Por Félix Anazco Ramos
CAMAGÜEY.- “Ahora estuviéramos en la caliente”, escribió Leonel Segura el pasado 14 de abril en un grupo de WhatsApp en el que coinciden varios de sus compañeros de los Toros de la Llanura. Justo para ese día estaba programado el juego inaugural de la 60 Serie Nacional de Béisbol (SNB) en el estadio Victoria de Girón, de Matanzas, un duelo lleno de expectativas por la revancha y el probable estreno de Dariel Góngora como contrario de su antiguo conjunto.
Por desgracia, peloteros y aficionados han tenido que aplazar las emociones del estadio, pues ese tipo de calor humano queda reservado para el hogar en el partido contra la COVID-19. No obstante, los muchachos del equipo Camagüey mantienen la actividad deportiva en casa para regresar en buena forma a los terrenos. El Dr. C. José Ignacio Ruiz, quien orquesta la preparación física junto al Dr. C. Luciano Mesa, les ha indicado rutinas diferenciadas para mantener la condición atlética.
José Ramón Rodríguez y Carlos Pérez Vergara, lanzadores que en el pasado tuvieron problemas con su brazo, se enfocan en el fortalecimiento. “He extendido el programa de recuperación de mi cirugía, hago los mismos ejercicios de pesas y ligas. Ahora trabajo en los movimientos del wind up para no perder la fluidez”, comentó Pepe, quien sueña con abrir el primer partido de la temporada. Mientras, Pérez Vergara insiste en “vigorizar el brazo derecho para evitar dolores en el futuro. Además, busco mayor resistencia de mis piernas”.
Otro miembro del staff indetenible es el fornido Frank Madan, principal carta de triunfo de los agramontinos en la etapa regular de la pasada campaña. “Lamento no correr mis habituales distancias, pero como figura pública me siento en el deber de dar el ejemplo y entrenar en casa. Realizo aeróbicos para lograr la estamina que necesita un abridor y uso las ligas en mis extremidades superiores. He aprovechado también para ver béisbol por la televisión, un ejercicio que siempre aporta al pensamiento táctico”.
Un poco menos experimentados, pero importantes también para las aspiraciones de los Toros de coronarse en la 60 SNB, los jovencitos Juan Sebastián Contreras y Roger Trenchs alimentan sus ambiciones en esta tregua deportiva. El primero sabe sus deficiencias y las ataca bajo techo: “He tenido problemas de confianza desde que perdí protagonismo en la segunda etapa del campeonato pasado y eso afectó mi rendimiento. Junto a mi familia medito sobre mi carrera y estoy reajustando cosas. Entreno conforme a lo planificado y tengo la posibilidad de hacer bullpen de baja intensidad con la ayuda de mi vecino”. Trenchs, por su parte, se ha enfocado en “incrementar la masa muscular con una nueva dieta y doble rutina de prácticas físicas diarias. Este año necesitarán más de mí y estaré listo para cumplir. Espero ganar velocidad y más efectividad en la localización de los lanzamientos”.
En Guáimaro, Loidel Chapellí Zulueta y su padre han creado un templo en el patio de su morada donde el sonido de un improvisado bate cuando choca las chapitas forma parte de la banda sonora del aislamiento social. “Nos ocupamos de perfeccionar mi mecánica de bateo y mantener la coordinación del swing a base de pruebas técnicas. Esta mejoría en el tacto irá acompañada de más poder, gracias a nuestro gimnasio improvisado”, nos contó el Novato del Año.
El hombre que extraña la acción, Leonel Segura, aprovecha cada palmo de terreno para seguir activo. “En el patio bateo con soporte y hago bola bombeada con la ayuda de un amigo. Alterno esto con prácticas de fildeo y carreras cortas en un almacén abandonado ubicado al costado de mi casa porque en esta temporada voy a ganar bases con la velocidad. Muchos creen que estamos sentados viendo el tiempo pasar; todo lo contrario. Varias veces en el día nos comunicamos, nos mandamos fotos y videos de lo que hacemos y hasta competimos”.
Quizás uno de los más incomunicados es Leslie Anderson, quien pasa la difícil etapa con parte de su familia en Tampa. “Esperaba estar en Cuba para el final de los entrenamientos, pero todo cambió con el virus; no obstante, sigo enfocado en mi regreso y hago sesiones de gimnasio. La lesión casi desaparece y eso me permite hacer prácticas de bateo y correr en la estera. Esta situación tan mala me ha dado tiempo para organizar cosas en mi vida, y si todo sale bien, Borroto podrá contar conmigo”.
Esa incertidumbre que rodea la vuelta a la normalidad de Cuba y el mundo no desmotiva a los subcampeones. La añoranza de buenos momentos en el estadio que constantemente comparten sus seguidores en las redes sociales es la energía que los mueve. A la mayoría se les ha visto promoviendo las campañas de aislamiento social que impulsan peñas deportivas, medios de prensa o mediante sus perfiles personales. Vía Adelante Digital les mandan una seña a todos como el mejor coach: #QuietoEnBase.
(Tomado de Adelante)