Foto(Juventud Rebelde)
Por Heeney Figueroa
Fernando Sánchez González quizás sea uno de los peloteros más subvalorados de la historia de las Series Nacionales. A pesar de ser capaz de mantenerse y ocupar un sitio privilegiado en el imaginario de los aficionados, apenas se le reconoce por parte de las autoridades deportivas del país
El ilustre jardinero integrante de los equipos matanceros destacó por una brillante y extensa carrera de más de veintitrés años, donde no solo mostró todo su talento ofensivo, también hizo gala de una gran constancia en el terreno, de una manera de la que pocos atletas pueden presumir.
Fue integrante del mítico “Clan Sánchez” yumurino, y miembro del selecto club de los 2000 hits (2215), parámetro que lidero por varios años. Sus números de por vida, un astronómico .307 de ave, 280 cuadrangulares y 1223 carreras impulsadas lo convierten en uno de los peloteros más grandes del país.
Fernando, también fue seleccionado nacional por doce años en una época donde existía una calidad extrema en nuestros torneos domésticos y el fenómeno de la migración era casi inexistente, por tanto hacer un equipo Cuba era sumamente difícil. En la campaña 1977-1978 fue distinguido con el premio al “Jugador mas Valioso”, gracias a una extraordinaria campaña al bate. Distinción que repitió doce años más tarde en las postemporadas de 1991 y 1992, ambas en las que su equipo Henequeneros pudo obtener el título nacional.
Siempre que se hace una lista de los mejores por posición, su nombre figura tanto en el jardín central como en el izquierdo, posición en la que jugó mayoritariamente y en la cual, más de un especialista o aficionado, lo colocan a la cabeza por encima de colosos como Armando Capiró, Frederich Cepeda o Alfredo Despaigne.
A pesar de su abrupto retiro, y la falta de reconocimiento como entrenador de todas las categorías, el mítico pelotero no ha dejado de trabajar por más de treinta años en el desarrollo beisbolero de su provincia.
Esta vez, Fernando, tuvo la amabilidad de dedicar tiempo para compartir con los lectores de Play-Off Magazine muchos detalles polémicos e interioridades de su carrera y vida personal, así como sus valiosas opiniones de la actualidad de nuestro deporte nacional.
¿Cómo eran las condiciones de vida de los peloteros durante su etapa activa?
«La verdad es que se nos hacía muy difícil jugar al béisbol. Empezando por el transporte en aquellas terribles guaguas Girón, en las cuales teníamos que viajar hasta Santiago de Cuba, lo que equivale a 14 o 15 horas en la carretera, para después jugar al día siguiente a la 1: 30 de la tarde. Nadie es capaz de imaginar la incomodidad y el costo físico que teníamos que pagar al realizar esa travesía. Los asientos eran fijos, carecían de movilidad alguna y para colmo eran muy chiquitos y estaban hechos de un plástico súper duro. Para colmo, no tenían climatización alguna, así que te imaginaras lo difícil que era realizar un viaje de este tipo. Créeme que nuestro masajista trabaja muchísimo para ponernos en condiciones para poder jugar cuando llegábamos a nuestro destino. Por suerte llegaron unos ómnibus checos que estaban mejores, aunque cuando estos fallaban, ahí estaban las “Girones” esperando su momento.
La alimentación tampoco era la adecuada para un deportista de alto rendimiento. Quizás no era tan mala en cuanto en lo que nos daban de comer. Sin embargo, la elaboración era pésima en la mayoría de los casos. Además de que la atención en ocasiones dejaba mucho que desear, recuerdo perfectamente que cuando teníamos doble juego los domingos, teníamos que comernos la comida fría sin importar que fuera carne o sopa, los encargados de eso no se molestaban en calentarla. Los dormitorios eran en el mismo estadio, donde las condiciones eran pésimas en todo sentido. Imagínate que eran por lo general un cuarto grande donde dormían en literas de 30 a 35 hombres con dos ventiladores nada más. Estas condiciones de vida no eran acordes a nuestro nivel deportivo.
En la parte deportiva te diré que los bates eran de producción nacional, fundamentalmente de pino, los cuales se astillaban con facilidad. Las pelotas eran marca Batos y estas casi no avanzaban. Los guantes y los zapatos también distaban mucho de la calidad que usan los muchachos que juegan actualmente, los cuales no han hecho un swing y ya tienen zapatos Adidas
A pesar de esto y sin ánimo de comparar etapas, la calidad humana y deportiva era muy elevada. Se jugaba partido a partido con el corazón y lo dábamos todo en el terreno. Salíamos del país y no perdíamos un torneo. Además, todavía no se ha superado el nivel que tenía una Serie Selectiva. Por todas esas razones, la afición cubana que pudo vernos jugar, no nos olvida y nos recuerda con orgullo»
¿Defina cuál considera que fue su momento más feliz y la decepción más grande de su carrera?
«Mi momento más feliz fue, sin dudas, ganar la Serie Nacional con Henequeneros después de 18 años de carrera. Teníamos un equipo extraordinario y un gran director en la figura de Gerardo “Sile” Junco. Ese primer campeonato contra Santiago y después repetir al año siguiente en un momento donde la Serie Nacional tenía una gran calidad, fue algo muy grande para mí, por encima de cualquier otro logro.
La decepción más grande que he sentido no viene propiamente de mi carrera como pelotero. Fue cuando se hizo la selección de los cien mejores atletas del siglo XX y no se contó conmigo. Yo creo que no había razón para esto, porque entiendo que en esa lista había compañeros que estaban muy por debajo de mí en lo que a rendimiento se refiere. Yo no sólo gane esos dos campeonatos con Henequeneros, también gane dos Mundiales, tres Panamericanos, un Centroamericano y cinco Copas Intercontinentales. Realmente no puedo explicar qué método utilizaron para realizar esta lista, a lo mejor lo hicieron por amiguismo»
Con respecto a la decisión de su exclusión de este listado ¿Cree que alguna de las instituciones deportivas o algún funcionario en especifico que pertenezca a alguna de ellas, tiene algo en contra de usted?
Eso paso hace casi veinte años y todavía no he recibido una explicación oficial de por qué me dejaron fuera de la lista. Tampoco se quienes estuvieron presentes a la hora de confeccionaron esta lista. Estoy seguro que en esa reunión tenía que estar alguna representación de la Comisión Nacional de beisbol y estos eran los encargados de defenderme. No obstante, no lo hicieron, lo que me hace dudar seriamente de su conocimiento del béisbol. Quizás lo hicieron por votación y el hecho de ser matancero me perjudico, porque la provincia no tiene la cantidad de habitantes en comparación con otros territorios. Decirte que alguien tiene algo en contra de mí, sería ponerme a especular porque realmente no lo sé. Ya te dije que nadie se ha molestado jamás en acercarse a mí para explicarme nada.
Usted fue parte de ese tristemente célebre retiro masivo de mediados de los años 90 ¿Que sintió en ese momento y cree que podía haber continuado jugando?
«Lo primero es que en ningún momento se tomó en cuenta nuestro criterio al respecto. Simplemente fue una orden que bajo de la Comisión Nacional y las autoridades de la provincia nos lo comunicaron en plena competencia y ya está. La noticia me llegó cuando estábamos jugando en el Guillermón Moncada de Santiago y nunca olvidaré con el respeto que me trataron los dirigentes del gobierno, los contrarios y la afición santiaguera que se puso de pie a aplaudirme. Pero básicamente fue como te lo cuento, nos dijeron te vas tú, fulano y mengano, así de simple. No dieron tiempo a preparar el relevo de nosotros, ni nada, ya que fue algo sorpresivo, como es lógico el equipo cayó en un bache enorme.
Yo me sentía en condiciones de seguir jugando, estaba entero. En esa última campaña promedie para .350 y empuje setenta carreras con 42 años y sobreponiéndome al hecho de que ya conocía de antemano de que ese era mi último año, cosa que cualquiera se hubiera derrumbado psicológicamente»
¿Le hubiese gustado jugar en la MLB?
«Claro que me hubiera gustado. Date cuenta que cualquier atleta que juega y juega en una misma competición llega a un tope y de ahí el nivel no pasa. A todos los peloteros les gustaría probar su talento en la mejor liga del mundo para ver hasta donde uno puede llegar»
¿Alguna vez pensó en abandonar el país?
«Al menos en mi caso particular, nunca me paso por la cabeza irme del país, a pesar de que se me acercaron algunos scouts, sobre todo en los Centroamericanos de Medellín donde le hicimos 24 carreras a Puerto Rico en una entrada y yo batee la escalera
Mi principal motivo fue mi familia que éramos 13 hermanos en total. Además de mis padres, todos venimos de un humilde pueblo a 10 kilómetros de Jovellanos y sin la Revolución quizás seguiríamos allí. Mis padres me inculcaron todos los valores que debe de tener un ser humano, la honestidad la disposición al trabajo y siempre ser agradecidos ante todo»
Desde su perspectiva como entrenador de la Academia Provincial de Matanzas ¿Valore el crecimiento del béisbol en los últimos tiempos en esta provincia?
«Desde hace alrededor de 10 años no puedo definir la mentalidad de las autoridades del béisbol en el territorio, de otra manera que no sea, la del “Championismo”. Se han cansado de importar peloteros de otras provincias y eso ha dado como resultado que hemos perdido en la Academia a 29 peloteros jóvenes matanceros, todos con tremendas condiciones que se fueron del país, se fueron a otras provincias o simplemente dejaron el béisbol para siempre.
Demás está decir que eso no hace felices a los entrenadores. Solo nosotros conocemos el esfuerzo que nos lleva formar un atleta y en estos momentos ellos son los que tendrían que estar representando a la provincia.
Todos saben que aquí han traído a peloteros de 30 a 35 años que han ocupado el puesto de uno de nuestros muchachos, para en definitiva no resolver el problema. Yo me pregunto,
¿Hasta cuándo va a continuar esta situación?, realmente no soy capaz de responderme. No entiendo por qué no se le da un voto de confianza a los peloteros matanceros. Nosotros siempre hemos tenido grandes jugadores en todas las etapas.
Sería injusto de mi parte no reconocer la gestión de Víctor Mesa con el equipo, ya que este nos devolvió a una elite nacional que habíamos perdido y se preocupo todo lo que pudo por las condiciones de vida de los muchachos. Sin embargo, el problema de los importados fue una constante y se incrementó bajo su mandato
Tengo entendido que aparte de su labor en la Academia Provincial, también está al frente de un área de niños. ¿Comentenos al respecto?
«Si, después que termino de trabajar en la Academia atiendo a un grupo de 30 niños entre 5 y 12 años que no tienen posibilidades de entrar en la EIDE. Lo hago en compañía de otro profesor en un terreno en las inmediaciones de la Playa del Tennis. De allí salieron este año 8 niños para el equipo Matanzas que participó en el Campeonato Nacional de la Categoría Sub 12.
«Quiero destacar también la labor de los padres, los cuales son los que costean el béisbol a esas edades. Porque la dirección del INDER no se ocupa de esas categorías, son los padres los que se encargan de que los niños estén uniformados, con el calzado adecuado y con los implementos necesarios. Además de la alimentación que siempre es un problema.
Hago un llamado a las autoridades del INDER a nivel nacional para que se preocupen más de los niños que practican béisbol. Porque de ahí es de donde sale el futuro y cada vez que se pierde un talento es un golpe devastador para nuestro deporte nacional. Además que potenciar el entrenamiento en estas categorías, dará como resultado que los peloteros no lleguen con tantas dificultades técnicas al primer nivel como ocurre en la actualidad. Por mi parte yo seguiré trabajando con ellos porque cada vez que uno de ellos se pone el traje de Matanzas a cualquier nivel, yo me siento sumamente orgulloso»
Ya que lo menciona ¿Cuáles son las principales dificultades que usted identifica en el béisbol nacional?
«Voy a empezar por los lanzadores, los cuales están cometiendo balk hasta en los eventos internacionales a causa de sus deficiencias en la mecánica de picheo. Tienen dificultades serias con el control, a causa de la diferencia de la zona de strike que cantan los árbitros de aquí con respecto a la que se usa internacionalmente. La falta de pensamiento táctico, a nuestros lanzadores le batean muchísimo en conteo de 2 strikes sin bolas, cosa que te enseñan desde que empiezas a jugar.
También existen muchas lagunas defensivas alrededor del cuadro, me voy a referir en específico a Carlos Benítez que ha sido nuestra segunda base en los últimos tiempos, el cual batea sin dudas pero le he visto serios problemas a la hora de defender. Yo creo que debemos tapar las fisuras defensivas, ya que pongas al que pongas tampoco es que bateen demasiado a los lanzadores foráneos.
Yo soy de los que no se pierde un juego por la televisión en compañía de mi familia y me atormenta muchísimo cada vez que veo al equipo Cuba con Nicaragua. En mis 12 años con el equipo estos ni se nos asomaban al igual que otras naciones de la región»
¿Está de acuerdo con un equipo Cuba Unificado?
«Estoy de acuerdo al cien por ciento, si estos muchachos quieren jugar con nosotros y el gobierno de aquí los autoriza no veo problemas. Ciertamente creo que pudimos conformar un equipo que nos pondría de nuevo en el lugar de la élite al cual pertenecemos. Yo pienso que deberíamos rescatar a todos esos peloteros nuestros que están jugando y rindiendo por todo el mundo.
Por ello pienso que debemos de hacer todo lo posible por rescatar el acuerdo con la MLB para asegurar el futuro de nuestro deporte nacional y conservar esa alegría que siempre le ha traído a nuestro pueblo»
¿Se siente olvidado?
«Por supuesto que me siento olvidado, date cuenta que desde mi retiro soy entrenador de la Academia Provincial y solamente en una ocasión me han llamado para integrar el cuerpo de dirección de Matanzas en la Serie Nacional, en 1999 con Carlos Mesa como director. Pero no queda ahí, ya que jamás me han llamado para colaborar ni siquiera en la preselección de mi provincia.
Pero no solo soy yo, aquí las autoridades de la provincia nunca han contado para nada con las glorias del beisbol local y todos lo tenemos en mente. Imagínate que somos una provincia que cuenta con receptores que han sido campeones olímpicos y mundiales, jugadores de cuadro y jardineros que han bateado más de 2000 hits y lanzadores que tienen más de 200 victorias y le hacen caso omiso a ese hecho.
Los que si nunca me han olvidado son los aficionados, quienes me brindan su admiración y respeto a donde quiera que voy en este país. Eso significa que yo hice bien mi trabajo, porque en definitiva nosotros jugábamos para ellos»
¿Usted es feliz?
«A pesar de todo te digo que sí, porque tengo una familia maravillosa que me llena de felicidad todos los días. Principalmente mi esposa, la cual a estado a mi lado en todos los momentos difíciles de mi vida y que está pendiente de todo lo que he logrado, ella conoce mis estadísticas mejor que yo.
Además de todos mis hermanos, los cuales siempre nos hemos cuidado los unos a los otros desde muy jóvenes. Ojala todas las familias cubanas fuesen así»