Por Yirsandy Rodríguez Hernández
El legendario bateador avileño Isaac Martínez, quien jugó 20 temporadas y fue uno de los bateadores zurdos más oportunos de su época (.316/.418/.454/.873), afrontaba hace apenas dos meses un reto difícil en su nueva carrera como entrenador de bateo: laborar para levantar la ofensiva del equipo Sub-23 de béisbol, que bateó un pálido .228 en las dos primeras ediciones del campeonato nacional.
“El reto no fue fácil”, nos cuenta el ex jardinero, que inmortalizó el número 19 en su espalda con la franela avileña, y dejó varios récords para el equipo, en hits (1704), dobles (303), total de bases (2451), pelotazos recibidos (136) y porcentaje de embasarse (.418).
Aun cuando el desafío de Isaac Martínez resultaba difícil, su manantial de conocimientos era algo que sin dudas lo sacaría adelante.
Una vez dentro de la competencia, con un roster bien talentoso de bateadores, donde sobresale el jardinero Eliecer Griñan (.308/.400/.425) y el camarero Lázaro Linares (.340/.423/.468), el trabajo fuerte y el arte de transmitir eran dos poderosas herramientas con las cuales contaba Isaac.
Los frutos se han recogido, y de manera estupenda, con una mejoría notable en el bateo, comparando los numeritos de un año a otro.
La cifra en los ponches disminuyó de 188 a 174, algo que le dio la posibilidad de poner más la bola en juego a los bateadores. Los boletos ascendieron en 49 unidades (de 109 a 158) y la alineación alcanzó a construir 156 carreras, más que las 121 de hace apenas un año atrás.
En los porcentajes, la artillería de la tierra de la piña dio un salto inmenso, desde su average colectivo de .251 por .228 en 2015, hasta el Slugging —generando más poder en los turnos— .321 por .291, el OPS .674 por .599, y el porcentaje de embasarse .353 por .308.
“Hemos trabajando en el tacto con los bateadores, que interioricen el bateo hacia el centro del campo (y la banda contraria), y mejoren sus swings en dos strikes”, señaló Martínez, quien inmortalizó el número 19 por dos largar décadas en el plantel de los Tigres.
“El camino antes de la competencia ha sido largo”, nos cuenta Isaac, que asegura que desde octubre estos peloteros menores de 23 años están trabajando fuerte en la Academia Provincial.
“Exigimos mucho a los muchachos que ajusten su mecánica, y que hagan ese tipo de táctica en el bateo, y el cuerpo técnico también se encarga de revisar que se cumpla tal aspecto”.
Como siempre, conversar con Isaac Martínez no fue nada complicado, él ama su nuevo cargo de instructor, y también adora hablar de bateo.
—Isaac, ¿qué nuevos talentos le han imprimido un poco de más poder a la alineación de los Tigres, comparados con la del pasado año?
—El grupo en esencia es casi el mismo. Lo que pasa es que, para el certamen de este año, tuvimos más tiempo de prepararnos, y ahí está el resultado. En nuestro equipo tenemos varias figuras que sobresalen, como te comenté, pero pienso que nuestro bateador más completo es el jardinero Eliecer Griñan, quien tiene poder, velocidad y le pega a la bola hacia todos los lados del campo. También, para nosotros ha sido útil la labor de Lázaro Linares, y esperamos mucho más de peloteros como Yuddiel González, Dainier Hernández y Roy Echemendía.
—Teniendo en cuenta que la mayoría de los peloteros de esta categoría juegan este torneo, y luego no ven acción hasta el próximo año,¿Piensa usted que se deba ampliar el diapasón de juegos entre los grupos?
—Pienso que si se va a dividir en dos zonas, debe ser desde Sancti Spíritus hasta Guantánamo, igualmente en el occidente, desde Pinar del Río hasta Villa Clara. Jugar más partidos, y luego ampliar los play off. Que no sea tan corto (de 3-2), ya que –como usted decía— la mayoría de estos muchachos no juegan todo el año, solo participan en este torneo, así que más partidos sería un plan muy provechoso para su desarrollo.
—Isaac, seguí mucho tu carrera como jugador, y me llamaba mucho la atención la forma oportuna en que lograbas salir con mucha maestría de situaciones de presión, y como remolcabas carreras aun sin contar con el gran poder de un sluggers. Ahora como instructor de bateo, ¿cómo inculcas a tus jugadores la concentración y el arte para que enfrenten situaciones difíciles a la hora de remolcar carreras?
—Siempre le recuerdo a los muchachos, que batear es muy difícil. Que pasa, que cuando hay corredores en posición anotadora, el que está en un hoyo es el pitcher. Entonces, siempre le inculco que tienen que ir con más calma, y trabajar sobre el strike (la bola buena). Si no defiendes la zona, y le haces swing a bolas malas, el turno no va a generar resultados favorables en la mayoría de las veces. El otro detalle es que estamos en presencia de jugadores muy jóvenes, y la experiencia que ellos van adquiriendo, algunos la desarrollan más rápido, y otros más lento. Como te digo, batear en el béisbol, es lo más difícil que hay, sin dudas.