
CIEGO DE ÁVILA.—Teniendo en cuenta que contarían con Freddy Asiel Álvarez y Yosvani Torres, dos de los mejores lanzadores de la nación, pocos pensaron que los Azucareros de Villa Clara salieran del Cepero avileño con dos derrotas a cuestas, las cuales los obligan a hacer valer el peso de la localía a partir de este sábado en el Sandino.
Solo así podrán mantenerse con vida e interponerse en el camino de los Tigres, campeones defensores, quienes avanzan rumbo a la conquista de su tercera diadema consecutiva. «Arrancamos bien, logré esa primera victoria en nuestro patio que nos ayudó luego a salir más tranquilos», precisó el lanzador Vladimir García, quien de seguro tendrá mayor exigencia en el coliseo de la ciudad naranja.
«Debo prepararme física y sicológicamente, sacar todo lo positivo de mi anterior apertura y encontrar una solución a ese problema de calentamiento que me dificulta los inicios, sobre todo contra Villa Clara, cuya alineación es experimentada y peligrosa», añadió.
Una de esas puntas de lanza de los Azucareros es el agramontino Alexander Ayala, quien nos dijo que ha llegado a Villa Clara con la misma meta del 2016: «Salir a luchar juego a juego».
«Desde mi posición voy a contribuir a las victorias de Villa Clara, creo que todavía hay que contar con nosotros. Los refuerzos estamos entrando en la dinámica y asumiremos más responsabilidades. Yo saldré a halar, soy un guerrero que siempre está luchando», comentó.
Quien sí se sorprendió al ser llamado para integrar las filas de los Tigres avileños fue el segunda base pinero Dainier Gálvez, hombre de 30 años y 13 Series Nacionales. «Ellos han sido campeones con su línea central, muy estable, por eso no esperaba que me incluyeran, pero estoy encantado. Me satisface formar pareja con Yorbis Borroto, por su experiencia. Es uno de los mejores torpederos de Cuba», aseguró.
Cualquiera puede verlo ahora como un bateador vulnerable y no tan peligroso por el tiempo de inactividad —cerca de dos meses—, pero Gálvez ha entrado con las pilas cargadas y ya suma tres cohetes, igual cantidad de remolques y par de anotadas, como para demostrar que sus 370 de average y su liderato en dobles (16) en la clasificación no fue obra de la casualidad.
«Creo que ha sido mi mejor campaña ofensiva y he mantenido la seguridad en la defensa, ya sea en segunda o el campo corto. El equipo de mi vida es La Isla, pero ahora me entregaré con la misma pasión por unos Tigres muy cohesionados y con pocas fisuras», afirmó Gálvez.
Pese a la ventaja de Ciego, los Azucareros entienden que no pueden bajar la intensidad, justo una de las cualidades de Michael González, bujía de los Naranjas y letal en postemporada, como ya demostró en la final del año anterior vistiendo la franela de Pinar del Río.
«Siempre le pongo mucha energía y concentración desde el primer momento que piso el terreno. Fue lo que me enseñaron. Con la presión de los Vegueros o Villa Clara, equipos ganadores, me siento cómodo, al final yo vengo del antiguo equipo Habana, con el que discutíamos play off y hasta ganamos un campeonato», sentenció.