Autor: Oscar Sánchez Serra
Habíamos dicho que Alfredo Despaigne o mejor, en estos tiempos de siglas y códigos AD54, podría sobrepasar los 40 jonrones en la actual temporada de la Liga Japonesa de Béisbol. Lo dijimos el pasado 5 de junio, cuando tenía 16 pelotas por encima de las cercas en 55 partidos. El 8 de este mes, solo tres días después, despachó dos bambinazos ante el Yakult en los juegos interligas en el circuito japonés, para sumar 18 para la calle y 49 carreras impulsadas. Sin embargo, también a los tres días de esos dos estacazos, fue una lesión la que lo sacó de los terrenos.
Mediante las redes sociales, específicamente Facebook y la amplia y profunda actividad en ella del slugger cubano y de nuestra embajada en Japón, conversamos con el granmense.
«La lesión es en el muslo derecho, en la parte posterior. Me dio un pequeño tirón en una carrera sobre la segunda base en el partido que jugamos el pasado domingo 11, ante los Tigres de Hanshin», nos dijo.
En ese choque AD54 se fue de 1-1 y empujó su carrera número 53. «Ahora estamos haciendo el trabajo de rehabilitación, que ha sido muy bueno. Los médicos y los masajistas realizan una excelente labor. Llevó una semana de tratamiento y se ve la mejoría. Ya empecé a trotar y a batear. Insisto, yo me siento mejor».
Sobre el tiempo que deberá estar fuera, contestó que serían en total unos 12 o 14 días. «El tiempo dependerá de cómo me recupere y si el dolor se va y puedo correr bien. Es decir, si puedo hacer todo lo que se necesita hacer en un terreno de pelota. Si Dios quiere, existe la posibilidad de regresar el próximo viernes. Ahora tenemos cuatro días sin juegos, porque se acabaron los interligas. Veremos si es posible», afirmó.
Sobre el tiempo que deberá estar fuera, contestó que serían en total unos 12 o 14 días. «El tiempo dependerá de cómo me recupere y si el dolor se va y puedo correr bien. Es decir, si puedo hacer todo lo que se necesita hacer en un terreno de pelota. Si Dios quiere, existe la posibilidad de regresar el próximo viernes. Ahora tenemos cuatro días sin juegos, porque se acabaron los interligas. Veremos si es posible», afirmó.
Dieciocho jonrones en 55 desafíos te ponen a solo seis de la cantidad de la pasada contienda, la más prolífera para ti ¿Qué hiciste para tener esta impresionante temporada?, le preguntamos. «Nada especial, nada que no hubiese hecho antes. Como siempre, entrené bien, me esforcé en el gimnasio, corro lo mismo. La misma preparación de siempre». ¿Pero ahora cuentas con más experiencia? «Claro, eso me favorece, conozco mucho mejor a todos los pitchers y naturalmente eso ayuda».
¿Podrás retomar el paso que llevabas de un jonrón cada 3,4 juegos, lo cual te acercaría a los 40 cuadrangulares y a las 100 empujadas? indagamos. «Si sigo esforzándome al 100 %, como lo estoy haciendo, estaré bien a la vuelta de la lesión.
Hay que trabajar fuerte para llegar a esas cifras, pero creo que podría».
Cuando destacábamos el arrollador paso de AD54 en la actual campaña de la liga japonesa, en los comentarios de nuestra web postearon la inquietud de por qué no mencionábamos otros códigos. Incluso, nos señalaban el de AG42, para referirse a Alexander Guerrero, también cubano y quien se desempeña en el mismo certamen o a Dayán Viciedo, de la propia lid nipona. Los dos militan en los Dragones de Chunichi, de la liga central, el mismo elenco que tiene de entrenador al gran Omar Linares.
Nadie niega a ningún cubano, ni esta columna ni nuestra afición, mucho menos a los peloteros. El propio AD54 manifestó su satisfacción por los éxitos de ellos, tanto por los 13 vuelacercas de Viciedo como los 19 de Guerrero, este último líder de la zona en estos momentos. Incluso, el granmense dijo sentirse contento por el paso de otros jugadores, por ejemplo, en las grandes ligas, como Kendry Morales que allí anda ahora por 15 jonrones o Yasiel Puig (12) y José D. Abreu (11).
Pero hay una diferencia entre ellos. AD54 es quien desde el medio de su pecho, al obtener el título de campeón nacional de Cuba, le salió con toda su fuerza el batazo que nos conmovió y aún nos estremece. «Es lo más grande que me ha pasado», dijo este hombre que sí, gana millones, pero tiene a millones dentro de su corazón.
Casi al despedirnos, justamente el pasado 18, día de los padres y después de felicitarlo por el 17, fecha en que llegó a sus 31 años, le pregunté, ¿cuándo se te podrá ver otra vez en un terreno de pelota en Cuba? «Espero que pronto, si este año no termino cansado podré participar, pero en Cuba casi ya no puedo jugar. No estoy acostumbrado a ir a un partido y agarrar cuatro boletos, te deja sin motivación. Pero espero pronto jugar por allá. Saludos a Cuba, a mi pueblo, a mi equipo de Granma».