Tras casi cuatro meses juntos en el equipo Ottawa Champions, el “lobo” pinareño Donal Duarte y el “león” industrialista, Alexander Malleta, volvieron a encontrarse en el estadio Latinoamericano, ahora con sus respectivos equipos en la 56 Serie Nacional de Béisbol.
Por: Joel García
Atrás quedó su primera incursión en la Liga independiente Can-Am, donde contribuyeron al título del conjunto por el que fueron contratados. Duarte jugó 82 partidos en la etapa regular, con 81 hits, 12 dobles, par de jonrones, 35 empujadas y un average de 272; mientras Malleta participó en 79 desafíos y sobresalió con 69 imparables, 15 tubeyes, seis vuelacercas y 53 remolcadas con un promedio de 238.
Regulares también en los nueve encuentros de play off, el inicialista azul fue elegido en uno de ellos como el más valioso al fletar las carreras de la victoria. Acostumbrados a jugar este tipo de definiciones, ambos apuntalaron la primera corona de Ottawa, un conjunto que debutó en la pasada temporada con un quinto lugar.
Conversar con ellos, primero con Donal y luego con Malleta, permitió conocer no solo sus experiencias, sino el presente y futuro de ellos en el béisbol.
Duarte: “Estoy entero y aprendí muchas cosas”
“Cuando fui para Canadá tenía el criterio de que esa liga no tenía tanta calidad, pero al vivirla cambié mi opinión. Hay peloteros que jugaron doble A, triple A y otros que estuvieron en Grandes Ligas pero que ya lo dejaron libres, entre otros.
“Lo fundamental ahí es el pitcheo. Todos los lanzadores tiran por encima de las 90 millas y los cerradores 95 y 96. Tiran bastante recta, poca curva y han perfeccionado el corel, que es parecido a la slider, pero muy difícil de batear.
“Es una liga muy buena para jugarla y aprender. Los peloteros cubanos nos adaptamos bien y tuvimos buenos rendimientos, algunos más que otros, pero en sentido general el balance es favorable”.
¿Qué otra singularidad apreciaste, además del pitcheo, que pueda aprovechar el pelotero cubano?
—“Está muy bien organizado el campeonato en cuanto al ritmo de los juegos. Los peloteros entran y salen corriendo al terreno, no se pasan mucho la bola por el cuadro y los partidos no se pasan de 2 horas y 20 minutos. Cuando estuve en Camagüey quise hacerlo así en el equipo y nos salieron los juegos bastante rápidos. En eso podemos trabajar todavía en Cuba, con los directores de equipo y con los árbitros”.
¿Cuánto te aportó esa incursión desde el punto de vista técnico, físico y profesional?
—“Cuando me fui para Canadá pensaba que estaba terminando mi carrera deportiva, pero hoy pienso diferente. Bajé de peso, me recuperé del brazo y ahora sé que puedo seguir jugando. Me siento bien físicamente, estoy entero y aprendí muchas cosas”.
¿Alguna diferencia en cuanto a la zona de strike respecto a la nuestra?
—“Puedo decir que los árbitros de Cuba son mejores que los de esa liga. Allí se canta arriba y abajo, sobre todo arriba, pero muy poco por dentro y por fuera. Es decir, cantan más la vertical y casi nunca la horizontal”.
¿Esta experiencia te ha dado un aire para pensar en una selección nacional, digamos para un Clásico Mundial?
—“Si me dan la oportunidad de estar en la preselección para el Clásico claro que voy a pelear por un puesto. Lo que más deseo es integrar un equipo Cuba para un evento internacional, y si se trata del más grande de la pelota mundial mucho mejor. Antes de retirarme de la pelota quisiera defender ese uniforme como lo hago con el de Pinar del Río y como hice con el Ottawa Champions”.
¿Cómo fue la relación entre Malleta y tú dentro de ese equipo?
—“Él y yo nos llevábamos bien desde Cuba y allá consolidamos la amistad. Estuvimos juntos viviendo en un apartamento y siempre hablábamos de lo que cada quien estaba haciendo mal a la hora de batear, porque allí los entrenadores no te dicen nada. Uno mismo tiene que ser jugador y entrenador. Y si no rindes te mandan al banco o te dan baja”.
¿Cómo fue la remontada del play off final frente a los Rockland Boulders?
—“Estuvimos perdiendo 0-2 y la gente ya no tenía muchas expectativas. Hasta la prensa decía que no íbamos a ganar. Pero dijimos en los mítines: bueno, que nos ganen en el terreno y salimos a ganar ese tercer juego. El equipo comenzó a batear y no paramos hasta el título”.
¿En qué áreas puede demandar esa liga más jugadores?
—“Ellos deben buscar más jugadores de posición porque los lanzadores son muy buenos. En la parte de la receptoría y la defensa tienen que mejorar mucho. Ellos están muy contentos con el rendimiento de nosotros y quizás en la próxima temporada vayan más cubanos. Se habla hasta de un posible equipo Cuba, pero no como ahora de invitado, sino para jugar la Liga.Habrá que esperar”.
¿Cuánto tiempo piensas seguir jugando a partir del rendimiento en la Liga Can-Am?
—“Voy a continuar jugando mientras me sienta bien y con cualquier equipo que esté voy a seguir siendo el mismo. Salgo al terreno a divertirme porque me gusta mucho jugar pelota, que es lo mejor que sé hacer en la vida. No tengo ninguna marca pensada ni sé cuantos hits tengo en las Series Nacionales. Lo mío es salir a divertirme”.
Cambiemos de tema, ¿Clasifica Pinar del Río?
—“Es una tarea difícil, pero no imposible”.
¿Y en caso de quedar fuera?
—“Me encantaría jugar con Industriales porque es el equipo que me gusta después del mío, pero juego con cualquiera, con el que me pida para reforzarlo. Y me entregaré igual.”
Malleta: Se me dio la oportunidad y la aproveché al máximo
“Es una liga bastante intensa, donde el pitcheo, si lo comparamos al de nosotros, le gana en velocidad. Todos los días vemos a lanzadores de 90 millas, lo cual te exige hacer las cosas bien a la hora de batear.
“También es muy fuerte porque se juega mucho: 100 partidos en 111 días, con viajes de traslado hasta de ocho horas. Eso complica más las cosas, porque debes entonces planificarte bien el descanso y la preparación física. En general es un torneo profesional muy exigente y quería vivir eso. Se me dio la oportunidad y la aproveché al máximo”.
¿Tenías una opinión desfavorable de la Liga Can-Am?.
—“No pensé que iba a ser tan fuerte. Había escuchado algunas cosas, pero a veces los nombres de los torneos no lo interpretamos bien. Cuando se dice Liga Independiente se asocia a poca calidad, pero no es así. Allí juegan peloteros de Doble A, Triple A y hasta jugadores que estuvieron en Grandes Ligas, lo cual le da un nivel muy bueno”.
En cuanto a las estadísticas, no tuviste un alto average en la clasificatoria, pero fuiste decisivo en los play off. ¿Cómo lo viviste tú?
—“El primer objetivo que llevamos Donal y yo cuando salimos de aquí era apoyar la clasificación a semifinales y lo hicimos. Luego las cosas fueron saliendo bien, el equipo se fue ajustando, nos unimos más y fuimos adelantando. Nosotros hicimos el trabajo dentro del equipo que era importante para pensar en ese resultado y eso ayudó sobremanera al equipo.
¿Y cómo fue la relación entre ustedes, únicos cubanos dentro del equipo Ottawa?
—“La comunicación entre nosotros fue fundamental porque por un lado estaba el idioma que nos chocaba, pero logramos insertarnos poco a poco y ambos nos ayudamos en cuanto a ajustes en el bateo o en la propia preparación física”.
¿Está pensando Malleta ahora, con esa experiencia, en el Clásico Mundial?
—“Siempre que estoy jugando béisbol pienso en la integración del equipo nacional y en ayudar a los Industriales, por eso pedí incorporarme apenas regresé. Me gusta jugar pelota. Si me vuelve a llamar la Liga Can-Am iré por segundo año consecutivo y si me llaman otras ligas también quisiera probar. Se me está dando la posibilidad de jugar otro beisbol y eso siempre te deja enseñanzas, experiencias y me hace mejorar como pelotero.
¿Tras esta incursión profesional exitosa ha pasado por la mente de Malleta la palabra retiro?
—“No he pensado en cuanto me queda dentro de un terreno. Pero todavía me siento bien físicamente y eso es lo fundamental. Tampoco he perdido la motivación. Ahora solo estoy apoyando a mi equipo Industriales para lograr la clasificación. Estoy concentrado en eso. Los números y las estadísticas vienen solo. Tú estás jugando todos los días y lo importante es lo que aportes a tu colectivo. Queda Malleta para rato.