Por Joel García León
Cary, Carolina del Norte.— El derecho avileño Dachel Duquesne lanzó el mejor partido internacional de su carrera deportiva y con el respaldo ofensivo de siete carreras le dio a la selección cubana su primera victoria sobre Estados Unidos (7-2), en el cuarto enfrentamiento del tope de béisbol amistoso que se celebra en esta ciudad.
Para quienes gustan de las primeras veces en el match fue este un partido ideal, pues la escuadra visitante salió delante por vez primera en la pizarra en el segundo inning y facturó lo que nunca habían podido lograr ante los lanzadores locales en los desafíos anteriores: tres carreras en una entrada.
En esa primera rebelión antillana con los maderos por tierra norteña ligaron también una cifra inédita de inatrapables hasta hoy: cuatro, conectados por en este orden, Norel González (hit), Yordanis Samón (doble), Juan Carlos Torriente (hit) y Yoekis Cespédes (doble), con out intercalado de Jefferson Delgado.
La dosis de anotaciones la aumentaron en el quinto con dos rayitas más remolcadas por Norel y Torriente con sus segundos imparables de la noche; mientras que en el llamado capítulo de la suerte repitieron la dosis se cuarteto de indiscutibles y par de carreras, impulsadas al plato por Samón y Delgado.
La excelencia de la faena monticular de Duquesne trascendió siete entradas con 104 envíos hacia el home, apenas tres hits permitidos, cinco ponches y dos boletos. Su relevo Liomil González se enredó en el noveno después de un out, al soportar dos anotaciones, permitir tres metrallazos y dar un pasaporte gratis. Pero par de ponches puso orden y selló la victoria 13 de Cuba desde la reanudación de este evento en el 2012.
Para el Centro Nacional de Entrenamiento está previsto este viernes el último juego del tope, con Yoanni Yera anunciado para volver a tirar las serpentinas y buscar el segundo triunfo parcial.
Moralejas del partido:
– Cuando el abridor camina dominante hay más de un 50 por ciento de victoria para cualquier equipo. Daquel Duquesne lo hizo como nunca en un evento internacional y convenció no solo por su inteligencia a la hora de mezclar los envíos, sino también por su estudio del rival. “Siempre fui agresivo en el primer lanzamiento, mantuve el control y los trabajé con muchos rompimientos. Quería trabajar completo, pero como sacamos una ventaja considerable llamaron a Liomil. Estoy muy contento porque pude cambiar la cara del equipo con mi trabajo y mañana vamos por la segunda victoria”.
– A la altura del tercer episodio Cuba tenía más hits que en el partido de mayor producción ofensiva (en el segundo juego dieron cinco) y finalizaron con 13, incluidos cinco tubeyes. Norel González y Juan Carlos Torriente (4-3) Yordanis Samón (3-2) y Yosvani Alarcón (5-2) guiaron la orquesta ofensiva, sin olvidar a Raúl González (2-1 y par de boletos).
– El dominio monticular sobre los estadounidenses fue tan apabullante hoy que hasta el octavo inning solo había adivinado llegar tres veces a las bases por hits y dos boletos, en tanto ninguno de sus jugadores había pisado la tercera almohadilla.
– La rebelión a la hora de recoger los bates es todavía la clásica clase de cuánto debe aprender Liomil González para estas funciones, pues no puede sacarlo de pitcheo un strike mal o bien cantado por un árbitro. El muchacho promete y mereció la confianza a pesar de ese incidente.
– A diferencia de todos los encuentros anteriores, la estrategia del mentor estadounidense, John Savage, fue utilizar hoy solo dos lanzadores derechos: Gianluca Dalatri y Seam Wymer. ¿Estará reservando su artillería de zurdos para el cierre?
– Hay peloteros nuestros que siguen en deuda a partir de la calidad real que tienen: Guillermo Avilés (ubicado tercero en la alineación se fue de 5-0 con par de ponches), Víctor Víctor Mesa (4-0 con una huella de strikes) y Yoelkis Céspedes (dio hoy su primer hit pero lleva de 11-1). Este trío estuvo en el IV Clásico Mundial y no se lo ganaron por gusto.
– La sonrisa de este jueves complace, nos da la victoria del honor, muestra un conjunto diferente tras 25 partidos (21 en la liga Can-Am y cuatro aquí), pero no debe levantar falsas expectativas ni subestimar al contrario. La revisión de cada uno de los desaciertos es tarea obligada aunque la despedida de este viernes fuera feliz.