POR JORGE EBRO
Yordan Álvarez no está tocando la puerta de Grandes Ligas. La está derribando. Pero esa última barrera para alcanzar al equipo de lujo en Houston todavía aguantará un poco más, mientras la siga custodiando uno de sus más ilustres compatriotas. Y quién sabe si más de uno.
La temporada de Liga Menor cuanto con apenas cuatro juegos y Álvarez acumula la misma cantidad de cuadrangulares, con seis impulsadas y una portentosa línea ofensiva de .357/.400/.1,214, mientras su OPS alcanza un número de espanto: 1,614.
Sin duda, Álvarez no podrá continuar con ese paso, pero su éxito de hoy no es casaulidad ni euforia momentánea, porque desde que este chico de Las Tunas firmó con 17 años para unirse a la organización de Houston, no ha hecho otra cosa que elevarse por encima de sus iguales.
En tres temporadas en la granja de los texanos, Álvarez ha logrado una línea ofensiva de .302/.381/.521 con OPS de .902. De Clase de Novato a A Avanzada, de Doble A a Triple A, donde ha llegado ha bateado más que nadie y de manera consistente.
Su selección de pitcheos cada vez es más inteligente, su paciencia en la caja se fortalece. Se trata de un slugger que sabe trabajar los conteos cada vez que viene a empuñar y en Houston no se cansan de elevar reportes que confirman su desarrollo.
Ya en par de ocasiones fue elegido al Juego de las Estrellas del Futuro y, de continuar así, habrá de conquistar un viaje más a ese choque previo al Juego de las Estrellas de Grandes Ligas. La pregunta en torno a Álvarez no es cómo, sino cuándo.
¿Quién defiende la inicial de los Astros? Nada más y nada menos que Yuli Gurriel, quien no será agente libre hasta el 2020 y quien, al escribir esta nota, bateaba ya para .303 en plenitud de sus poderes como pelotero estelar. Nada indica que su curva de rendimiento comience a declinar.
¿Quién le dio descanso a Gurriel el domingo? Aledmys Díaz, quien en su condición de utility pudiera defender esa posición en múltiples oportunidades para facilitar el reposo de su compañero y compatriota. De modo que la puerta, por mucho que golpee Álvarez, sigue en pie. Esa es una suerte de dilema agradable.
Los Astros tampoco están presionados por subir a Álvarez. Ese es el beneficio de comenzar temprano el camino profesional. Con apenas 21 años, el tunero bien pudiera seguir templando sus armas en las Menores en espera de alguna oportunidad que habrá de llegar más temprano que tarde.
Y en el peor/mejor de los casos, Houston pudiera utilizar a Álvarez como pieza de cambio, porque el resto de las franquicias toman nota y saben quién es quién y qué proyección posee. En otras organizaciones, hace rato que Álvarez habría derribadado cualquier puerta y estaría cómodamente instalado en la inicial….¿Miami?