Fotos por Yuhki Ohboshi
TOKIO.—No solo para los peloteros es difícil el Clásico Mundial desde aquí, con 12 horas de diferencia de La Habana. Cuando ustedes lean estas líneas, no solo conocerán y habrán debatido hasta los tuétanos el debut cubano en la lid, sino que estarán de cara al próximo encuentro, ante China.
Es decir, tendrían dos partidos el mismo día, el que vieron temprano y el de las 10:00 p.m., frente a los chinos. Y entonces, nosotros qué, cómo lo hacemos. Un gran amigo me sorprendió temprano en el correo. El texto de Igor Hevia Diez dice textualmente: «socio, pitchea tú».
Claro que se refería al análisis de si Lázaro Blanco debía ser utilizado para el juego que ya vieron ante Japón, o si la mejor opción es guardarlo para Australia; o hacer como nos hacían los nipones, ponerles tres a ellos, uno en cada tercio.
Pero la verdad es que Igor tiene razón, la pelota la tengo yo, sin embargo, no hay a quién tirarle. Ya se jugó.
De cualquier manera, vale comentar el encuentro Israel-Sudcorea que brindó la ¿primera sorpresa? del CM 2017. Ojo, se utilizaron 14 serpentineros, seis por los ganadores y ocho por los anfitriones en Seúl, lo cual ratifica la importancia del relevo en la justa.
Uno se cuestiona lo de sorpresa porque en el CM no hay equipo pequeño, hay cultura beisbolera y cuando ella brota en el terreno, cualquier oponente se multiplica. Y eso fue lo que ocurrió con la primera novedad del torneo.
A Jason Marquis, la designación del mentor estadounidense que dirige a los israelitas, Jerry Weinstein, para el primer juego ante Sudcorea, le sobra pelota y lanzamientos en su vida para enfrentar un reto como ese. El experimentado derecho de 15 temporadas en la Major League Baseball (MLB), con 124 victorias bajo esa exigencia, se paró elegante frente a los asiáticos y en tres completos le pegaron dos jits y ponchó a tres.
Su último relevo y ganador, Josh Zeid, se hizo con la victoria al concluir el choque. En su labor aceptó tres jits, dio dos boletos y retiró a cuatro por la vía de los strikes. Zeid ha jugado dos temporadas en la MLB, y aunque ahora está en la organización de los Indios del Cleveland, no juega en ese segmento desde el 2014. Pero donde hubo fuego, cenizas quedan.
A este grupo A hay que seguirlo muy de cerca, pues la pretensión de la escuadra cubana es clasificar a la segunda vuelta y desde Seúl llegarán los otros dos adversarios. Ahora mismo, con este resultado, la lid en la capital sudcoreana se pone interesante y los favoritos anfitriones y holandeses ya miran distintos sus cálculos precontienda.
Pero hasta el alto mando israelita prefiere la cautela. Y tanto es así que el propio Weinstein dijo tras la victoria de sus jugadores que «han ganado un partido, solo eso. Vamos a tener que estar preparados para mañana, que no será fácil, luego de disputar hasta muy tarde un choque de mucha adrenalina y tensión».
Ojalá nos haya ido bien en el juego más importante del calendario, ese primero contra Japón. Pero vuelvo a traer a Cepeda. Si el resultado no nos favoreciera, no se acaba el mundo. Nos había dicho él y también Despaigne, «esto es partido a partido».