Por Francys Romero
A pesar de no estar jugando en el máximo nivel del béisbol italiano, Yosvani Peraza sigue haciendo “flips bats” mientras conecta sus jonrones y ha regresado con más fuerza en esta campaña.
El eterno recordado del II Clásico Mundial por aquel jonronazo ante Australia, es la gran atracción de la Liga Federal A, con su equipo Castenaso. Allí también juega otro pinareño e histórico cubano de 53 años, Remigio Leal, quien se desempeña como relevista y entrenador de pitcheo.
Esta Liga Federal pudiera cambiar para el próximo año a un formato de todos contra todos y por el momento, la novena de Peraza y Remigio se encuentra quinta entre los clasificados.
“Para este año me preparé mejor. Entrené mucho más en Cuba mientras estuve de vacaciones y bajé como siete kilogramos de peso” le dijo Peraza a OnCuba.
El slugger de 38 años ha superado su rendimiento del 2016 en el mismo torneo. Batea para 419 de average, con cuatro dobles, siete cuadrangulares y 37 carreras impulsadas.
“En cuanto a los jonrones, me han lanzado más este año”.
Al calendario de la Liga sólo le restan 6 encuentros. Por eso pregunté a Peraza si existía alguna posibilidad de retornar a su equipo Pinar del Río para la próxima Serie Nacional. Pero “El Gordo” Peraza no tiene intenciones de regresar y tampoco le han preguntado por su disposición para hacerlo.
Podría haber algún acercamiento entre las autoridades y Peraza, ya que ahora el director es un antiguo compañero de equipo como Pedro Luis Lazo.
En los últimos tiempos, existen muchos ejemplos de beisbolistas emigrados que se han incorporado tras enfrentar deportaciones, o que regresan por su propia cuenta. Es el caso de industrialistas como David Mena, Julio Montesinos o Eddy García. Además de los cienfuegueros Pavel Quesada, Yuniel Leyva o Edwin Vassell, más el villaclareño Ronny Valdés.
“Me hubiese gustado haber jugado más cuando comencé en el béisbol, pero el trabajo de los receptores es muy difícil y agotador. También tenía dos grandes de esa posición por delante de mí en la provincia y tenía que esperar la oportunidad” dijo, sobre sus intenciones de haber sobrepasado la cifra de los 400 jonrones en Cuba.
Ahora Peraza es más valorado por tierras italianas. En una liga en ascenso que gana cada año más adeptos.
“Te diré que la velocidad de los lanzadores italianos es de 84 millas, más o menos. Sin embargo, lanzan de todo. En el caso de los latinos, la velocidad oscila entre 93 y 92 millas. Casi todos son dominicanos o venezolanos, que quedan fuera de los rosters en el Spring Training en los Estados Unidos” agrega.
A sus 38 años, Peraza todavía es un bateador consistente. Foto: Federación Italiana de Béisbol y Sóftbol.
En esta liga se juega los fines de semana, a razón de dos juegos por día. Peraza se desempeña en la posición de receptor, usualmente en el primer juego del día, y en el segundo pasa a primera base o al puesto de designado.
Otros cubanos participan también en el mismo torneo, como el capitalino Frank Montieth.
“Me he enfrentado a Montieth, pero me lanzó mal y me dio dos bases por bolas”.
Peraza no ha muerto. Aún quedan jonrones por salir de su bate o líneas terroríficas que sequen la hierba de los jardines. Él continúa su legado de grandeza y no se detiene. Su corazón está dentro del juego.
El jugador de la semana: José Miguel Fernández (Tulsa Drillers, AA, Dodgers). Fernández rompió a batear con poder, al conectar seis jonrones desde mayo. El matancero ha superado sin problemas el nivel de Doble-A y ahora espera su promoción a AAA. Con línea ofensiva de 325/375/482, 12 dobles, ocho vuelacercas y 39 empujadas, se ubica como 2do de los bateadores de la Texas League y 8vo entre los líderes en OBP (porcentaje de embasamiento) de la liga. Será complicado que el segunda base llegue a Grandes Ligas en esta misma temporada, pero por el momento, ha dejado tiempo para pensar a la gerencia de los Dodgers. Sus ocho jonrones han sido contra lanzadores derechos, a los cuales le batea para 346.
Lo más negativo: Algunos cubanos fueron liberados de sus equipos en las menores: Reinier Roibal (Dodgers, AA), Yuniet Flores (Padres, A+) y Juan Carlos Linares, recientemente, en la Liga Mexicana de Béisbol.
El dilema: El cubano Adeiny Hechavarría puede tener sus días contados en la organización de Miami. Los rumores de cambio para irse a Baltimore son bastante certeros. ¿Qué pasará en la semana entrante?
Lo extraño pero real: Rusney Castillo batea para 311 en la sucursal de Triple-A (Pawtucket Red Sox) con nueve jonrones. No parece ser una pieza con la que contarán los Medias Rojas en el futuro. Contando que el Nuevo Acuerdo de Convenios Laborales estableció nuevas regulaciones, Boston debería pagar penalidades tanto por subir a Castillo a las Mayores como por canjearlo por otros jugadores. El dilema del avileño se hace más grave mientras pasa el tiempo. Cobra 10.4 millones en Triple-A y las posibilidades de volver a Grandes Ligas ahora mismo están bloqueadas.
La frase: “Seré mejor que mi papá” dijo Víctor Mesa Jr. al blog D´deporte refiriéndose a su padre Víctor Mesa. La joven promesa se alista en el estadio Capitán San Luis con el equipo Cuba juvenil para el Mundial de la categoría en septiembre próximo.
(Tomado de OnCuba)