Autor: Aliet Arzola Lima
¿Cuál es el favorito para ganar la 58 Serie Nacional de Béisbol? Esa es una pregunta lógica de aficionados y especialistas ahora que ha arrancado el clásico cubano de las bolas y los strikes, pero resulta muy complejo darle respuesta, básicamente porque estamos frente a un campeonato de excesiva paridad y muchas dudas a lo interno de los 16 contendientes.
Por si fuera poco, el rostro actual de estas novenas no tiene nada que ver con el que
exhibirán dentro de tres meses, cuando los clasificados añadan sus respectivos refuerzos. Todos esos detalles nos colocan frente a un terreno absolutamente desconocido, en el cual es bien arriesgado dar un paso y vaticinar.
Sin embargo, en este tipo de discusiones lo normal es remitirse al campeón como uno de los favoritos al cetro, y apoyamos dicha tesis, pues los Alazanes de Granma presentan una plantilla con herramientas para pelear por un puesto entre los seis mejores que avanzarán a la segunda ronda y después dirimirán la corona.
Lo mismo se aplica para los Leñadores tuneros, cuya mayor fortaleza es mantener la base del elenco que se burló de los pronósticos unos meses atrás y quedó a un mínimo paso de conquistar la corona.
Si bien los refuerzos tuvieron protagonismo en aquella carrera, Pablo Civil nunca quitó espacio a los hombres que lo llevaron hasta las instancias decisivas, y gracias a ello hoy Las Tunas cuenta con un plantel más curtido que debe dar batalla y ser de los punteros.
Además de los dos finalistas, el regreso de Rey Vicente Anglada al puente de mando de los Leones de Industriales ha despertado mucha expectación y ha puesto a soñar a los parciales azules, al igual que el debut de Eduardo Paret al frente de las huestes villaclareñas.
Por su parte, los Tigres avileños y los Cocodrilos de Matanzas conservan esperanzas después de varios años entre los mejores, mientras los Toros camagüeyanos, apoyados en una talentosa hornada de lanzadores y en la titularidad de Alexander Ayala desde el primer día, también sueñan con repetir la clasificación de hace dos temporadas.
Sin embargo, lo que más me entusiasma e intriga de la 58 Serie es el desempeño de los Piratas de Isla de la Juventud, dirigidos de nuevo por José Luis Rodríguez Pantoja. Los pineros cuentan con un grupo interesantísimo de jóvenes que conocen las exigencias de la Serie Nacional y que fueron campeones de la más reciente lid Sub-23.
Ellos trabajarán junto a paradigmas del béisbol en ese territorio como Luis Felipe Rivera, Michel Enríquez o Wilber Pérez, estos dos últimos con el plantel desde el mismo arranque de la competencia. Además, Pantoja tendrá de inicio los servicios del talentoso Leonardo Urgellés, chico que después de pasar por Japón buscará demostrar toda su calidad en los diamantes cubanos.
Pero al margen de expectativas y previsibles favoritos de acuerdo con su recorrido en los últimos años, el clásico beisbolero es un terreno pantanoso, del cual todos tienen opciones similares de emerger triunfantes o de sucumbir en las profundidades.