Para quienes han desconectado un poco de la 56 Serie Nacional de Béisbol entre choques suspendidos, refuerzos y Juego de las Estrellas, les recuerdo algo: estamos viviendo un campeonato completamente fuera de lo común, en el cual un equipo ha perdido solo tres veces en 45 presentaciones, y la última ocasión en que cayó fue el 14 de septiembre, hace ya más de un mes.
Estamos viviendo un campeonato histórico, porque ese propio plantel ha ganado más juegos (42) que Mayabeque (38) en los últimos ¡tres años!, eslabonando primero una cadena de siete victorias, luego otra descomunal racha de 18 triunfos en línea, y ahora anda con una seguidilla de 15 sonrisas.
No dude usted, esos son los Cocodrilos de Matanzas, el «coco» de la Serie Nacional, el rival a vencer, el elenco que salió airoso en sus 15 duelos particulares con 12 barridas, sobre quienes todos se preguntan: ¿se puede realmente vulnerar su dominio?
A simple vista costará mucho trabajo, porque ahora Víctor Mesa tendrá bajo sus órdenes a un abridor de experiencia en Frank Montieth, un relevista de garantía con Danny Aguilera y fuerza adicional en su ya productiva alineación. El timonel nos adelantó que abrirá con buena parte de sus jugadores, pero no descarten ver más temprano que tarde nuevos maderos en el orden.
William Saavedra es el bateador que todo conjunto desea en partidos decisivos, el zurdo Stayler Hernández encaja a la perfección entre muchos derechos, mientras Juan Carlos Torriente ofrece variantes defensivas y ofensivas gracias a su versatilidad, rapidez y picardía.
A los eternos detractores de Matanzas les guardo una noticia: ellos no jugarán con cinco refuerzos, sino con seis, porque ya entrará en acción Yurisbel Gracial, hombre que puede acercarse a la decena de jonrones, las 20 bases robadas y las 40 impulsadas en el centro de la alineación yumurina. Por cierto, otro aviso, el derecho Joel Suárez también se incorporará al cuerpo de lanzadores y será un brazo adicional para satisfacer los planes estratégicos de Víctor.
Entonces, ¿se puede derrotar a Matanzas? ¿Consiguieron los rivales las herramientas adicionales necesarias para superar en algún compromiso a los yumurinos? A continuación repasamos el nuevo rostro de cada elenco en pie.
Ciego de Ávila: Creo que los Tigres están condiciones de plantearle la guerra a los yumurinos, con su oxigenada rotación de los derechos Vladimir García, Vladimir Baños, Dachel Duquesne y Raidel Martínez, la cual se apoyará en una ofensiva que añadirá un zurdo de poder (Edilse Silva) y un fiero competidor (Donal Duarte). El mentor Roger Machado estuvo muy atinado a la hora de cubrir sus puntos débiles, y ahora también dispondrá del mejor cerrador de la pelota revolucionaria (José Ángel García), otra razón de peso para pensar que logrará vencer a los Cocodrilos.
Villa Clara: Los Azucareros se blindaron con la experiencia de Yosvani Torres, Alexander Malleta, Michael González y Reinier León, además del brazo prometedor de Yaifredo Domínguez. Sin embargo, hay un riesgo latente aquí, pues los dos serpentineros pinareños solo ganaron tres juegos con ocho derrotas y efectividad combinada superior a las cuatro limpias; Malleta logró seis remolques cuando Industriales estaba con la soga al cuello, y León quedó muy por debajo de todos los promedios de la liga. Michael sí aportó números estelares, pero dependerá mucho del acople y rendimiento de los demás para colocar a los Naranjas entre los favoritos.
Granma: Carlos Martí, en mi criterio, fue el mentor que mejor pidió los refuerzos. En la lotería se llevó dos brazos estelarísimos con Miguel Lahera y Yoalkis Cruz, sinónimos de potencia y trabajo constante, y al mejor receptor defensivo del país (Frank Camilo Morejón). Denis Laza, siempre muy efectivo como refuerzo, añadirá dinamismo a la alineación, mientras Leorisbel Sánchez debe enfocarse en su labor de relevista situacional contra zurdos. No olviden algo, a este equipo se sumará Roel Santos y más adelante Alfredo Despaigne, dos armas de mucho calibre para torpedear a los Cocodrilos. Cuenten con los Alazanes para la postemporada.
Holguín: Un plantel silencioso, que sin grandes nombres ha logrado excelentes resultados. A partir de ahora tendrá un zurdo muy productivo en el orden (Yusniel Ibáñez) y un comodín de garantías en el bullpen con Liván Moinelo, pero no me fio tanto de la estabilidad de sus nuevos abridores: Noelvis Entenza, Wilber Pérez y Dayron Riera. Sin embargo, el director técnico Noelvis González ha sacado «petróleo» de cada hombre y no dudemos que ahora pueda hacer lo mismo. Para mí, estarán en la lucha por el cuarto boleto clasificatorio junto a Villa Clara y Camagüey.
Camagüey: Poder (Rafael Viñales), experiencia (Yordanis Alarcón) y explosividad (Julio Pablo Martínez) pueden ayudar a los agramontinos a remontar posiciones desde el sexto lugar, apoyados también en la labor del mejor pitcher del campeonato, Erlis Casanova. A Danny Betancourt lo veo como una incógnita absoluta y solo los días nos dirán sí el manager Orlando González dio en la «tecla» con su elección. Más allá, el ímpetu de los Toros y su sólida base les permitirán plantarle férrea batalla al más potente rival.