Por Raúl Hernández Lima
Resaltar la excelente temporada de José Abreu en las grandes ligas parece una obviedad. Pito sin embargo se las arregla, a fuerza de batazos, para protagonizar hitos como si se tratara de alguna cosa menor. Por lo menos eso ha parecido esta noche del miércoles 9 de agosto de 2020 cuando a la altura de la cuarta entrada del partido ante los Piratas pegara sencillo a segunda.
Quizá lo más lógico sería creer que lo común es que el primera base cienfueguero de los White Sox conecte indiscutible sabiendo su extraordinaria capacidad con el madero que le han valido dos veces el bate de plata. No obstante este hit confirma una racha de 22 partidos en línea con al menos un imparable superando su propio récord de 21, conseguido entre el 6 de julio y el 1 de agosto del año 2014, precisamente el año en que ganó su primer galardón al inicialista ofensivo del nuevo circuito erigiéndose además como el novato del año.
La cadena de partidos seguidos marcando la tarjeta que comenzara el pasado 16 de agosto lo convierte en apenas el décimo jugador en toda la historia de la franquicia en conseguirlo. Si le parece tan fácil como se dice quizá le sirva saber que sólo dos cubanos antes que él lograron capitalizar el suceso.
Minnie Miñoso representando a la misma casa beisbolística radicada al sur de Chicago logró conectar en 23 partidos al hilo en el año 1955 y mientras Rafael Palmeiro conseguía hacerlo en 24 en el 1994 representando los Orioles. Si cree que es fácil desbancar a sus compatriotas que le anteceden en el podio piense en lo difícil de batear y lo común de marcharse de un partido sin la sombra de un hit, así los 28 del récord de Carlos Lee logrado en 2004 quizá le resulten más cercanos en lo numérico que en lo práctico, no obstante y a pesar de ello: ¿quién duda de Pito?
Para poner en contexto la gesta, en los últimos 92 turnos Pito pegó 34 imparables para promediar un .370 de otra galaxia. El nombre de Pito seguirá sonando al compás de sus batazos y cuando ya no esté en los terrenos seguramente será recordado como el hombre que hizo de la hazaña, un acto cotidiano.