La NPB, principal liga de béisbol de Japón, se encamina a presenciar la Serie de Japón entre los Búfalos de Orix, vigentes monarcas, y los Tigres de Hanshin. Este año seis cubanos vieron acción en este circuito, en cifra menor a la habitual en los últimos años. En esta primera parte repasamos la labor de los bateadores cubanos en la que muchos consideran como la segunda mejor liga a nivel global:
Alfredo Despaigne (# 25, Fukuoka SoftBank Hawks): Regreso y adiós. Así se puede resumir la campaña del granmense en el béisbol japonés. Firmado como un refuerzo de emergencia ante la sequía ofensiva de los toleteros latinos de SoftBank (los venezolanos Willians Astudillo y Freddy Galvis), Despaigne quedó muy lejos de lo hecho en años anteriores y, sea por lesiones o por bajo rendimiento, cerró sus posibilidades de extender su presencia en la NPB. En 20 encuentros bateó apenas para .071 (tres imparables en 42 turnos legales), sin anotadas ni empujadas, tampoco extrabases, tres bases recorridas, con siete boletos y ponches, OBP de 204, slugging de .071, OPS de 276 y promedio de .000 con corredores en posición anotadora. Todo se acabó. Algo mejor se vio con la segunda escuadra en la Liga Occidental, al batear 232 (56-13) en 19 duelos, con cuatro anotadas, tres dobles, dos vuelacercas, nueve remolcadas, diez boletos, once ponches, 348 de OBP y 393 de slugging. Su elenco avanzó a la postemporada al quedar tercero en la Liga del Pacífico (71-69 y tres empates) pero Despaigne no fue convocado para esa instancia y los Halcones cayeron en la primera eliminatoria 1-2 ante los Marinos de Chiba Lotte. Así cerró, con marcado acento gris, la carrera de uno de los mejores jugadores cubanos en la historia de la NPB.
Números de por vida en la NPB (2014-2023):
AVE: 261, C: 410, H: 789, 2B: 121, HR: 184, CI: 545, SLU: 485, JJ: 878.
Ariel Martínez (# 2, Hokkaido Nippon-Ham Fighters): Ni Despaigne ni Viciedo, sorprendentemente el mejor cubano a la ofensiva en Japón este año fue el receptor yumurino. En su nueva escuadra adquirió mayor responsabilidad y tiempo de juego que lo obtenido antes con Chunichi y respaldó esa confianza con buenos dividendos. En 119 juegos bateó 246 (95 imparables en 386 turnos legales), con 39 anotadas, 24 dobles (sexto en la Liga del Pacífico, igualado con Tomoya Mori, de Orix y Hisanori Yasuda, de Chiba Lotte), 15 jonrones (décimo en la Liga del Pacífico, empatado con el estadounidense David MacKinnon, de Seibu), 164 bases recorridas, 66 carreras empujadas (sexto en la Liga del Pacífico), cuatro intentos de robo frustrados, tres flys de sacrificio, 44 boletos, 99 ponches (décimo en ese circuito, igualado con Ryosuke Tatsumi, de Rakuten), 338 de OBP, 425 de slugging, 763 de OPS, promedio de 344 con corredores en posición anotadora y cuatro errores a la defensa. Sin llegar a la excelencia cumplió con las expectativas de su conjunto y firmó, por mucho, su mejor campaña en la NPB. Dentro de los latinos fue segundo en dobles (solo superado por los 32 del dominicano Domingo Santana, con Yakult), boletos (idéntica cifra a Santana), OBP (detrás de los 360 del quisqueyano) y OPS (a la escolta de Santana, que exhibió 844), tercero en average y remolcadas (igualado con el propio Santana) y cuarto en juegos jugados, veces al bate, anotadas, hits, jonrones, bases recorridas y slugging. Dentro de los Luchadores fue segundo en cuadrangulares y remolcadas, solo superado por Chusei Mannami (25 HR, 74 CI). Por primera vez participó en la Serie de las Estrellas y por su desempeño ganó el premio Espíritu de lucha del segundo partido de la Serie, siendo el primer receptor extranjero con ese lauro (otorgado a jugadores sobresalientes que no fueron el MVP del duelo) en la historia. Su elenco no avanzó a los play off al quedar último en la clasificación de la Liga del Pacífico (60-82 y un empate).
Números de por vida en la NPB (2020-2023):
AVE: 261, H: 213, 2B: 45, HR: 27, CI: 110, OBP: 347, SLU: 417, JJ: 288.
Dayán Viciedo (# 66, Dragones de Chunichi): El villaclareño empezó el año viendo en peligro su titularidad en la escuadra ante la contratación de nuevos refuerzos latinos y, a la postre, ni ellos ni Viciedo pudieron firmar un papel decoroso. En 91 compromisos bateó 244 (77 hits en 315 veces al bate), con 20 anotadas, nueve dobles, seis cuadrangulares, 104 bases recorridas, 23 remolcadas, 27 boletos, 41 ponches, 311 de OBP, 330 de slugging, 641 de OPS, promedio de 205 con corredores en posición anotadora y cuatro errores a la defensa. Notablemente fue su peor campaña en la NPB y ello enciende las alarmas con vistas a su último año con contrato vigente en el torneo. Como momento de mayor destaque tenemos que se convirtió en el segundo cubano en arribar a la cifra de 1000 hits en la NPB, tras Roberto Barbón. Mejor lució con el segundo plantel en la Liga Occidental, al ligar para 360 (50-18) en quince desafíos, con seis anotadas, siete dobles como únicos extrabases, similar cifra de impulsadas, cuatro boletos, seis ponches, 411 de OBP y 500 de slugging.
Números de por vida en la NPB (2016-2023):
AVE: 288, C: 417, H: 1003, 2B: 184, HR: 138, CI: 547, TB: 1607, OBP: 354, SLU: 462, JJ: 943.