Autor: Osvaldo Rojas Garay
Entre los mentores que intervendrán en la 58va. Serie Nacional de Béisbol, el capitalino Rey Vicente Anglada clasifica como el único que ha disfrutado la doble alegría de proclamarse campeón como jugador y posteriormente en el puesto de mando.
El otrora estelar intermedista estuvo en la nómina del conjunto Industriales que subió a lo más alto del podio en 1973. Transcurridos 30 años obtuvo como piloto el cetro con los azules en la temporada de 2002-2003, y repitió en 2003-2004 y 2005-2006.
Justamente el plantel del cual formó parte Anglada en la 12ma. Serie fue dirigido por Pedro Chávez, quien tuvo así el honor de abrir el club de los que han conseguido el exclusivo doblón en nuestros torneos nacionales.
En la temporada de 1985-1986, Chávez sacó a los Industriales de su mayor período de sequía triunfadora, que se prolongó durante 13 años, precisamente el tiempo que medió entre sus dos coronaciones como director. Antes, en su época de jugador, conquistó cinco títulos: tres con Industriales, uno con Occidentales y el restante como miembro del equipo Habana en la 7ma. Serie (1967-1968).
Suman diez hombres los que en nuestro béisbol han protagonizado este hecho. Jorge Trigoura, uno de los integrantes del equipo Industriales vencedor en las justas de 1963 y 1964, se anotó después de Chávez en la lista, al vestirse de gloria al frente de La Habana en 1974 e Industriales en la lid de 1991-1992.
.Con el yumurino Tomás Soto se dio un caso curioso. Sus cuatro gallardetes en una u otra función fueron con equipos diferentes. Como jugador se tituló con los equipos de Occidentales en 1962, Industriales en 1965 y Henequeneros en la 9na. Serie (1969-1970). Catorce años más tarde, dirigió a los Citricultores, monarcas de la campaña de 1983-1984.
Párrafo aparte merece el esperanceño Pedro Jova, el único que registró la hazaña como novato. Primero cuando se estrenó con los aguerridos Azucareros, titulares de 1972, y más tarde estuvo en el conjunto villaclareño que, con una arrancada arrolladora (18 éxitos en línea), ganó la justa de 1982-1983.
Pasada una década, Jova asumió el mando de la selección anaranjada y en sus tres experiencias iniciales en esa responsabilidad la llevó a la conquista de un trío de gallardetes sucesivos: 1992-1993, 1993-1994 y 1994-1995.
El capitalino Pedro Medina sostuvo las bridas del equipo Industriales, campeón de la contienda de 1995-1996, después de haber reinado como integrante de La Habana en 1974, y del plantel azul en la campaña de 1985-1986. Luego se adicionaron a la lista Alfonso Urquiola y Antonio Pacheco, dos descollantes camareros.
Urquiola, seis veces monarca con Vegueros, llevó a Pinar del Río hasta el trono en las versiones de 1997-1998, 2010-2011 y 2013-2014.
Pacheco, tras reinar en cuatro oportunidades como integrante de las poderosas selecciones santiagueras, guio a las Avispas hasta la cúspide en los certámenes de 2004-2005, 2006-2007 y 2007-2008.
En la porfía de 2009-2010 ingresó en la selecta nómina Germán Mesa, quien defendió el campo corto de la formación Industriales que se impuso en las temporadas de 1991-1992 y 1995-1996, y en la 49na. Serie condujo a los Leones a la conquista de su título número 12.
El último en concretar este hecho fue el cifuentense Ramón Moré Flaqué, campeón como jugador del conjunto villaclareño en la porfía de 1982-1983 y, tres decenios más tarde, estuvo al frente del combinado anaranjado que se adueñó del ansiado banderín en la controversia 2012-2013, tras 18 años de resultarle esquivo el trofeo a este colectivo desde la cita de 1994-1995