Por Alexander Mendoza
Barquisimeto.- Jorge Martínez encara el segundo duelo de la Final contra Caribes de Anzoátegui sin presiones. Asume, que apegándose a lo que le ha dado resultados a lo largo de su carrera, conseguirá un resultado positivo y aspira a que las enseñanzas adquiridas por él y el resto de sus compañeros durante la campaña anterior sean fundamentales en la serie.
“Todo el mundo sabe de lo que estamos hechos y lo más importante es que tememos un año más de experiencia. La Final del año pasado, más allá de la derrota fue un gran aprendizaje y eso nos servirá de mucho contra Caribes”.
Lara no pudo conectar extrabases en el primer partido y dejó a 10 hombres en circulación, para caer 4-2. Una de las mejores ofensivas del torneo, lució improductiva.
“El bateo nos ha ayudo mucho, los números que el equipo puso durante la eliminatoria han sido casi que de otro planeta. Pero en una Final se debe hacer mucho más que batear, se debe jugar un buen beisbol y cuando toque desarrollar la pelota pequeña, ejecutar de la manera correcta, sobretodo la defensa y el pitcheo”, apuntó.
El experimentado derecho cubano, de 34 años de edad, terminó la ronda eliminatoria con 2.43 efectividad, la tercera mejor del torneo, y en los playoffs estuvo todavía mejor al permitir apenas 0.75 carreras limpias en 12 entradas, repartidas en dos salidas. Pero contra Anzoátegui, pese al dominio de su equipo en la serie particular (ganó 8 de 9 partidos), encajó 10 hits y cinco anotaciones limpias en 7.2 entradas (5.87 PCL), en dos encuentros.
No será fácil medirse a los cuatro ambidiestros y tres zurdos naturales que utiliza a diario el manager Omar López en su alineación, que en enero ha despachado 14 jonrones y producido 56 rayitas, en 11 juegos.
“No hay temor ninguno, no me preocupa que haya sido la mejor ofensiva de los playoffs. Nosotros tuvimos el mejor pitcheo durante buena parte de la temporada. Así que para mí eso no significará un problema. Salgo confiado en mi trabajo. No voy a pensar en que si batean o no batean”, enfatizó. “Contra los zurdos tampoco me preocupo, porque cuando voy a lanzar no estoy pensando en qué parte del plato se para el bateador, simplemente llevo un plan y lo ejecuto y espero que salga bien. Tenemos ir con toda confianza del mundo. Hay que confiar en que tenemos unos de los mejor staffs de pitcheo de la liga. Es lo que le digo a mis compañeros”
Pero, incluido el partido del sábado, desde el 14 de diciembre Caribes ha ganado 18 de sus últimos 21 partidos. Ganarle a los orientales es una tarea difícil de ejecutar.
“Borrón y cuenta nueva. Ningún juego se parece a otro. Cada día es un partido distinto, algo que he aprendido a lo largo de mi carrera”, dijo Martínez. “Sabemos que vienen jugando bien desde diciembre. Nosotros también. Les recuerdo que a principios de temporada las cosas no nos estaban saliendo bien y pudimos salir adelante y terminar primeros. Ahora estamos en la Final. Ellos también superaron un mal momento. Hay que olvidarse de todo lo que ocurrió antes. Si le ganamos ocho juegos o no. El nivel es que el exhibamos en esta serie”.
Su plan no variará esta tarde de domingo. “Lo que está bien no se debe cambiar. Voy a atacar a los bateadores para tener pocos envíos y tirar la mayor cantidad de innings que pueda. Cada vez que los abridores de nosotros dan cinco o seis entradas, casi siempre es victoria”.
No hay nada en las palabras y la actitud de Martínez que no destile confianza. Una actitud que espera contagiar a todo el equipo cuando suba al montículo.
“Estoy, creo, en mi sexta final (dos de ellas con Lara,una con Matanzas, en Cuba, y otras dos con Santurce, en Puerto Rico) y casi que no tengo no tengo juegos perdidos en finales”.
Este domingo tratará de escribir una nueva historia en su hoja de servicio, una que esté ligada al triunfo.
EL DATO
Jorge Martínez se hizo célebre en la Serie Nacional de Cuba por dejar sin hit ni carreras a Industriales en la temporada 2008-2009. En su país jugó entre 2003 y 2013, siempre con los Cocodrilos de Matanzas. Su primera experiencia fuera de la mayor de las Antillas fue en Puerto Rico con Santurce, escuadra que defendió por tres campañas (2013-2014 hasta 2015-2016). En El Caribe, también vistió el uniforme del Licey (2015-2016) y desde la 2016-2017 luce los colores de Lara.