POR JORGE EBRO
Después de la vorágine de cambios, una de las primeras cosas que hizo Odrisamer Despaigne fue conversar con Marcell Ozuna. En el plano personal, el golpe ha sido duro de encajar para el lanzador cubano y el resto de los Marlins. Ver partir a estrellas, pero sobre todo amigos, es algo que no se olvida así como así.
Sin embargo, en lo deportivo el ex pitcher de los Industriales quiere mantener su mente limpia de cualquier prejuicio y toma este momento con el mismo espíritu competitivo de siempre.
“Se nos fueron amigos, pero también se nos fueron 100 jonrones, más de 200 impulsadas, más de 300 anotadas, nadie sabe lo que puede pasar”, expresó Despaigne. “No voy a cuestionar nada de lo que se está haciendo, si estuvo bien o mal. Ya pasó. No voy pensando en que vamos a ganar o perder tantos juegos, sino en que estemos los que estemos vamos a competir al máximo”.
La temporada pasada no comenzó bien para el habanero, quien sufrió una lesión que le obligó a integrarse algo más tarde y terminó con una efectividad de 7.94 antes del Juego de las Estrellas, aunque tras la pausa mejoró a 3.59.
Su mejor momento se produjo en las últimas semanas de septiembre, cuando lo colocaron en la rotación y se apuntó dos victorias que dejaron muy buena impresión en el manager Don Mattingly.
“Esta vez espero iniciar sin inconvenientes y ya me estoy preparando para que todo sea así”, agregó Despaigne. “Siempre pienso que nada es regalado, que nada es fácil. A mí me gusta la competencia, la responsabilidad y la necesidad de que debo hacer bien las cosas para triunfar”.
Pero qué deja esta situación de cambios para Despaigne. Ahora mismo la rotación tiene solamente dos puestos asegurados con José Ureña y Dan Straily -si es que a este último no deciden cambiarlo-, y una incógnita tremenda sobre la salud de Wei-Yin Chen.
Despaigne estaría peleando por uno de los puestos finales en el grupo de abridores con Justin Nicolino, Dillon Peters y Adam Conley, aunque el equipo pudiera añadir a la competencia a dos lanzadores llegados en la Regla 5ta del Draft: Eliéser Hernández y Brett Graves.
Según reportes, los peces no estarían particularmente interesados en apurar los ascensos de Sandy Alcántara y Jorge Guzmán, aunque no queda descartado que puedan subir al equipo grande en un punto posterior de la temporada.
Despaigne, por su parte, no se preocupa por las combinaciones de personal, sino de cómo controlar su propio destino en lo que le corresponde para que el buen final del 2017 continúe en la venidera contienda.
“Sé que estaré rodeado de muchas caras nuevas, que tratarán de dar lo mejor de sí”, apuntó Despaigne. “No doy nada por sentado. No creo tener nada seguro. Será una primavera interesante donde todos querremos vestir el uniforme de Miami, sea quien sea, y con la historia que tenga”.