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La fragilidad del pitcheo cubano en el comando de los lanzamientos fue la responsable de la primera derrota en la apertura de la segunda vuelta ante un equipo de Israel que sigue sin perder en el CM2017, porque se ajusta a los fundamentos de la pelota. No es estridente a la ofensiva, al campo juega tranquilo, aunque lo que sí enloqueció aquí a aficionados, pero sobre todo a los bateadores antillanos, fue la velocidad de sus cerradores.
En definitiva, el juego culminó en tres horas y media con marcador de 4-1, que tal vez no refleje la debilidad del montículo perdedor, pero cuando se profundiza en los nueve innings salta fácilmente a la vista y permite hasta el lujo de un squeeze play relampagueante y suicida en la baja de octava. Hay que decir que fue magistralmente ejecutado por Blake Gailen, el séptimo madero de Israel.
Sucede que los israelíes pegaron cinco incogibles y fabricaron cuatro. Cuba acumuló la misma cantidad y pisó el home una sola vez por el tercer jonrón de Alfredo Despaigne en la justa, con el cual pasó a encabezar, con siete, el casillero de cuadrangulares de estas lides al romper el abrazo que mantenía con su compañero Frederich Cepeda.
¿La diferencia? Los pitchers cubanos embasaron más bateadores por bases que por jits recibidos. Transfirieron a siete más una intencional ocho, letal para un nivel como el de un Clásico Mundial y frente a un equipo que sabe jugar béisbol.
Cuba vencía por el bambinazo de Despaigne y el empate sobrevino en las piernas de Ike Davis, quien había recibido la tercera base del abridor Noelvis Entenza, a quien le produjeron ya con dos outs en la pizarra y ese hombre en primera, impulsado por doblete del receptor Ryan Lavarnway. Ese fue el primer jit de los ganadores.
En el sexto, ante el zurdo Yoanni Yera la segunda del partido anotada por Nate Friedman, quien había llegado a primera de gratis. Idéntico libreto para el cuarto rollo sobre la goma, boleto a Zach Borenstein en el octavo y vino el squeeze play ya narrado después de un jit que puso a los hombres en tercera y primera.
No digo que si los tres hombres fueran retirados el juego tuviera otro desenlace, pero solo les comento lo ocurrido en el terreno de juego. Una cosa es llegar a circulación porque se vence la oposición del lanzador contrario y otra que sele regale la oportunidad de registrar.
Al pitcheo cubano le habían pegado duro, pero eso también está en el juego como lo está la galería de excelente jugadas a la defensa en elm primer tercio. Roel Santos se lució para cerrar el primero con una joya en el jardín central sobre criminal línea de Ike Davis; antes, el discutido Carlos Benítez le quitó un jit a Sam Fuld en peligrosa conexión entre segunda y la inicial y en el tercero Yurisbel Gracial congeló un cohetazo del propio bateador. Y por el bando israelí, Gailen frustró el anhelado primer incogible de Benítez.
El resto lo firmaron Zack Thornton y Josh Zeid, dos hombres de más de 95 millas, el segundo con varios lanzamientos de 96 millas y uno de 97 en el noveno y a esa velocidad y además, después de tres horas y con tres abajo, no estamos acostumbrados.
POLÉMICA TRAS OUT 27
De Cuba: el intento de toque en el segundo después del jonrón de Despaigne, base a Saavedra y jit de Gracial, sin out regalar uno en el momento más débil del un buen lanzador como Marquis. La jugada podría ampararse en la ineficiencia de Benítez en el torneo, pero a nuestro juicio pesaban más los otros factores. El pitcher no tuvo nunca una amenaza en la caja de bateo, se le puso en ventaja y lo dejo solo con un lanzamiento para decidir y lo ponchó. Posibilidad de fabricar un racimo abortada ¿Y si era doble play? Bueno y si Despaigne no le hubiera dado jonrón a Australia…
De Israel: la sustitución de su tercer bate en el sexto con hombre en primera y sin outs. Teoria de pitcher contra zurdo terminó por eclipsar a Ike Davis el único jugador activo de MLB de Israel, quien además había negociado dos de los cuatro boletos cubanos hasta ese momento. El emergente, un talento de los Indios del Cleveland, quien en la temporada pasada le dieron ocho turnos al bate, se ponchó cinco y no conectó de jit.