Juan Carlos Calvo, primer beisbolista pinero en llegar a los 1000 hits. Foto: Archivo.
Por Lázaro Machín Pérez
Está demostrado que una pelota lanzada a 90 millas por hora, que tarda un aproximado de medio segundo en llegar a su destino, exige de los bateadores movimientos casi perfectos para poder conectar.
Tal es el caso que desde que el equipo de la Isla debutó en la XVII Serie Nacional frente a Industriales aquel domingo 18 de diciembre de 1977, han vestido su franela 164 bateadores, todos con un mismo fin: llegar a ser titular pegándole bien a la bola para lograr el anhelado hit de todo bateador; sin embargo, hasta la fecha solo diez han logrado compilar 1 000 indiscutibles o más en su carrera, y dos de ellos exclusivamente sobrepasan la envidiable marca de los 2 000.
En la lista dos nombres aparecen cuando se discute acerca de quién ha sido el mejor bateador de la historia local: Michel Enríquez Tamayo y Alexander Ramos Rabel.
Ambos están entre los laureados; el Súper 12 es para muchos uno de los mejores bateadores que han pasado por los clásicos nacionales, casi siempre concluía las campañas con excelentes promedios, posee los récords de 152 indiscutibles en una temporada y dobles de por vida con 437, además de tres títulos de bateo y sin ser ese gran slugger consigue finalizar su carrera con más de 160 cuadrangulares.
Párrafo aparte merece Alexander, quien posee una marca de 1 112 partidos jugados de manera consecutiva, uno de los sellos imborrables de la pelota cubana. El exintermedista fue otro fenómeno madero en mano, que logró en dos ocasiones ser líder en hits, acostumbrado a batear por encima de 300 con un estilo diferente, pues fue un bateador de líneas, sobre todo para la banda derecha, con una habilidad extraordinaria.
Uno que se mantiene activo, Luis Felipe Rivera, continúa escribiendo historia en el béisbol pinero y pudiera convertirse en el próximo en arribar a los 2 000 indiscutibles. Un metódico jugador por excelencia, con más de 400 de slugging y 79 cuadrangulares, demostró el pasado año que a pesar de su veteranía es capaz de enfrentar un alto nivel de picheo al terminar con 286 de promedio ofensivo y solamente dos errores en 267 lances.
Pablo Pérez, jugador carismático y bateador espléndido, sobre él se puede escribir un libro, pues fue la ciencia del bateo, analizaba los elementos necesarios, enfatizando en la técnica y el pensamiento táctico. Llegó a integrar la preselección nacional; primero como lanzador y más tarde como jardinero, mérito que lo colocó entre los mejores del país.
Vladimir García, por su parte, comenzó su carrera deportiva con el equipo Forestales, conectó 89 jonrones, remolcó más de 600 carreras, fue un receptor que, en sus inicios, disfrutó de pocas oportunidades.
Pero si un pelotero llegó a convertirse en un ícono ese fue Juan Carlos Calvo, El mocho. Para muchos fue el pelotero más grande de la Isla en la década del ’80, jugó con los equipos de La Habana y Agropecuarios varias Series Selectivas siempre como titular. Calvo fue el primer pinero en llegar a los 1 000 hits y sus números fueran aun mejores si no hubiera segado su carrera deportiva.
Por su parte el jardinero Orlis Luis Díaz era muy agresivo en el terreno, por sus fortísimos deslizamientos y sus largas conexiones, un jugador que no creía en nombres, siempre salía con el mismo ímpetu. Sus estadísticas hablan por sí solas: bateó sobre 300 durante 18 temporadas, fue líder en hits e impulsadas en una campaña, además 827 carreras remolcadas de por vida, lo que lo convierten en uno de los más grande de la historia del béisbol local.
Historia triste la de Yoanis Pérez, hermano de Pablo y Pedro. Siendo este un jardinero de espectaculares fildeos y uno de los buenos bateadores, nunca fue tomado en cuenta para las selectivas. Muchos argumentaban que había copiado el estilo de su hermano Pablo, porque era un bateador natural, ha sido el único jardinero pinero que ha jugado más de 20 temporadas (21).
Fue Juan Carlos Moreno toda una sensación, llegó a convertirse en uno de los mejores torpederos del país, sus movimientos alrededor del campo corto eran magistrales; un pelotero completo, buen bateador y muy querido por la afición por su sencillez y modestia.
Ver a Dainier Gálvez en el terreno garantiza un gran porciento de la victoria, ya que se ha convertido en un jugador inspirador, de mucha picardía y viveza, bateador peligroso en momentos claves, que estimula al resto del equipo.
Llegar a 1 000 indiscutibles o más es sin duda un premio, sobre todo a la consistencia y entrega.
La siguiente relación es una muestra de ello.
No | Jugador | SN | VB | H | AVE | Pro/SN | Pro/VB |
1- | Alexander Ramos | 18 | 5 980 | 2 030 | 339 | 112,78 | 2,95 |
2- | Michel Enríquez | 22 | 5 692 | 2 026 | 356 | 92,09 | 2,81 |
3- | Luis Felipe Rivera | 24 | 6 406 | 1 940 | 303 | 80,83 | 3,30 |
4- | Orlis Luis Díaz | 18 | 4 836 | 1 517 | 314 | 84,28 | 3,19 |
5- | Juan Carlos Moreno | 15 | 4 925 | 1 417 | 288 | 94,47 | 3,48 |
6- | Yoanis Pérez | 21 | 4 366 | 1 253 | 287 | 59,67 | 3,48 |
7- | Vladimir García | 18 | 4 169 | 1 187 | 285 | 65,94 | 3,51 |
8- | Juan C. Calvo | 13 | 3 785 | 1 137 | 300 | 87,46 | 3,33 |
9- | Dainier Gálvez | 16 | 3 968 | 1130 | 285 | 70.62 | 3.51 |
10- | Pablo Pérez | 14 | 3 490 | 1006 | 288 | 71.86 | 3.47 |
Estadísticas de Ariel y Armando Iglesias Coto
(Tomado de Victoria)
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