POR JORGE EBRO
Cada vez que le invade la tristeza, Ramón Lunar se va a caminar por las arenas de Playa del Carmen que, con un poco de imaginación, le recuerdan tanto a la costa norte de Villa Clara donde tan buenos momentos atesorara
Pero Lunar no tiene mucho tiempo para los recuerdos y menos ahora que este lunes 16 de mayo va una demostración de talento en Cancún, ese balneario del Caribe mexicano, en el cual no solo ha encontrado un hogar, sino un amor.
«Vienen muchos equipos de Grandes Ligas, así que debo estar listo para impresionar», expresó el pelotero cubano, de 29 años, que hace unos días fue declarado agente libre. «Ese será uno de esos días que justifican una existencia. Pero confío en lo que puedo hacer y los nervios no me van a traicionar. Menos ahora que he pasado tanto trabajo para llegar a este punto».
Tras brillar con Villa Clara a lo largo de siete temporadas, el gran momento de Lunar se produjo en febrero del 2014, con el equipo que representó a la provincia -y por supuesto, a Cuba- en la Serie del Caribe de Isla Margarita.
En el balneario de Venezuela, Lunar quedó como el mejor primera base del torneo al conectar para .438 y conquistó muchos elogios en medio de un conjunto que dejó una pésima impresión en el tan esperado regreso cubano estos clásicos del Caribe.
«Eso fue muy importante, pues me dio más confianza para reforzar mi deseo de intentar jugar en Grandes Ligas», explicó Lunar, quien dejó en su patria promedio histórico -según Baseball Reference- de .314, con 60 jonrones y un OPS de .905. «Pero ya la idea la tenía desde antes de la Serie del Caribe. Me decía una y otra vez que esa era mi meta: probarme en el mejor béisbol del mundo».
Tras ser capturado en un intento de fuga en abril del 2015, finalmente Lunar pudo llegar a México por vía marítima y allí comenzó el camino que en primer lugar lo llevó a la agencia libre y ahora a este showcase que debe ser su llave para firmar un pacto de las Mayores.
Con su ritmo apacible y sus mareas calmadas, Playa del Carmen -que en nada se parece a la urbanizada y más nocturna Cancún- ha sido el sitio ideal para que un hombre como Lunar se adapte a la muchas veces peligrosa vida del pelotero cubano que escapa.
«Mi vida aquí es de la casa al entrenamiento y del entrenamiento a la casa, porque no quiero ningún problema ni distracción», afirmó el hombre que ha jugado tercera base, la inicial y los jardines. «Sé que en Dominicana se han dado algunos fenómenos negativos para los cubanos, muchas estafas y sueños rotos. No ha sido mi caso. Salvo por la nostalgia natural por mi tierra y los míos, no puedo quejarme».
Para probarse un poco, Lunar se integró a la primavera de los Tigres de Quintana Roo y cuando le apareció la oportunidad pasó a ser parte del club con el cual se ha mantenido bateando entre los .380 y los .400 de promedio, mientras hace amistades y camina por la quietud de la playa.
México le ha dado eso y más.
«Me ha dado una nueva compañera en la vida, se llama Estrella y ha sido esa mano cariñosa que siempre hace falta», recalcó Lunar. «Todo eso me ayudará este lunes a demostrarle a los scouts que sus equipos pueden contar conmigo, que a las Grandes Ligas les cabe un cubano más».