Autor: Norland Rosendo
Si de algo puede jactarse el béisbol cubano en la actualidad es de su sistema de competencias: todas las categorías tienen un torneo nacional, y a veces, como sucede ahora, coinciden varios a la vez y dentro de poco serán más, pues al torneo 15-16 y al juvenil se sumará el sub-23 desde el 1ro. de abril. Enhorabuena.
Según Rolando Basulto, jefe técnico de la categoría juvenil, el actual certamen es uno de los mejores de los últimos años, no solo por el mejoramiento de las condiciones materiales, sino por la disciplina de los equipos y la calidad de muchos de los posibles talentos.
En la justa intervienen 16 equipos, uno por cada provincia más Isla de la Juventud, distribuidos en grupos de cuatro. Tras concluir los 36 juegos de la fase preliminar, los líderes de cada llave más los dos mejores segundos lugares avanzarán a la postemporada, prevista del 13 al 19 de junio en Cienfuegos. Allí se efectuará una vuelta de todos contra todos, y discutirán la corona los dos punteros, mientras los que queden en los sitios tres y cuatro se enfrentarán por el bronce.
A falta de dos subseries, Habana (19-11), Cienfuegos (18-12), Camagüey (17-13) y Santiago de Cuba (25-5) encabezan sus respectivas llaves, mientras Granma (22-7) y Pinar del Río (18-11) se mantienen con las mejores opciones de acompañarlos en la siguiente ronda.
En el mes de mayo no habrá juegos, pues coincide con el período de exámenes de los atletas, y ese lapso será aprovechado por los clasificados para entrenar y seleccionar tres refuerzos.
Entre las individualidades, sobresalen los receptores Julio César Noguera (CMG), de buenas prestaciones a la defensa y un bateador de tacto y fuerza; José Abilio Ferrer (SCU), con mucha potencia en su brazo y un average ofensivo por encima de 300, así como el capitalino Gustavo Urgellés, de buen bate y uno de los que más sobresale con la mascota.
El área de los lanzadores es una de las que más prospectos tiene, pues destacan los indómitos Ubert Mejías y Norge Carlos Vera, a los que les han marcado 92 millas en la recta, y en el caso del segundo con una mecánica de pitcheo semejante a la de su papá (Norge Luis). Ambos ya han hecho exhibiciones para cazatalentos japoneses.
También Basulto elogió a los zurdos Yorlián Rodríguez (CAV), de notable control y dominio de varios pitcheos: recta, cambio y rompimientos; Edelso Alberto Montesinos (SSP), quien ha propinado cinco lechadas, y Andy Marlon Pérez (HAB), cuyos pitcheos rondan las 89 millas.El directivo ponderó además a varios jardineros, uno de ellos, Víctor Mesa, es líder en varios departamentos ofensivos, tiene mucho oficio y, según cuentan, su papá ha quedado absorto con las dimensiones de sus jonrones.
«A esa edad yo no daba esos batazos», dijo.Otro es el camagüeyano Loidel Chapellí, capaz de defender los jardines y la segunda base, y a quien no le quieren lanzar por la contundencia con la que golpea la bola. Encabeza las bases por bolas con más de 25.
Un tercer patrullero al que se debe seguir es el pinareño Carlos Pelegrín, pues descuella por la cobertura de terreno, la potencia del brazo y sus números con el madero.
Sin embargo, Basulto reconoció que se trabaja con intencionalidad en el área del cuadro, donde los resultados no están a la altura del resto de las posiciones.
Este año el calendario internacional contempla el Campeonato Panamericano, que otorgará cuatro boletos para el Mundial de 2019. En la última edición continental, la selección cubana quedó segunda, a la zaga de Estados Unidos; y en la pasada cita del orbe ocuparon el sexto puesto.