que ahora fue cortado por la decisión de la jueza Kathleen Williams, aunque permanecerá en una cuarentena de 14 días antes de que pueda reunierse con su anciana madre en Queens.
“Debido a la pandemia del coronavirus, [Hernández] es ahora el único que puede ocuparse de su madre de 84 años, Eloina Hernández, quien sufre de una enfermedad ocular degenerativa y la mantiene prácticamente ciega’‘, escribió Williams en una orden de tres páginas, explicando que la mujer requiere de inyecciones para el ojo cada seis semanas y que se recupera de un cáncer.
En noviembre del 2017, Hernández fue hallado culpable en Miami de conspirar para engañar al gobierno de EEUU con el fin que les dieran visas y otros documentos a las dos docenas de peloteros cubanos –entre ellos el ex torpedero de los Marlins de Miami Adeiny Hechavarría– de modo que pudieran firmar con equipos de Grandes Ligas.
Igualmente, Hernández fue hallado culpable de traer a EEUU a Leonys Martin –jardinero de los Cachorros de Chicago que firmó con los Rangers de Texas por $15 millones en 2011– después que salió ilegalmente de Cuba a México.
Desde que el coronovarus comenzó a sentirse en los Estados Unidos, los abogados de Hernández, Jeffrey Marcus y Daniel Rashbaum, comenzaron a trabajar para lograr la liberación del empresario cubanoamericano bajo términos de “compasión’‘.
La jueza Williams accedió a esta petición y permitirá que Hernández termine su sentencia bajo una orden de “confinamiento domiciliario’‘ sujeto a supervisión hasta abril del 2021.
“Bajo el confinamiento domiciliario [Hernández] podrá dejar la casa de Eloina Hernández para comprar alimentos, medicinas, recoger cosas y asistir a consultas médicas, entre otras gestiones esenciales’‘, escribió Williams. “De cambiar las responsabilidades de cuidado, deberá realizar servicio comunitario como lo indiquen un oficial federal y el juez’‘.
Nacido en Pinar del Río, Hernández llegó en 1971 a Estados Unidos con su familia y se estableció en el área de Nueva York antes de jugar béisbol en la Universidad de Louisiana y la organización de los Expos de Montreal, pero una lesión en el hombro le impidió seguir intentando el sueño de las Mayores.
Sin embargo, los contactos en el mundo de la pelota le ayudaron mucho en su carrera de agente, primero en la compañía Praver-Shapiro y luego con Magnus Sports, de tiempos más recientes con la intención de capitalizar el mercado latino y cubano.
(Tomado del Nuevo Herald)