Por Dagoberto Arestuche Fernández
Ningún otro pelotero cubano logró tantos títulos en Series Nacionales como líder jonronero (10). Ni siquiera se le acercaron los llamados «monstruos» del béisbol en la llamada Época de Oro. Éste coloso dejó para la posteridad una hazaña que jamás podrá superarse: ser el primero en conectar ¡400 batazos de vuelta completa!
Numerosas son las huellas indelebles dejadas en 18 SNB (1979-1996) por Lázaro Junco Nenínger, el fornido atleta de Limonar, tierra pequeña demográfica y geográficamente, pero cuna de Glorias del Deporte en esta hermosa isla antillana.
Sin embargo, no es sobre su vida y obra entre estadios beisboleros de lo que hablaremos ahora, sino de la actualidad. El diálogo con este hombre devenido técnico de la disciplina, por lo general serio y parco, comenzó con un consejo:
“Cumplir las orientaciones de nuestros principales dirigentes del Partido, Gobierno y Salud en cuanto a las medidas de prevención para evitar la Covid-19.
“No están ajeno nuestro Movimiento Deportivo, nuestros peloteros, en particular los Cocodrilos de Matanzas, de cumplir con este consejo si pretenden refrendar el título en la edición 60 de estos clásicos. Para lograrlo hay que cuidarse en extremo, cumplir las indicaciones higiénico-sanitarias desde casa”.
¿Están activos, cómo logran prepararse en estos momentos?, pregunté, a lo cual respondió que “tienen un plan individual, cada cual lo realiza según sus funciones, seguidas continuamente por el cuerpo técnico de dirección, incluido el médico.
“Vemos cuanto hacen en esta preparación a distancia el picher Joel Suárez y el inicialista Yasiel Santoya, así como otros con los cuales contactamos vía telefónica. Claro, lo mejor es que termine esta situación para realizar un entrenamiento más integral, profundo, colectivo, para visualizarlos a todos”.
Los deseos deben ser enormes por volver al terreno, como ocurre también con Arruebarruena, Jefferson, Aníbal, Eduardo, Camero, William Luis, pero mientras haya Covid-19 hay que respetar las reglas de juego, cuidarse y proteger a la familia, sin dejar de ejercitarse, de acuerdo con las posibilidades.
El tema de la próxima contienda, la 60, ocupa espacio de inmediato. “Sí, el reto es mayor, porque si difícil fue llegar, con la hazaña, única e histórica hasta ahora, de pasar del último al primer lugar, mucho más escabroso será sostener la privilegiada posición. En la Serie anterior no estuvieron Yera, Gracial y Ariel Martínez en la primera etapa, y lo logramos, creo que el próximo reto podemos cumplirlo también.
“Contaremos con Dariel Góngora, quien ya nos reforzó el cuerpo de picheo una vez, y del también monticulista Adrián Rajiv Sosa, junto a otras figuras que buscarán un puesto en la nómina de los monarcas”.
El también cuarto slugger de por vida en el béisbol de la Isla, con 551, luego de Omar Linares (644), Orestes Kindelán (600) y Luis Giraldo Casanova (519), afirmó que Yera y Góngora constituye un binomio de altos kilates. “Pueden dar cada uno de 8 a 10 triunfos al menos, y si el primero cumpliera algún compromiso foráneo al inicio de la campaña, el otro también constituye un seguro de triunfo. Este tiene calidad para suplir el trabajo y resultado del espirituano Yamichel Pérez.
“Junto a ellos estarán otros abridores, acomodadores y relevistas cortos y largos, como Noelvis Entenza, Jonder Martínez, Daniel Blanco, Armando Dueñas, Haykel Parra y habrá que ver cómo se comporta Adrián Sosa. El que está seguro de los recién llegados es Góngora, los demás deben ganarse el puesto”.
Junco, tercero en la frecuencia de jonrones con 14,27 veces al bate, aseveró que tendrá que primar mucha disciplina en general, incluido lo técnico-táctico, para ganar, pero hay confianza en los muchachos.
Como dieron otro enorme salto en jonrones colectivos, con más de 80, pregunté cuánto de esto le corresponde a él. “Orlando Quirante y yo nos dimos a la tarea de mejorar el sistema de bateo a los que poseen fuerza. No fue fácil que conectaran hacia arriba para evitar rolling y doble play. Pero se logró, e hicieron más de lo que pensamos. Con más confianza y tacto deben mejorar este año”.
Hablamos, entonces, de un pelotero muy querido por los aficionados matanceros: Ariel, el jardinero de la “dinastía” de los Sánchez. “Dolió, y mucho, separarlo, pero su indisciplina no permitió otra opción. Hoy, arrepentido, es otro, lo vimos en los días que pudimos entrenar, se entregó por completo.
“Su ausencia se sintió, hizo falta, pues en mi criterio es regular en cualquier equipo del país. Versátil y formidable bateador, así como en la defensa. Mucho va a aportar a la causa, no lo dudamos”.
Vuelve a la carga de lo que vendrá en la próxima contienda beisbolera. “Hay peloteros de tacto, fuerza y experimentados guantes en manos. Es de la media hacia arriba, pero para disfrutar la gloria conquistada con entrega total hay que cuidarse ahora, hacer lo debido en cada momento”, concluyó Junco.
(Tomado de Girón)