Todos saben que existen, pero nadie los señala.
Odiado por algunos y entendible por otros, el «buscón» de peloteros para Grandes Ligas siempre vive detrás de un velo difícil de descorrer, que muchas veces se camufla con la más elegante denominación de «inversionista» y que, para la mayoría, pasa de manera inadvertida.
Pero con la revelación de la historia que rodea al prospecto cubano Lázaro Robersy Armenteros, al menos dos fuentes de entero crédito apuntaron a un hombre que sostiene el andamiaje en torno al muchacho y reúne los requisitos del buscón: Norbis Núñez.
«Este es un hombre con cierto poder financiero por sus negocios y conexiones en Haití», expresó una fuente en República Dominicana. No creo que sea un criminal en el peor sentido de la palabra, ni un hombre brutal, pero sí lo calificaría de manipulador, de controlador, que es lo que está aplicando en el caso de este muchacho y su familia».
En conversación con El Nuevo Herald, Hairston repitió su negativa a revelar el nombre de quien, en su opinión, ha retenido los pasaportes y residencias de Lazarito y sus padres, impidiéndoles no solo una libertad de movimientos para salir del país, sino la capacidad de firmar de momento un contrato con las Grandes Ligas.
«Con mucho dolor tuvimos que decirle adiós a Lazarito, que es un chico de gran corazón, porque no estábamos conformes con la forma de hacer las cosas de esa persona que lo mantiene bajo su control», explicó Hairstron. «Hay cosas que no estamos dispuestos a aceptar por el bien de nuestra empresa y, sobre todo, el cliente».
Sin embargo, un reporte de Fox Sport el miércoles en la noche dejaba entrever que Lazarito había contratado los servicios de una nueva agencia, Octagon, y que los padres del joven, Lázaro y Joany estaban en control de todo lo relacionado con el futuro de su hijo.
En el escrito del periodista Ken Rosenthal, los padres alegaron que rompieron con Hairston debido a su incapacidad para lograr acuerdos y su negativa a dejar que Lazarito volviera a entrenar con su coach original.
Pero Hairston considera que la entrevista es una cortina de humo orquestada por el inversionista para contener daños de imagen pública y que los padres y el muchacho asistieron a la conferencia teléfonica bajo presión.
De acuerdo con el representante, el buscón aspira a que Lazarito -un agente libre con restricciones por su edad- firme cuanto antes y no después del 2 de julio, cuando los equipos poseen mayor capacidad de maniobra en el mercado internacional.
Por otra parte, la fuente indicó que Núñez le pide al chico el 25 por ciento de su primer contrato.
Al igual que Lazarito, muchos peloteros cubanos se han visto obligados a pagar los servicios de buscones y otros individuos con un 25 o 30 por ciento de su pacto con las Mayores, como sucedió en el sonado caso en el 2012 de de Yoenis Céspedes, obligado a ceder por un tribunal en Santo Domingo un 22 por ciento de su contrato con Oakland al «entrenador» dominicano Edgar Mercedes.
Muchos consideran que este es el precio de la libertad por salir de Cuba y llegar a Grandes Ligas, otros los ven como un atraco al talento de estos prospectos, que apenas saben de leyes y contratos.
Aunque algunos buscones no participan en la salida de los cubanos de la isla, sí se ocupan de ellos cuando arriban a Haití o Dominicana, país al que llegó Lazarito luego de un largo periplo que incluyó Ecuador y Rusia.
Ya estando en Quisqueya fue que Hairston conoció a Lazarito junto a su buscón un 9 de agosto del 2015 en un terreno de béisbol sin muchas pretensiones, donde quedó impresionado con el físico del muchacho de 16 años y su madurez mental.
Durante meses, el agente y el cliente trabaron una amistad sincera bajo la atenta mirada del buscón y forjaron el camino hacia un potencial acuerdo con alguno de los 30 clubes de las Mayores.
«Los equipos están muy interesados en él y no por gusto está entre los primeros prospectos internacionales», valoró Hairston, quien asesora a otro jugador cubano, Ramón Lunar. «Se comporta muy bien y parece alguien de 23 o 24 años. A mí me partió el corazón alejarme de él, pero debía hacerlo por mi bien físico y mental. Ahora no sé que pasará con él, pero va a firmar porque el talento le sobra»
Ahora todo vuelve a estar en manos de Núñez, quien solo estaría deseando cobrar su 25 por ciento del futuro sueldo de Lazarito.
«Imagínese si eso pasa con los muchachos cubanos, qué no sucederá con los chicos dominicanos», recalcó la fuente. «Repito, no creo que Núñez sea mala persona. Simplemente hace las cosas como siempre se hicieron en mi patria. Para él eso es lo normal, pero algún día todo tendrá que cambiar».
