Por: LUIS ÁLVARO FERNÁNDEZ
Mientras Aaron Judge, el novato de los Yankees de Nueva York, sigue robándose el show en las Grandes Ligas, y Yonder Alonso, de Oakland, fue el único cubano nacido en la Isla invitado al Juego de las Estrellas, Yuli Gurriel se afianza de cara a la segunda mitad de la temporada.
Sin embargo, hay ciertos síntomas en el desempeño al bate del espirituano de 33 años que dan argumentos a los escépticos. En sus primeras 308 apariciones al plato,
Gurriel se ha embasado en 87 oportunidades por hit, y solo en seis por base por bolas, las mismas veces que ha sido golpeado por lanzamientos. Ese corto registro de boletos es el octavo más bajo de MLB entre bateadores con al menos 130 turnos en el primer tramo del calendario.
A este paso, Gurriel entraría en la historia de los jugadores con menor tasa de boletos desde 1920, teniendo en cuenta temporadas de bateadores con al menos 300 oportunidades. En las últimas 97 temporadas, 487 jugadores han tenido una tasa de boletos del 4.0% o menos, pero eso no ha sido sinónimo de malas contiendas, pues hay 201 de esos bateadores con al menos 10 cuadrangulares.
Gurriel tiene 11 jonrones y 44 empujadas, con una línea ofensiva de .297/.321/.491, numeritos que podrían ascender, sobre todo si logra tener más paciencia en el rectángulo de bateo para la segunda mitad de la temporada.
Según las estadísticas de FanGraphs, Gurriel podría ser el jugador número 50 en tener una tasa de boletos más baja de 4.0%, con al menos 22 o más jonrones. En la historia de los Astros de Houston, Miguel Tejada, con BB% de 2.8 en 2009, tenía la más baja tasa en una temporada desde 1920.
Entre los jugadores que han participado con Houston durante una campaña completa, solo Lee May, en 1974 —cuando golpeó 24 jonrones y empujó 85 carreras—, sobrepasó la cifra de 20 jonrones y 80 impulsadas.
Dentro del listado de 13 jugadores de los Astros que califican entre los de menores tasas de bases por bolas, Gurriel lidera en slugging .421 y wRC+ con 115, aunque Tejada, en 2008, marcó el WAR más alto con 2.5.
El béisbol es un juego demasiado impredecible para saber si Gurriel podrá mejorar su estabilidad en el plato, aunque todo indica que, al menos por este mes de julio, le quedará algo de la chispa encendida a la ofensiva. Golpear con fuerza y algo de suerte no es obra de la casualidad, así que Gurriel seguirá haciéndolo. En Cuba nunca fue un jugador de altas tasas en boletos, pero tampoco fue un slugger de tan poca tasa contra envíos fuera de la zona de strike.
El ajuste que tendrá que hacer no será, precisamente, destrozar su plan ofensivo. A fin de cuenta, los batazos han estado, y las remolcadas también.
Lo que no podrá revertir Gurriel fue el largo tiempo que perdió en el béisbol cubano, donde con apenas 21 años, ya sus spikes estaban pidiendo pisar la Gran Carpa.
1 comentario
Lo q tienes q miter es q se poncha muy poco y okvidate De Las BB,el tipo batea a la hora Buena