Por Jorge Ebro
Pasarle a Miguel Cabrera en cualquier orden del béisbol no es poca cosa. Cuando Yonder Alonso supo que estaba por delante del tremendo venezolano en la votación para el Juego de las Estrellas -651,055 votos- entre los inicialistas del joven circuito, se lo tomó con la mayor calma del mundo.
Ya todo un veterano, Alonso ha aprendido a vivir el momento sin preocuparse por otras cosas, ni a poner mucho énfasis en unos números que confirmar su mejor temporada de Grandes Ligas en un año donde podría dilucidar su porvenir financiero en Oakland o cualquier otra franquicia.
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Pero la madurez de Alonso no se aprecia solo en jonrones o impulsadas, sino en un tremendo escrito aparecido el 24 de abril en la revista digital The Player’s Tribune, donde narra los convulsos días de su salida de Cuba y los inicios en Estados Unidos con el alma a flor de piel.
Llegas a Miami justo cuando anuncian que eras el uno entre los primeras bases.
«Desde el punto de vista individual es muy gratificante, pero creo que lo es más para mi familia y mis amigos. Para lo mí lo importante ahora es ganar con mi equipo, mi preocupación es darle a una pelota a 95 millas, pero sé que los que me quieren están muy contentos».
¿Todavía es algo especial jugar en Miami?
«Significa el mundo. Me siento una persona nueva. He vivido muchos capítulos en mi vida pero Miami tiene un sitio especial. Llegué con solo 10 años. Aquí me crié y me formé como pelotero. Mucha gente cercana viene a verme jugar. Esta siempre será mi casa».
Tu temporada es magnífica, pronto serás agente libre, ¿cómo ves el futuro?
«Mi futuro es hoy. No miro al mañana ni pienso en el pasado. He aprendido en mi tiempo en Grandes Ligas que no se puede planificar una semana, sino sabes lo que puede pasar en el momento. Sé lo que estoy haciendo, pero queda mucha pelota».
¿Cuál ha sido la clave de la mejoría?
«Lo mental. Me siento muy positivo en mis pensamientos. Y en lo físico el equipo me ha ayudado mucho a mantenerme fuerte. Creo que he aprendido a hacer mejores ajustes, lanzamiento por lanzamiento. He cambiado cosas mínimas en mi mecánica de bateo, pero no estoy tratando de dar jonrones todos los días. La claves es tener buenos turnos».
Escribiste una historia muy personal de The Player’s Tribune, ¿qué te motivó?
«Un viaje que hice a Cuba en diciembre. Yo quería hacer algo para Player’s Tribune sobre mis experiencias de un chico que llega a este país, pero no solo para mí sino para todos los cubanos y los latinos que llegan a Estados Unidos y se ven en dificultades. Quería escribirles que con trabajo y mente positiva todo se logra».
¿Qué recordarás por siempre de ese viaje a Cuba?
«Todo. Cuando vi mi familia, la casa donde nací, los lugares por donde pasaba. Hablar con la gente de allá que sabe de pelota y mucho. Jugar pelota de cuatro esquinas con los muchachos de allá. Yo juego no solo para mí y mi familia. También lo hago para mi comunidad, para mi gente cubana y latina