Foto (Facebook): Vera firmará con las Medias Blancas el 2 de julio.
Por Juan Carlos Lahera
Hijo del ilustre Norge Luis Vera y con apenas 19 años, el muchacho espera firmar en la próxima ventana de agentes libres internacionales. Los Medias Blancas de Chicago, una franquicia amigable para los cubanos, aparecen como candidatos para hacerse con el brazo del santiaguero.
En los tiempos que corren no abundan los abridores cubanos en Grandes Ligas. En la temporada anterior solo en contadas ocasiones algún lazador antillano inició un partido. Desde el lamentable accidente de José Fernández no hay un abridor cubano consistente en las mayores. De los que abrieron partido en 2019 solo Néstor Cortes Jr se mantiene en roster de Grandes Ligas para este año y cuenta como relevista para los Marineros de Seattle.
Si bien es cierto que ver al joven Vera en una lomita de las mayores no será muy pronto, sus aptitudes lo colocan en ese camino. Hace solo unos días MLB.com publicó un listado con los mejores prospectos para el período de firmas internacionales. En dicho listado el lanzador cubano aparece en el lugar veinte y en el mismo se ponderan varios atributos del santiaguero.
Según los reportes, su escala de calificación lo ubican con una bola rápida que impresiona. La velocidad de sus lanzamientos muestra un rango entre 94 y 97 MPH mientras sus lanzamientos secundarios están sobre la media. La curva y el cambio pueden ser picheos efectivos a medida que avance su madurez. También destacan su slider y el control en la colocación de los envíos.
Su comportamiento tranquilo en el box llamó la atención de los expertos, así como la proyección de su cuerpo y la acción del brazo de lanzar. Su coeficiente intelectual sobre béisbol es otra herramienta importante del cubano elogiada por los scouts. Los evaluadores lo proyectan como un lanzador titular en la parte superior de la rotación.
El talentoso lanzador abandonó el equipo cubano que participaba en el Liga Can-Am el pasado año. El joven diestro integró varios equipos nacionales cubanos en categorías inferiores y su nombre apareció en el famoso listado de los elegibles publicado por la federación de la isla.
Su actuación en series nacionales se resume a una sola temporada donde debutó por todo lo alto. En su estreno en la máxima categoría del béisbol antillano lanzó 7 entradas en blanco con solo 3 jits de los contrarios adjudicándose la victoria. Con el uniforme santiaguero inició 11 partidos acumulando 2 victorias y 3 derrotas y en 54 entradas y 2/3 dejó una efectividad de 3.79.
Es muy pronto para saber qué tan exitosa será su carrera en el mejor béisbol del mundo, pero sin duda estamos en presencia de un muchacho con enorme talento. Esperemos entonces que logre el difícil reto de convertirse en otro abridor cubano en las mayores.