ATLANTA – Luego de negarse a aprender a patrullar el bosque izquierdo a nivel de Grandes Ligas, Adonis García fue enviado a Triple-A Gwinnett para ver acción en dicho puesto con regularidad. El cubano regresó al equipo grande de los Bravos aproximadamente un mes después y sorprendentemente demostró ser lo suficientemente hábil en la tercera base como para que el equipo lo vea como un “puente” hacia el futuro.
Río Ruiz se encuentra al umbral de la Gran Carpa y Austin Riley – considerado el 14to mejor prospecto de Atlanta según MLBPipeline.com – pasará las próximas temporadas tratando de demostrar que posee la agilidad suficiente para defender la esquina caliente. Pero a medida que dichos prospectos siguen evolucionando, todo luce indicar que García seguirá fungiendo como titular en la antesala, posición en la que casi puso números defensivos históricamente pésimos.
García cometió siete errores defensivos en sus primeras 41 oportunidades en la tercera base esta temporada. Finalizó el mes de abril con porcentaje de fildeo de .876 en 137 oportunidades en dicho puesto en su carrera. Desde 1915, solamente dos antesalistas – el boricua Luis Olmo y el mexicano Gabe Álvarez – han registrado peores porcentajes de fildeo luego de 130 chances o más en la esquina caliente.
El plan de los Bravos de pedirle a García que se adaptara al jardín izquierdo a nivel de Grandes Ligas se evaporó cuando el jugador rechazó un intento del ex coach de la tercera base del club, Bo Porter, por ayudarlo en ese sentido unas horas antes de un juego en el Citi Field en mayo. Esa semana, García fue enviado a Gwinnett y disputó 17 partidos como jardinero izquierdo.
Después de que volvió a Atlanta a finales de mayo, García aprovechó la oportunidad inesperada para fungir como tercera base con regularidad. En 102 partidos como antesalista de ese momento en adelante, cometió 11 errores defensivos en 253 oportunidades, lo cual equivale a un porcentaje de fildeo de .957.
No es que de un momento a otro García se haya convertido en candidato para un Guante de Oro, pero sí demostró suficiente habilidad en la esquina caliente durante los últimos cuatro meses de la temporada como para permitirle a los Bravos aprovechar su potencial con el madero. Del 10 de junio hasta el final de la campaña, el oriundo de Ciego de Ávila bateó .290 con 13 vuelacercas y OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .784 en 407 visitas al plato.
Los Bravos llegarán a los entrenamientos abiertos a la idea de también incluir en su roster a Ruiz, quien comenzó a producir a la altura de las expectativas la temporada pasada al conectar 10 jonrones y registrar OPS de .755 en Gwinnett. Pero dado que Sean Rodríguez,Chase d’Arnaud y Jace Peterson son capaces de darle un respiro a García en la tercera base, el equipo podría optar por llenar el último puesto en la banca con un jugador que los refuerce en otra área.
De su parte, Ruiz tuvo un OPS de .834 en 407 visitas al plato contra lanzadores derechos y de .522 contra los zurdos. Dichos números podrían convencer al equipo de darle más tiempo para madurar a nivel de Triple-A o posiblemente compartir el rol de tercera base con García, quien batea a la derecha.
García registró promedio de .367 con dos jonrones y OPS de .935 en 99 visitas al plato contra zurdos después del 10 de junio. En ese mismo tramo, bateó .267 con 11 cuadrangulares y OPS de .736 contra pitchers derechos.