En la madrugada del domingo, Estados Unidos se desquitó de República Dominicana y tumbó al campeón vigente del Clásico Mundial de Béisbol, cuya cuarta edición tendrá un nuevo monarca el próximo miércoles en el Dodger Stadium de Los Ángeles.
Agarrados del guante de Adam Jones ?robando jonrones sobre las cercas?, del poder sobrehumano de Giancarlo Stanton (dio un jonrón de 403 pies que salió disparado a una velocidad de 117 millas) y del dominante estilo de Pat Neshek en la lomita, el plantel conducido por Jim Leyland estropeó los sueños dominicanos, que venían muy convencidos de poder revalidar la corona.
Sin embargo, su intimidante artillería no facturó en los momentos cruciales, en ocasiones frenada por la defensiva o el pitcheo norteño y en otras por su propia falta de oportunidad. Lo cierto es que Estados Unidos se creció y mostró una versión mucho más combativa que en las pasadas ediciones del Clásico.
Su próxima parada será el martes (9:00 p.m., hora de Cuba) contra Japón, el mejor equipo en la historia de estos certámenes, con par de títulos y un tercer escaño en el 2013. De cara a ese encuentro ya han anunciado como abridor al derecho Tanner Roark, y además se unirá al conjunto el cerrador Mark Melancon, hombre con 147 rescates en las últimas cuatro campañas de MLB.
De los nipones no hay noticias sobre su abridor, que pudiera ser Tomoyuki Sugano, el mismo que lanzó en el segundo duelo contra Cuba. Eso sí, llegarán con el poder intacto de Tetsuto Yamada, Yoshitomo Tsutsugoh y Sho Nakata, la defensa estelar de Ryosuke Kikuchi en la intermedia y el liderazgo de Nori Aoki.
Pero antes del partido entre estadounidenses y japoneses, se verán las caras Puerto Rico y Holanda, duelo de alta temperatura por los bríos de dos novenas con varios puntos en común.
Ambos presentan un cuadro excepcional, con jugadores rápidos, poderosos, de imponentes brazos y gran cobertura defensiva. Xander Bogaerts, Andrelton Simmons y Jonathan Schoop se miden a Carlos Correa, Francisco Lindor y Javier Báez, los europeos con el respaldo del experimentado Wladimir Balentien, y los boricuas bien cubiertos por la inteligencia y sangre fría de Yadier Molina y Carlos Beltrán.
Sin dudas, un choque de trenes para el cual los puertorriqueños anunciaron al lanzador derecho Jorge López, mientras los tulipanes todavía no habían decidido, aunque bien podrían inclinarse por los diestros Rick Van Den Hurk o Jair Jurrjens. Por cierto, «la naranja beisbolera» tendrá a su disposición al veloz tirador de Los Dodgers de Los Ángeles, Kenley Jansen, cerrador con 180 rescates en las últimas cinco campañas.
«Nuestra ofensiva está caliente en este momento, y no importa a quién enfrentamos. Seguiremos jugando duro, golpeando bien la bola, enfocados en completar el recorrido y ganar el torneo», dijo Balentien al Japan Times.
Por su parte, los boricuas, pese al invicto, no prestan mucha atención a los criterios que los colocan como favoritos. «Esperábamos tener buenos juegos y un buen torneo, aunque no este dominio. Pero, otra vez, ya dimos vuelta a la página. Sabemos que estamos 6-0, pero tenemos que ir a Los Ángeles y ganar dos partidos más. Así que cualquier cosa que hicimos en los seis juegos pasados, ahí está, en el pasado», sentenció el manager Edwin Rodríguez.