CLEVELAND — Tanto los Cachorros de Chicago como los Indios de Cleveland pueden quedarse tranquilos tras haber apostado a ganador cuando cedieron a sus mejores prospectos a los Yanquis en plena temporada para adquirir a Aroldis Chapman y Andrew Miller.
Adquiridos en julio, antes de la fecha límite de cambios, ambos zurdos han sido los relevistas dominantes de la Serie Mundial.
Con su fulminante recta de 100 millas por hora, el cubano Chapman es el principal responsable de que los Cachorros aún sigan con vida en el Clásico de Otoño. Su rescate de ocho outs preservó el domingo la victoria 3-2 que mantiene a Chicago con la ilusión de voltear un 3-2 en contra en Cleveland. Fue la primera vez que entró a lanzar en un séptimo inning desde que el 17 de mayo de 2012 malogró un salvamento para los Rojos de Cincinnati ante los Mets de Nueva York.
Y el manager de los cachorros, Joe Maddon, afirmó el lunes que el cerrador cubano estaría disponible para otro relevo largo en el sexto juego.
«Hablaré con él mañana», comentó el piloto. «Es un chico muy fuerte… escucharé lo que me dice, pero apuesto que él probablemente opinará que estaría listo para dos innings. Ya veremos mañana».
Los dos innings y dos tercios fueron la actuación más larga de Chapman en su carrera de siete años. La previa fue esta misma campaña cuando aún estaba en Nueva York, cubriendo dos innings y un tercio el 9 de julio contra –por cosas del destino–los Indios. Tres semanas después fue canjeado a Chicago a cambio del cotizado torpedero venezolanoGleyber Torres.
En esa misma semana, el 31 de julio, Cleveland completó la adquisición de Miller por Cliff Frazier, un prometedor jardinero.
Las funciones de ambos en sus nuevos clubes no cambiaron: Chapman como el cerrador en Chicago y Miller de preparador de mesa deCody Allen con los Indios.
En los playoffs, Miller ha sido empleado mucho antes del octavo, incluso en el quinto, y totaliza 17 innings lanzados, con apenas una carrera limpia permitida. Con sus 29 ponches este octubre, Miller dejó atrás el récord para un relevista en la postemporada que el venezolano Francisco Rodríguez (28) fijó en 2002 con Anaheim.
«Creo que el impacto que hemos tenido ha sido enorme», destacó Chapman, de 28 años. «Los dos equipos dieron atletas de gran calidad por nosotros. El objetivo era ganar y confiaron en nosotros. Creo que hemos hecho un buen trabajo y eso se ve con estos dos equipos que han llegado hasta aquí, luchando para ganarlo todo».
«Ninguno tenía control sobre dónde podíamos acabar. Esto es un negocio, pero al final nos cambiaron a equipos con grandes aspiraciones», añadió Miller, de 31 años.
Mientras en Nueva York buscaban revitalizar su nómina, Chicago y Cleveland apuntaban a objetivos inmediatos. Los Cachorros quieren conquistar su primer campeonato desde 1908 y Cleveland ambiciona su primero desde 1948.
Pero la situación refleja también la clase de bullpen que tenían los Yanquis, donde Dellin Betances, Miller y Chapman conformaban un trío que garantizaba la victoria si llegaban al séptimo con la ventaja.
«Era un bullpen fuera de serie, algo que no se ve muy seguido», resaltó Luis Cessa, un derecho mexicano que coincidió con los dos en Nueva York esta campaña y que en la Serie Mundial funge como comentarista de Fox Deportes. «Ahí están. Son los dos mejores relevistas en esta Serie Mundial».
De su experiencia con ambos, Cessa recordó los estilos distintos.
«Miller tiene como la costumbre de hacer mecánica con la toalla temprano en el juego. Se sube al montículo y, en vez de tirar la bola, lo hace con una toalla. Chapman tiene la rutina de hacerlo con una bola pesada, antes de empezar con la bola normal. Son estilos diferentes. Miller con una recta poderosa, pero también con un slider venenoso y Champan con la velocidad que tiene y cada vez mejor con sus lanzamientos rompientes».