Por: Raúl Hernández Lima
El veterano recibió la pregunta más sorprendido que molesto. Alguien inquirió, con dedo acusador quizá, por la decisión de dejar a Frank Luis Medina abrir la séptima entrada frente a los matanceros. La respuesta del veterano mentor de los camagüeyanos está vez resultaba, más que explicativa, contundente.
El pinareño toleró sólo 6 imparables cuando abría el ining de la suerte, ocho bateadores se fueron por su turno desde el boleto regalado a César Prieto tres entradas atrás. Más allá de los sobresaltos ocasionados por la errática defensa en la tercera, costándole dos carreras, solventó cada una con holgura.
Quizá la contraparte de Borroto pudo pensar, o tal vez sólo quiso hacerlo, que el rol de abridor para Frank representaba una exigencia superior a lo acostumbrado. El mentor de los toros en cambio aclaró su intención de ganar en cada decisión. “Si lo dejé fue pensando en eso”, espetó.
Pero el béisbol, la mayoría de las ocaciones, se resiste a dar paso a la voluntad y la confianza. Un lanzamiento resultó suficiente para echar por tierra la actuación del diestro refuerzo de los toros y el mismo Prieto al que fue imposible sacar out en tres turnos, le disparó una línea a lo profundo del jardín izquierdo para completar la vuelta al cuadro.
El jonrón ponía la ventaja para los locales que no estaban dispuestos a ceder. César corrió las almohadillas celebrando con vehemencia el hito, recordando a su homólogo y contrario, Santiago Torres, que estaba presente en el juego. Quizá como gesto del alivio tras las frustración de ver a Santiago en desafíos anteriores privarlo de hits con su guante y las excelentes condiciones para fildear en la intermedia.
Un imparable de Raico Santos confirmó la extracción del diestro vueltabajero. Yadián Martínez apareció en su rescate cuando la mayoría esperó a Frank Madan quien definitivamente llegó cuando no hacía falta. Tres carreras de ventaja lucían como el Everest frente a Yamichel Pérez.
El zurdo espirituano alegraba a los de casa. Era su novena victoria sin reveses defendiendo a los cocodrilos con la guinda de tres rescates. Cinco ponches y un boleto redondeaban el excelente performance de una limpia en ocho completas, promedio de bateo del rival de .161 (5 hits frente a 31 bateadores) y un exuberante WHIP de 0.75 reafirmando su candidatura a empeños más ambiciosos.
La frustración tomó como presa a los camagüeyanos y Madan vio la expulsión después de bolazos consecutivos a Eduardo Blanco y el jonronero Prieto. Las bancas se vaciaron en un espectáculo desagradable y totalmente impropio del deporte pero muestra de los nervios latentes en una final.
La magnitud de la trifulca solamente alcanzó lo meramente anecdótico e Isbel Hernández emergió encargándose del montículo y de terminar las angustias agramontinas. Un tercer pinareño apareció en la lomita. En un papel no acostumbrado, el veterano de mil batallas, Yosvani Torres, salió a ejercer de cerrador y con ello anotarse un salvamento en la victoria de Yamichel no sin antes permitir la carrera de los yumurinos que significaba el 5-3 definitivo.
El sueño comienza a tornarse realidad en la tierra del Yumirí mientras aplastan a los del centro oriental contra la pared. Con el tercer juego ganado en el play off una sola movida les queda a los de Miguel Borroto, ganar. De la voz de Ferrer casi se escucha entredientes la amenaza. Jaque.