Por David Venn
HOUSTON — Cuando a Yonder Alonso se le pidió que escribiera “una carta” a la versión de él de ocho años de edad, el cubano vaciló algo a la hora de compartir una historia tan personal.
Pero al ponderar la propuesta un poco más, el primera base de los Atléticos de Oakland decidió en abril expresarse vía The Players Tribune, para comunicar en sus propias palabras lo que había sido la experiencia de salir de Cuba en 1996 junto a sus padres y su hermana y empezar una nueva vida en Miami.
“Era una (oportunidad) de enviar un mensaje al público, a mucha gente que está en peores situaciones, o las mismas situaciones, que con mucho trabajo, mucho esfuerzo en este país tú puedes llegar hasta donde uno quiera”, dijo Alonso. “Era algo para darle un ánimo, algo positivo”.
La lucha del papá de Alonso, Luis-un ex pelotero en Cuba–y el resto de la familia a la hora de comenzar de nuevo y establecerse en los Estados Unidos a base de puro sudor fue el tema principal de lo relatado por Alonso. Ahora que el toletero de 30 años de edad ha llegado al potencial en el béisbol que se le proyectó hace unos años-al menos en la primera mitad de la presente temporada-el oriundo de La Habana está decidido a mantener la misma dedicación.
“Mucho trabajo, pero para mí el trabajo no termina”, dijo Alonso sobre lo que espera para el resto del 2017.
Una vez considerado el mejor prospecto de los Rojos, Alonso no tuvo el ascenso con el madero que se esperaba de él a nivel de Grandes Ligas entre el 2010 y el 2016 con Cincinnati, San Diego y Oakland. En dicho lapso, el bateador zurdo conectó apenas 39 jonrones en 664 partidos, con OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .721.
Después de trabajar durante el invierno con el entrenador Mike Tosar en Miami, Alonso llegó a los entrenamientos de este año decidido a cambiar su filosofía de bateo y darle a la bola más por el aire, buscando causar un mayor impacto en cuanto al poder.
Conectando alrededor de la mitad de sus batazos por el aire, comparado con un 39% de por vida hasta la presente temporada, Alonso ha disparado 17 jonrones-por mucho la mayor cantidad en su carrera-con 38 empujadas y OPS de .947 por
Oakland en esta temporada. El ex estelar de la Universidad de Miami se perfila como uno de los pocos integrantes de los Atléticos con posibilidades de ser convocado al Juego de Estrellas y, faltando pocas horas para el cierre de las votaciones, aún tenía ligeras posibilidades de ser elegido como inicialista titular de la
Liga Americana por parte de los fanáticos.
“Creo que hemos hecho, mecánicamente, ajustes mentales para poder hacer las cosas que uno quiere hacer todos los días”, expresó Alonso acerca de la mejoría en sus números en el 2017. “Ahora mismo, estoy tratando de ser bien simple con el juego de pelota, de enfocarme en mi trabajo de práctica. Cuando el juego empieza, a competir.
“Hay que seguir mejorando como jugador, para ayudar al equipo y todo se va a dar cuando se tiene que dar”.
Aunque su producción ha mermado en el último par de semanas, Alonso sigue siendo uno de los más buscados por los medios en los predios de los Atléticos. Pero dichas exigencias no han cambiado la mentalidad diaria del inicialista.
“No veo a un muchacho diferente. Es alguien que siempre procura hacer su trabajo”, afirmó el manager de los Atléticos, Bob Melvin. “Está muy dedicado a su rutina. Ahora hay mucha gente que quiere hablar con él y se puede entender por qué.
“Esperamos que sea elegido para el Juego de Estrellas y pensamos que tiene buenos argumentos para eso”.
Convocado dos veces al Juego de las Futuras Estrellas como prospecto de los Rojos hace varios años, Alonso no ve la hora de dar el salto al evento principal del Clásico de Media Temporada, para representar a mucha gente.
“Sería algo increíble para mí”, dijo al respecto. “Creo que sería una cosa bien especial. Si algún día puedo ponerme el uniforme del Juego de Estrellas, no sería algo sólo para mí, sino también para el público entero latino, para la gente que me ha seguido, para la gente que sabe de mi historia.
“Yo me pongo el uniforme de los Atléticos y sé que este uniforme es más grande que yo como jugador. Sé que estoy dando la cara no sólo para mí, sino también para la gente de Miami, de Latinoamérica, Cuba y todos lados”.