Por: Michel Contreras
MATANZAS.- Pinar del Río volvió a esgrimir la espada de la casta y aguijoneó a Matanzas en el primer encuentro de su play off semifinal, llenando de incertidumbre al público que había acudido en masa al Victoria de Girón. Próximo capítulo: Vladimir Baños versus Jonder Martínez.
Highlights
*Al segundo lanzamiento de Freddy Asiel Álvarez, Lázaro Ramírez conectó una línea bestial que YuniorPaumier alcanzó a degollar en un fildeo digno de –para dejarlo en la provincia- el Mago Isasi. La historia comenzaba con buenos augurios, a la par que exaltaba a unas gradas donde el rojo, como el cielo del amanecer, hacía su agosto.
*El propio Paumier se postuló para héroe nuevamente cuando rompió el abrazo a cero con un swing que envió la Mizuno al infinito y más allá, luego de que la fanaticada visitante estimara que el umpire le había perdonado el tercer strike al infielder holguinero.
*Muy pronto –cabe decir, prontísimo-, William Saavedra probó ser el mejor bateador de Cuba en series cortas al pegarle un jonrón a Freddy Asiel que niveló el score. Pinar, de quien dije hace poco que no era favorito pero jugaba las postemporadas como nadie, volvía a ser esa clase de gladiador que mata o muere, no importa si comparece en inferioridad de fuerzas, si pelea en campo ajeno o si la noche está estrellada y tiritan, azules, los astros a lo lejos.
*La lesión de Yusniel Ibáñez, una pieza vital en el andamiaje verde, no amodorró a Pinar. El abridor de los dueños de casa lucía corto de velocidad y escaso de colocación en sus envíos, y el tercer episodio bastó para ponerle punto y aparte al choque. Tres hits consecutivos sin la sombra de un out dejaron la escena preparada para la catástrofe: Dennis Laza roleteó por la antesala, y Yurisbel Gracial mandó su tiro al back stop. Dos carreras. Y luego, lo de siempre: el imparable que sucede a los errores, esta vez con la firma de Yosvani Alarcón. Otras dos. Y a seguidas, un hit más (el segundo de Saavedra), que despachó a Freddy del montículo. El Cocodrilo agonizaba al tiempo que cientos de celulares –cuyas luces habían pintado las tribunas- se apagaban en un estadio deprimido.
*A la postre, el tercer inning dejó fuera de combate a Matanzas luego de que los nueve primeros bateadores se embasaran –siete por indiscutible, uno por boleto y otro por error. A partir de ese instante, la pizarra exhibió un 9×1 que no dejaba espacio a rebeliones, habida cuenta de que enfrente había un Yosvani Torres que –sin vivir su mejor apertura- conseguía el auxilio frecuente del señor doble play. Detrás del banco de tercera, cabizbajos, Fernando y Raydel, los fanáticos número uno de los rojos, se alistaron desde entonces para volver a casa.
*Demasiados errores –o sea, nervios-, y demasiada improductividad con hombres en el circuito. Eso resume la faena nocturna de Matanzas, que jugando con esos argumentos difícilmente pueda hacerle frente a este rival. Ahora, Jonder Martínez deberá empeñarse en revertir la historia, con el crecido Vladimir Baños en el box adversario.
Positivo: La recuperación de Pinar, que llegaba tras un espantoso final de calendario regular a un graderío contrario lleno y sacó un triunfo que resucitó los fantasmas del pasado reciente matancero.
Negativo: Ninguno de los dos jugadores esenciales en el pitcheo y el bateo locales, Freddy Asiel y Gracial, pudo hacer su trabajo en el partido.
Preocupante: El estado anímico de los Cocodrilos –afición incluida- de cara al juego del domingo.
Incomprensible: El persistente prearranque de la tropa roja en desafíos de play off.
Recomendable: Abrir espacio a Jefferson Delgado en el line up.