POR JORGE EBRO
Con una frase lapidaria, Roenis Elías resume su viaje la República Dominicana: «voy a darle el pecho a la vida». El cubano llegó este domingo para integrarse a la rotación de las Águilas Cibaeñas, uno de los equipos más emblemáticos del béisbol de esa nación y todo el Caribe.
Elías no puede ser más claro en su poesía urbana, porque darle el pecho a la vida significa luchar por su carrera dentro de unos Medias Rojas que han cambiado de manager y pretenden volver a la cima de las Grandes Ligas en medio de la puja de otros clubes potentes como los Astros, los Indios y los renacidos Yankees.
«Voy a lanzar en una liga muy fuerte que me permitirá recuperar el tiempo perdido», comentó el lanzador de Guantánamo. «Creo que cuando finalice mi labor por allá, regresaré con una actitud fortalecida y un físico en mejores condiciones. No podía perderme el invierno».
El principal problema de Elías en el 2017 no fue su control, ni su velocidad, ni su capacidad para sacar outs, sino las lesiones que le robaron gran parte del tiempo de juego y lo confinaron, una vez saludable, a las Menores.
Principalmente, molestias en los músculos oblicuos le costaron su ascenso. Después de ganar 15 juegos en dos temporadas con Seattle, el cubano todavía no ha podido conquistar una victoria desde que llegara a Boston.
«En el deporte hay sus bajas y sus altas y ahora me tocó sufrir con las lesiones», agregó Elías, que apenas trabajó un tercio de entrada en la contienda pasada. «Pero creo que lo peor ha quedado atrás. Me siento fuerte nuevamente. Sólo necesito agarrar el ritmo de los juegos, acumular innings para llegar mejor a la primavera».
Como la mayoría de sus compatriotas en las Mayores, Elías escapó de Cuba vía marítima rumbo a México con el mismo sueño de todos: trabajar en la mejor pelota del mundo y buscar una vida diferente.
En tierras aztecas jugó en equipos de diversas categorías hasta que entró en un programa que eventualmente le prepararía para presentarse delante de los evaluadores de talento. En mayo del 2011 lo vieron los Marineros y algo les gustó como para ofrecerle un contrato de Liga Menor, sin garantías de nada.
Pero Elías recompensó a Seattle con una primera contienda de 10 victorias, pero en las reuniones invernales del 2015 fue canjeado a los Medias Rojas y allí comenzaron sus problemas de salud.
«Cada vez que a uno lo cambian por primera vez, pues no deja de ser sorpresa», explicó Elías, de 29 años. «Recuerdo mi tiempo en Seattle con alegría, allí fue donde me dieron la oportunidad de debutar, pero ahora ha llegado el momento de hacer algo más en Boston. Con las Águilas espero volar alto para llegar lejos en el 2018».