Por: Yusseff Díaz
El cubano Yulieski Gurriel aunque es considerado un novato en las Grandes Ligas, es un pelotero muy experimentado. El espirituano se ha enfrentado ante el mejor pitcheo del mundo, en varias ligas y ha triunfado.
Gurriel ha tenido una postemporada de ensueños este año con los Astros de Houston. Sus 20 imparables representan la mayor cantidad para un antillano en los play-offs. Su jonrón en el quinto juego empató las acciones, despertó los bates de los tejanos y fue clave en la victoria de los Astros.
Combinado en 3 series esta postemporada está bateando .328 con 7 tubeyes, 1 triple, 2 vuelacercas y ocho remolcadas. En la campaña regular bateó .299 con 18 jonrones y 75 remolcadas.
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En el 2014 la Federación Cubana de Béisbol se abrió al profesionalismo y el Yuli firmó con las Estrellas de DeNa de la Liga Japonesa de Béisbol Profesional. En 62 juegos con el conjunto nipón, el antillano bateó .305 con 11 bambinazos y 30 remolcadas, pero por razones extrañas Gurriel no regresó a Japón, para una segunda temporada.
En sus 3 Clásicos Mundiales de Béisbol bateó. 294 con 5 cuadrangulares y 16 impulsadas. Gurriel fue un jugador clave en el subcampeonato de Cuba en el 2006.
En la Serie Nacional Cubana es una gloria del béisbol. En 15 Series Nacionales por con Sancti Spiritus y Industriales bateó .337 con 282 cuadrangulares y 1,135 carreras remolcadas. Gurriel es el jugador que ha tenido la segunda mayor cantidad de jonrones desde que el circuito cubano cambió al bate de madera en 1999. La mayor cantidad de jonrones por un jugador de la Serie Nacional con el bate de madera son los 300 del tunero Joan Carlos Pedroso.
Si el Salón de la Fama del Béisbol fuera como el de baloncesto donde combinan los logros del candidato en todas las ligas que ha jugado, Yulieski Gurriel sin dudas, estaría en el futuro, en Cooperstown.