Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas- Yandy Díaz ha conseguido sortear las dificultades que deben encarar los extranjeros para acomodarse a las exigencias de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
“Es una liga muy competitiva, pero hasta ahora las cosas me han salido bien”, señaló el cubano de los Leones del Caracas, que antes de llegar al país tenía referencias sobre lo difícil que era afrontar el reto de rendir en el circuito.
“He jugado durante los tres últimos años con Yhoxian Medina y en el más reciente con Jesús Aguilar (en Ligas Menores de los Indios de Cleveland). Hemos desarrollado una amistad bonita. Somos como familia. Me hablaron mucho de la liga y encontrarme con (su compatriota) Félix (Pérez) también me ha ayudado”, enfatizó Díaz.
Esa empatía facilitó el proceso de aclimatación para el recién llegado. Aunque no todos los importados logran hacerlo. Desde el día inaugural, 29 jugadores de posición foráneos han consumido al menos una vez al bate con alguno de los ocho equipos. Solo 17 de ellos siguen activos.
“Poco a poco me he ido adaptando. En principio tenía el swing un poco lento y largo, pero, conforme pasan los juegos, me he ido ajustando. Voy mejorando día a día”, afirmó el bateador derecho.
Díaz, originario de Sagua la Grande, localidad cercana a la costa norte de Cuba, apenas ha dejado de conectar imparables en dos de sus primeros 14 juegos y llegó a hilvanar una cadena de 11 encuentros con al menos un hit.
“Pienso que los lanzadores de aquí son más difíciles porque tiran muchos pitcheos rompientes. En Ligas Menores tratan de usar más la recta. En esta liga también tiran rectas, pero te trabajan mucho con los rompientes y eso es más complicado. Aunque es muy parecida a la forma de lanzar en Cuba y uno se va adaptando”, analizó el jardinero y jugador de cuadro, que defendió a su provincia Villa Clara en la Serie Nacional, entre 2008 y 2010.
El antillano, de 25 años de edad, es el décimo prospecto de Cleveland, según MLB Pipeline, y se uniformó con los capitalinos con la intención de terminar de pulirse en el outfield.
Díaz había jugado en la intermedia en su país y desde hace un par de años en la antesala, luego de recibir un bono de 300.000 dólares de Cleveland por su firma en 2013.
En 2016 comenzó en tercera con el Akron (AA), pero cuando fue subido al Columbus (AAA), la organización probó su versatilidad en las esquinas de los jardines, pues la presencia del prospecto colombiano Giovanny Urshela, en el tercer cojín, y del solvente camarero dominicano Ronny Rodríguez, le impedían jugar a diario en el cuadro interior.
El experimento resultó. Díaz fue electo Novato del Año de la Liga Internacional, tras ligar .325 de promedio, dos puntos menos que el líder bate Hernán Iribarren (.327), mientras que terminaba primero porcentaje de embasado (.399) y compilaba una seguidilla de 28 juegos con hits, entre julio y agosto, la más prolongada en la reunión desde 2007. Su defensa no fue brillante, pero logró un aceptable factor de alcance de 2.13, de acuerdo con Baseball Reference.
Con Leones ha aparecido en las tres praderas, pero ha sido el center field regular. Ha cometido tres errores en 25 lances.
“Ahora mismo me siento mejor en el outfield. Apenas había estado un partido en el jardín central en Triple A. Solo trato de hacer las cosas bien, porque se trata de mi primera experiencia en esa posición”.
Yandy Díaz destaca por su agresividad en el terreno de juego
“Cleveland me dijo que trabajara en mi defensa”, enfatizó Díaz. “Tengo que darle las gracias a Dios que estoy compartiendo con Félix (Pérez). Ha jugado varias temporadas aquí y me da muchos consejos. Los errores pueden traumatizarte pero tienes que dejarlos atrás. Los problemas que tengas con el guante no puedes llevarlos a la ofensiva porque te matan. Lo malo tienes que dejarlo atrás”.
“Esperaba que Yandy hiciera las jugadas de rutina y eso ha hecho. Ha trabajado bien. Buscó la fórmula en el terreno y su bate ha rendido como se pensaba”
ALFREDO PEDRIQUE
La producción con el madero nunca ha sido una tarea pendiente para Díaz. El toletero derecho hace contacto con la parte gruesa del bate y es disciplinado en el plato, algo que se refleja en un gran contacto y una buena cantidad de pasaportes. Antes de su brillante temporada con el Columbus, había liderado la Liga del Este (AA) en OBP (.412) y boletos (78) en 2015.
De acuerdo con los scouts, esa aproximación afecta sus números de poder, pues generalmente se va hacia la banda contraria. En Cleveland esperan que aprenda a halar la bola con mayor frecuencia.
Con los melenudos suma siete extrabases (5 2B, 1 3B, 1 HR), lo que representa el 35% de sus batazos, pero ha mantenido su tendencia como bateador. Liga de 14-4 (.286) al jardín izquierdo, de 13-8 (.615) al centro y de 12-8 (.667) a la derecha, en tanto que se ha ponchado 12 veces y ha negociado seis bases por bolas.
Sus números han robustecido el orden ofensivo del Caracas, que ostenta el cuarto mejor average (.273) y OBP (.346) del torneo 2016-2017. Solo que los problemas de los Leones tiene que ver con su pitcheo y los aficionados comienzan a impacientarse. Algo que no ha pasado inadvertido por Díaz.
“Pienso que tenemos el mejor lineup de la liga, pero en ocasiones todos juntos no podemos estar bien. En ocasiones nos falla el pitcheo, en otras el bateo. Los fanáticos siempre piden que hagas las cosas bien, pero tienen que entender que algunas veces no saldrán de la mejor manera. Ellos están para apoyarnos y nosotros para hacerlo bien. Poco a poco las cosas van a ir mejorando. Estoy seguro”, destacó.
Díaz tiene contrato hasta el 30 de diciembre y no sabe si podrá quedarse más allá, en caso de que los melenudos logren comprar su ticket a los playoffs.
“Ha sido una experiencia bonita. Sobre todo en los Caracas-Magallanes, en los que al principio sentí algo de nervios porque nunca había jugado con un estadio tan lleno. Los fanáticos están metidos en el juego. Me gusta esa atmósfera, la gente, la comida, en especial las arepas (risas). Vamos a ver qué pasa de aquí a finales de diciembre”.