Tomado de MartiNoticias
The New York Times publica este domingo un reportaje sobre la posibilidad de restaurar para el 2017 el vínculo profesional de béisbol entre Cuba y EE. UU, compartido en el pasado por ambos países, pero apunta que ello sólo sería posible de acuerdo con las leyes de Estados Unidos y con la plena participación de Cuba.
Para ilustrar tiempos mejores entre el béisbol profesional estadounidense y Cuba, el New York Times publica una foto de Fidel Castro con los Millers de Minneapolis, un club de la liga menor, en La Habana en 1959.
Más de medio siglo ha pasado desde que losHavana Cubans Kings o Cubans Sugar Kings, un afiliado de los Rojos de Cincinnati, fueron objeto de disparos por parte de los seguidores del revolucionario Fidel Castro, en las celebraciones por el 26 de julio, y una bala rozó a un torpedero y a un entrenador de tercera base durante un juego contra los Red Wings de Rochester. Más de medio siglo también desde que La Habana ganó en 1959 la Pequeña Serie Mundial contra los Millers de Minneapolis, justo en su patio.
La idea de volver a esos días, con ausencia de los disparos, puede sonar a algunos como castillos en el aire, dado el embargo estadounidense contra el régimen comunista de Cuba. Pero el presidente Barack Obama y el general cubano, Raúl Castro, anunciaron planes en diciembre pasado para restablecer relaciones diplomáticas – un primer paso vacilante hacia la normalización de las relaciones – y algunos ven una oportunidad para una exención del embargo para los negocios relacionados con la pelota.
Es más, asegura el diario, el líder entusiasta de este grupo, un ejecutivo veterano de la liga menor llamado Lou Schwechheimer, ha pasado los últimos doce años de su vida preparándose para un momento así. Ha asegurado los derechos exclusivos de la Liga Menor de Béisbol para cuando regresé el béisbol profesional a La Habana. Él ha reunido este grupo, llamado la Iniciativa de Béisbol del Caribe, que incluye a dos ex embajadores estadounidenses de gran prestigio. Ha obtenido la autorización necesaria de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro. Ha obtenido además capital considerable para la empresa. Schwechheimer dijo New York Times: «Tenemos los recursos financieros para adquirir equipos de ligas menores adicionales, uno de ellos en última instancia puede terminar en La Habana -. Pero sólo en el momento adecuado»
Hasta ese momento apropiado, Schwechheimer y sus socios planean continuar sus misiones llevando minibús a Cuba, escuchar, explicar y buscar un socio en una empresa conjunta de béisbol. «Pero sólo con respeto y cuando Cuba está dispuesta», dijo. «Nosotros no vamos a ser los americanos feos.»
Durante su viaje a La Habana, los estadounidenses sostuvieron encuentros con ex diputados a la Asamblea Nacional de Cuba, funcionarios de la federación beisbolera y se les prometió una entrevista, que nunca se realizó con Antonio Castro. The New York Times destaca que el administrador del Hotel Nacional le prometió una habitación en caso de que necesitaran un local para la reunión con el hijo de Fidel Castro.
Un funcionario del Departamento de Estado dijo al diario estadounidense en un correo electrónico que la Embajada de Estados Unidos en La Habana era consciente de los esfuerzos de las instituciones privadas como la Iniciativa de Béisbol del Caribe para aumentar los lazos entre los dos países, y describió el béisbol como»una excelente vía para la diplomacia deportiva y la creación de buena voluntad entre nuestros pueblos».
El funcionario escribió: «Las conexiones que nuestros países ya tienen en el béisbol crean un vínculo común, y el aumento del flujo de los jugadores y la competencia amistosa promueve el objetivo estadounidense de mejorar las oportunidades para el pueblo cubano.»
Pero, irónicamente, funcionarios de la Federación Cubana de Béisbol se negaron a hablar sobre el tema, y una solicitud de comentario a la Embajada de Cuba no fue respondida.