Por Jesse Sánchez
HOUSTON — Más de una docena de reporteros rodearon la mesa del cubano Yasiel Puigdurante el día de los medios antes del arranque de la Serie Mundial y las primeras preguntas que el jardinero de los Dodgers atendió comenzaban o terminaban con dos palabras: Turner Ward.
Con cada pregunta, Puig giraba hacia su derecha y le gritaba al coach de bateo de Los Ángeles, quien estaba sentado a su lado.
“¡Oye Turner! ¡Turner! La gente está preguntando por ti”, bromeó Puig. “Saben que no me caes bien. Ven dame un beso. Esta es la Serie Mundial”.
Turner obedeció y se acercó a la mesa del guardabosque para abrazarlo y besarle una mejilla.
Las excentricidades de Puig sobre el terreno y su cabello recién pintado de azul han sido los temas principales este mes, pero su desempeño y su relación con Ward llamarán más la atención si los Dodgers resultan campeones de la Serie Mundial.
Este no es un nuevo Puig. Simplemente es un mejor jugador y le puede agradecer a Ward por el cambio de ritmo en la caja de bateo. Y ha llegado en el momento más indicado. Los Dodgers y Astros dividieron los primeros dos partidos del Clásico de Otoño en Los Ángeles y ahora la serie se traslada a Houston para tres encuentros a partir del viernes.
El único hit de Puig en lo que va de la Serie Mundial ha sido el jonrón que empató el compromiso en el cierre de la 10ma entrada de la derrota 7-6 en el Juego 2 el miércoles por la noche.
“Ward es un buen coach de bateo y me ha dado bastante información”, explicó Puig. “Me dice que mantenga la calma en la caja de bateo y que trate de darle al mejor lanzamiento posible. No le doy a bolas sobre el suelo ni nada por el estilo. Estoy muy agradecido por él y mis compañeros por mantener la fe en mí”.
La estadía de Puig con los azules ha sido entretenida, en ocasiones enfadando a algunos, brillante y confusa. El extrovertido jardinero fue bajado a Triple-A al final de la temporada pasada y surgió rumores de cambio durante la temporada muerta.
Ha respondido este año con una de las mejores campañas de su carrera y una postemporada para el recuerdo.
“Pienso que lo principal ha sido que está negociando más pasaportes”, señaló el piloto de los Dodgers, Dave Roberts. “Y eso es una muestra de que ha tenido disciplina en la zona de strike. Anteriormente él no veía eso como algo positivo. Y ahora comprende que debe ayudar a mantener el ritmo de la ofensiva, eso nos favorece bastante”.
La relación entre Puig y Turner comenzó durante los entrenamientos primaverales del 2016 después de una larga plática en la que Puig compartió cada detalle de su deserción de Cuba. Para Ward todavía es un tema muy emotivo, especialmente cuando piensa lo que Puig sacrificó para estar en los Estados Unidos.
“Sé que quiere ser el mejor y me agrada bastante saberlo”, declaró Ward. “Decidí en aquel momento que iba a hacer todo lo posible para ayudar a este muchacho. Le presenté retos y le di permiso desafiarme. Pero, por otra parte, le dije que también lo desafiaría. Creo que esa confianza y responsabilidad nos ha dado resultados”.