Autor:Norland Rosendo
Si no hay cambios de última hora, hoy se enfrentarán el pitcher más consistente de Cuba en los últimos años frente al mejor zurdo, temporada tras temporada, y que en esta serie volvió a confirmar sus dotes de ponchador (152) y ganador (12). Como anunciaban los periódicos antaño: Esta noche en el Victoria de Girón, Lázaro Blanco contra Yoanni Yera.
El play off entre los Cocodrilos de Matanzas, líderes de la clasificatoria, y los Alazanes de Granma, vigentes campeones de la pelota cubana, debe extenderse a seis o siete partidos; me inclino a pensar que, como el año pasado, sea necesario jugar todos los desafíos.
Desde el jueves 28 de diciembre, sin que fuera una broma por el Día de los Inocentes, Carlos Martí había anunciado a Blanco como su primera carta, y ayer Víctor Figueroa le ratificó a este redactor que Yera sería su apuesta para el cotejo inaugural.
Ambos serpentineros han participado en seis postemporadas cada uno. El derecho oriental ya sabe lo que es ser campeón; el zurdo yumurino ha arañado el oro, pero no ha pasado de ahí; se le ha escapado, pese a que la mayoría de las veces su equipo, el mismo Matanzas que vuelve a tenerlo todo para imponerse, estaba a poquísimos mordiscos del «premio gordo».
Blanco apenas jugó la primera fase del campeonato, pues estaba contratado en la Liga Can-Am, y en el segundo tramo sus números son bastante parecidos a los del matancero, excepto en la cantidad de ponches. Sin embargo, en juegos de play off las historias de ambos están escritas con tinta diferente. (Ver tablas).
En el segundo segmento del torneo, los dos pitchers obligaron a los bateadores a conectar de rolling cerca de la mitad de las veces que lograron pegarles en zona buena a la bola: Yera (53 por ciento) y Blanco (48), lo que disminuye las posibilidades de ligarles hits y batazos de largas dimensiones.
En el caso de Yera, su tasa de diez ponches por cada nueve inning limita aún más las opciones de marcarle carreras, aunque ahora tendrá enfrente a una poderosísima tanda que incluye al líder en jonrones del certamen cubano, Lázaro Cedeño, y al colíder en vuelacercas de la Liga Profesional de Japón, Alfredo Despaigne.
Menuda tarea la de Yera, pero él sabe que puede emplearse a fondo, pues cuenta con dos hombres en el bull pen de mucha calidad y experiencia en este tipo de juegos: Jonder Martínez y Miguel Lahera.
Si en definitiva Lázaro Blanco se encarama en el montículo por los Alazanes no podrá descuidarse tampoco de la alineación de los Rojos, muy reforzada con la entrada del slugger Osvaldo Vázquez y ahora de Frederich Cepeda, ávido de coronar su carrera en nuestras series nacionales con un título.
De comportarse ambos lanzadores a la altura de la calidad que poseen, será un desafío entre el poderío con el madero de los muchachos de Carlos Martí y las diversas variantes tácticas que puede aplicar Víctor Figueroa en busca de las carreras que definan el primer éxito. Si les tocara a los relevistas el protagonismo, entonces Figueroa le saca ventaja a Martí.
Esperemos un pareo reñido entre Cocodrilos y Alazanes, nada parecido al último duelo entre ambos en la semifinal pasada, cuando hasta la afición matancera sabía antes de empezar el juego cuál iba a ser el desenlace.
Cada play off es «borrón y cuenta nueva», y el que más repite esa frase es Yoanni Yera. Lázaro Blanco, en cambio, quiere que la vida siga igual. ¿Qué opina usted?