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Por Lázaro Machín Pérez
El robo de bases es uno de los aspectos más técnicos y necesarios, es una de las jugadas más atrevidas y espectaculares en el béisbol. Para lograrlo hay que tener varios atributos: habilidad, astucia, inteligencia, expectación y sobre todo velocidad en las piernas, en la mayoría de los casos los mánager lo utilizan para colocar al jugador en posición anotadora.
Para convertirse en un gran estafador de almohadillas, qué es lo más importante: ¿velocidad o habilidad?
El colega y amigo Gilberto López, quien por muchos años trabajó en las trasmisiones del pasatiempo nacional, bautizó a algunos peloteros por la velocidad que estos poseían en el corrido de las bases. Entre ellos, el corcel de Santa Fe, Luis Felipe Rivera; el lada Reyes, Dioel Reyes; Quiqui la bala, Enrique Marguendiez, entre otros.
Sin embargo, algunos, a pesar de ser jugadores vertiginosos, no eran buenos robadores, pues no gozaban de la habilidad necesaria, un ejemplo claro fue Marguendiez, quien en 19 intentos solo pudo llegar airoso en seis ocasiones.
En los equipos de la Isla en las 42 Series Nacionales que ha participado no abundan los buenos estafadores, a pesar de contar siempre con jugadores rápidos, tal es así que solo seis acumulan más de 50 robos y únicamente dos pasan la cifra de 100.
Ahora viene la pregunta ¿cuál de ellos ha sido el más efectivo?
Aunque es un tema de mucha recurrencia, existen quienes coinciden en que robar una base es, ante todo, habilidad, pero se necesitan también sincronización, concentración y buena técnica en el deslizamiento, pues es muy difícil salir victorioso, motivo por el cual ha caído un poco en desuso.
La mejor manera de evaluar si un beisbolista es bueno como robador de base es a través de su porciento de efectividad y la tabla que le presentamos al final del texto reúne a los diez pineros que más robos poseen en nuestros clásicos.
Está claro que las comparaciones son injustas para unos, pero atractivas para otros, sobre todo para esos que siempre reclaman la eterna comparación entre los exponentes del deporte nacional.
Para demostrar que en el béisbol como en otros deportes no solo brillan las súper estrellas, un ejemplo vivo lo constituye Humberto Correoso, inicialista que jugó dos temporadas y en 13 intentos llegó quieto en 11 oportunidades, para un promedio de 84,61.
También están los casos de Rigoberto Gómez, Alfredo Rodríguez, Luis Yadier Fonseca, Alexánder Ortiz, José Ramón Velázquez y Alberto Calderón; todos por encima del 60 por ciento de efectividad, pero en pocos intentos.
Para añadirle un poco más de pimienta al debate entre todos les dejo la posibilidad de decidir cuál ha sido el mejor, gracias a la colaboración en las estadísticas de los versados Ariel y Armando Iglesias Coto, aquí aparecen los diez primeros.
No. | Jugadores | SN | BR | CR | PRO |
1 | Reinaldo Herrera | 14 | 59 | 34 | 63,44 |
2 | Luis Felipe Rivera | 19 | 126 | 100 | 55,75 |
3 | Juan Carlos Calvo | 13 | 36 | 31 | 53,73 |
4 | Alexánder Ramos | 18 | 109 | 107 | 50,46 |
5 | Dioel Reyes | 17 | 63 | 70 | 47,37 |
6 | Orlis Luis Díaz | 18 | 54 | 61 | 46,96 |
7 | Pablo Pérez | 14 | 43 | 51 | 45,74 |
8 | Raúl Ajete | 18 | 40 | 51 | 43,96 |
9 | Yosvani Pérez | 21 | 62 | 81 | 43,36 |
10 | Michel Enríquez | 22 | 42 | 63 | 39,25 |
(Tomado de Víctoria)