Foto: Ricardo López Hevia
Por Juan Carlos Teuma Díaz
Precisamente hoy, 12 de abril, se cumplen cuatro décadas de que el estelar camarero Rey Vicente Anglada inscribiera su nombre junto a los de unos pocos jugadores de béisbol que han logrado batear dos cuadrangulares en un mismo inning.
La singular hazaña la realizó en un partido de la VI Serie Selectiva de Béisbol entre los conjuntos de La Habana y Matanzas, en el cual el capitalino se impuso a su similar yumurino en el Estadio Latinoamericano.
Uno de los vuelacercas del legendario número 36 fue con las bases llenas y resultó significativo que en esa misma entrada también la mandó más allá de los límites del terreno su compañero de equipo, Jorge Beltrán, quien igualmente encontró hombres en las tres almohadillas.
El raro acontecimiento de que dos peloteros del mismo elenco conectaran jonrones con las bases repletas y en un mismo capítulo aquella noche de abril de 1980 estuvo acompañado, además, del coincidente hecho de que, casi al unísono, en la propia fecha, los jugadores de Grandes Ligas Cecil Cooper y Don Money —de los Milwaukee Brewers— consiguieron idéntica actuación.
Como antecedente de aquel desempeño de Anglada, estuvieron los dos batazos de cuatro esquinas que salieron del madero de Modesto Gil siete años antes —el 18 de febrero de 1973— cuando vistiendo la casaca de Granjeros puso en órbita dos veces a la Batos frente a Constructores en el noveno episodio, también en el Coloso del Cerro.
Ninguno de los dos cuadrangulares de Gil fueron con las bases llenas: en el primero de ellos no halló a ningún hombre en circulación, mientras que en el segundo pudo impulsar hacia el home plate a dos compañeros.
Como datos curiosos vale destacar que Modesto Gil logró aquellos estacazos jugando como lanzador, y que esos fueron los únicos extrabases que archivó en su paso por nuestras series nacionales, certámenes en los que solo compiló 5 imparables en 33 turnos al bate.
En la temporada 2009-2010 —casi tres décadas después del registro alcanzado por Anglada el segundo sábado de abril de 1980— el santiaguero Alexei Bell también la despachó hacia las gradas dos veces en un mismo inning, y al hacerlo tuvo la satisfacción agregada de que en ambas ocasiones vació las tres almohadillas.
(Tomado de la Tribuna de la Habana)