Vanguardia recuerda en el 65 aniversario de su natalicio al lanzador que más juegos de cero hits cero carreras ha logrado en series nacionales.
Por Osvaldo Rojas Garay
Lo que no pudieron lograr estelarísimos de nuestras series nacionales como Pedro Luis Lazo, Braudilio Vinent y Santiago Changa Mederos, entre otros, el camagüeyano Juan Pérez Pérez lo convirtió en cierta rutina.
Nacido el 18 de septiembre de 1951, hace hoy 65 años, el veloz serpentinero agramontino, quien se estrenó en los campeonatos cubanos en la octava versión (1968-1969) con el conjunto Granjeros, fue el único tirador en archivar tres juegos de cero hits cero carreras en los clásicos criollos.
El 22 de febrero de 1973, con la franela de Camagüey, inscribió su nombre en la lista de los que han rubricado la hazaña en la pelota revolucionaria, al dejar en blanco en ambos casilleros al elenco de Serranos, en el estadio «Candido González», en un desafío que concluyó con marcador de 7 a cero.
Al año siguiente, con el mismo equipo, repitió la proeza, el 25 de abril de 1974, en el «Guillermón Moncada» frente a Oriente, con pizarra de 1 a 0. En esta temporada encabezó el promedio de carreras limpias con 1.13.
Posteriormente, el 19 de enero de 1975, con el traje de Ganaderos, completó su tríada de choques de este tipo a costa de Citricultores, en el «Cándido González». El encuentro culminó 2 a cero y fue una de las cinco blanqueadas que lanzó en aquella cita, para terminar al frente de este casillero.
Poseedor de una terrífica velocidad en sus envíos, Pérez Pérez no tuvo una larga carrera beisbolera. Intervino en 11 series nacionales, en las cuales exhibió balance de 89 sonrisas y 58 reveses, 25 lechadas y un promedio de efectividad de 1.86, el cuarto mejor en la historia de las series nacionales.
Internacionalmente formó parte del plantel cubano triunfador en la justa del orbe de 1973, los Juegos Panamericanos de Cali, 1971 y los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1970.
Su mayor hazaña
Entre todos los no hit no run que atesoró en su trayectoria pienso que el que más debe haber disfrutado el tinajonero fue el del 29 de noviembre de 1973, en el estadio “Latinoamericano”, cuando se convirtió en el primer monticulista criollo en concretar este hecho en campeonatos mundiales.
Aquel día se presentó intransitable en el Coloso del Cerro contra Venezuela, que dependió del derecho Félix Vallenilla.
El camagüeyano, apoyado en sus lanzamientos veloces retiró a trece bateadores rivales por la vía de los strikes. Dos se le embasaron por boleto: William Lima en el tercer capítulo y Gustavo Rivas en el séptimo.
Precisamente Rivas estuvo a punto de estropearle la hazaña en el episodio inicial, al disparar una línea que se llevó de un salto el torpedero Rodolfo Jabao Puente.
Solo cuatro veces los venezolanos le sacaron la pelota del cuadro, tres de ellas a la cuenta de Félix Hernández, quien elevó dos batazos a la pradera izquierda y uno al bosque central. El otro que pudo llevar la bola hasta los jardines fue William Lima, que elevó a la banda izquierda.
Sus compañeros lo respaldaron con cuatro anotaciones. La primera en piernas de Wilfredo Sánchez en el capítulo de apertura. En el cuarto añadieron otra debido a biangulares de Armando Capiró y Agustín Marquetti.
Las dos del puntillazo las hicieron en el octavo, ambas remolcadas por el segundo tubey de Marquetti.
Una coincidencia entre Changa y Pérez Pérez
Santiago Changa Mederos, Juan Pérez Pérez y Pedro González clasifican como los únicos lanzadores que lograron conectar jonrones dentro del terreno en series nacionales. Lo interesante es que los dos primeros se apuntaron sus conexiones especiales un 27 de marzo. Ese día, pero del año 1968, Changa disparó su batazo contra Alberto Vera, de Matanzas, en el estadio «Palmar de Junco». Justamente cinco años más tarde, el 27 de marzo de 1973, Pérez Pérez logró la difícil conexión a costa del ranchuelero Pablo Ubeín Sánchez, en el «Cándido González».