POR JORGE EBRO
Albert Almora Jr. solo tiene un deseo en mente: volver a ser campeón con loss Cachorros. No le hablan de metas personales que no existen. Para el chico de Miami primero está el equipo y luego lo que él pueda lograr rumbo a ese fin. Todavía recuerda aquellos momentos del título del 2016 y una alegría le recorre el cuerpo.
“Eso es lo único que deseo, ser campeón nuevamente”, apuntó el cubanoamericano de visita en su casa para la serie inaugural del 2018. “Todo lo que pueda desear yo para mí no tiene importancia. Quiero ser campeón con este club”.
Más allá de sus deseos, esta puede ser una campaña definitoria para Almora, quien desde su irrupción en Grandes Ligas en el 2016 se ha visto relegado al puesto de cuarto jardinero, un útil reemplazo especialmente en situaciones defensivas.
Para esta temporada, Almora compartirá tiempo de juego con Ian Happ en el jardín central y Kyle Schwarber -un verdadero peligro con un guante en la mano- en el izquierdo, aunque Chicago espera que el muchacho nacido en Hialeah Gardens de un paso adelante y ocupe más tiempo de juego.
Al menos, Almora les ha hecho ver a los Cachorros lo conveniente de situarlo contra lanzadores zurdos, a los cuales les conectó para .342 en la contienda pasada, de ahí que lo pusieran en la alineación de viernes frente a Caleb Smith y muy probablemente la de domingo ante Dillon Peters.
“Albert desarrolló mucho en la temporada pasada”, expresó en Miami el presidente de los Cachorros Theo Epstein. “Comenzó a verse mejor ante los lanzadores derechos y dejó de perseguir la slider para mejorar su estilo ante esos tipos. Estoy ilusionado de lo que puede hacer a lo largo de una temporada completa”.
Si en el 2016 Almora solo consumió 117 turnos, en el 2017 compareció en la caja de bateo en 323 ocasiones, algo que pudiera sobrepasar ahora si se cumplen las expectativas de Chicago para la ex estrella de Mater Academy y jugara en seis equipos nacionales durante su estancia en preuniversitario.
Por el momento, Almora se siente feliz de iniciar esta campaña en Miami delante de sus familiares y amigos, mientras sueña con ese segundo anillo de campeón.
“Me encanta como está el equipo, lo unidos que estamos”, apuntó Almora, de 23 años. “Pero estar aquí en Miami es un orgullo, mi primer Opening Day en casa. Es una gran emoción estar aquí delante de mi padre y mi gente”.