Por Jorge Ebro
Al lado de los más pequeños, los hermanos Mesa parecían gigantes. La primera presentación pública de Víctor Víctor Mesa y Víctor Mesa Jr. no tuvo lugar en un acto fastuoso ni delante de miles de reflectores, sino en un parque de la ciudad de Hialeah Gardens.
Pero lo que sería algo normal como la premiación de una liga infantil en el Westland Park se convirtió en una verdadera fiesta cuando los padres y los chicos divisaron a los hijos de Víctor Mesa y nuevas figuras de los Marlins.
“Cuando nos pidieron venir aquí, no lo pensamos dos veces’’, comentó Víctor Víctor. “Para nostros es muy importante todo lo que venga que ver con Miami y su gente. En todo lo que podamos ayudar, pueden contar con nosotros’’.
Ambos hicieron un alto en su preparación frenética para el advenimiento de la primavera y dedicaron varias horas a firmar pelotas y gorras de cientos de niños que recibieron sus trofeos tras finalizar la parte invernal de la liga de la ciudad de Hialeah Gardens, una de las mejores organizadas de Miami-Dade.
Allí se les sumó un favorito de los aficionados de los Marlins, Antonio Alfonseca, quien dedica sus días a preparar a las nuevas generaciones y es asiduo a estas entregas de premios.
“Me ha dado mucha alegría conocer a estos chicos que son parte del futuro de los Marlins’’, apuntó el dominicano que todos llaman El Pulpo. “La gente de Miami debe apoyar más a su equipo. Quiero ver más gente en las gradas en el 2019. Todos los latinos somos hermanos’’.
La mayoría de los padres –nacidos en Cuba- conocían bien a los chicos y conversaban con ellos sobre sus planes, lo que les esperaba en los entrenamientos de primavera y especialmente, su progenitor.
Como José Aguado, quien le inculcó el amor por el béisbol a su hijo Brayan poniéndole videos de las jugadas de Víctor Mesa padre en la pelota cubana, con sus proverbiales robos de home y las atrapadas en los jardines.
“Mi papá me enseñaba esos videos y, de pronto, sentí que quería ser como ese hombre que jugaba alegre’’, indicó Brayan, quien juega en la liga infantil.
“A mí al principio no me gustaba tanto la pelota, pero cuando vi a Víctor Mesa todo cambió’’.Con toda la paciencia del mundo, los hermanos no dejaron de firmar una pelota ni de regalar una sonrisa. Víctor Víctor con una manera más suave y contenida; Víctor Jr. con una alegría contagiosa y desbordada.
Tras firmar contratos con bonos de $5 millones el mayor y $1 millón el más chico, ambos están dando los primeros pasos en una ciudad que ha puesto muchas expectativas y algún que otro recelo que solo borrará el terreno de béisbol.“Los he visto esta tarde y no puedo menos que desearles el mayor éxito del mundo’’, dijo Juan Iglesias, ex agente de peloteros como Liván Hernández y el propio Alfonseca, y cuyo hijo Daniel juega en la liga. “Los veo humildes, trabajadores. Como todos nostros y nuestras familias, llegaron de Cuba detrás de un sueño. ¿Por qué no apoyarlos?’’.
Como su padre y por ser hijos de él, despiertan pasiones, pero la presencia de ambos entre centenares de niños dice a las claras que quieren ser parte de Miami y, claro está, brillar con los Marlins.
José Rodríguez, Comisionado de Béisbol de Hialeah Gardens y el hombre que rige los destinos de esa exitosa liga con el apoyo de los oficiales electos, no podía estar más feliz al ver en qué se había convertido una simple entrega de trofeos.
Al final, los Mesa también estaban algo sorprendidos del calor de la gente.
“Cuando se trata de algo relacionado con niños, nosotros no podemos decir que no’’, recalcó Víctor Mesa Jr. “Somos parte de Miami y lo sentimos como tal. Hace poco yo también era un niño. Así que me doy cuenta de lo que esto representa para ellos y para nostros’’.